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La escuela de cuadros de corte pinochetista que remece a la UAI Colectivo gremialista organizó curso con insignes adherentes del dictador

La escuela de cuadros de corte pinochetista que remece a la UAI

Nicolás Sepúlveda
Por : Nicolás Sepúlveda Periodista de El Mostrador
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Desde Lucía Santa Cruz hasta Gonzalo Rojas Sánchez son parte del curso de formación política que los gremialistas de la Universidad Adolfo Ibáñez levantaron para este primer semestre. Y aunque el movimiento gremial, ligado a la UDI, dice que cada base tiene la autonomía para desarrollar sus actividades, el tema saca chispas justo cuando la derecha busca sacarse la mochila de la dictadura.


Otrora, la Adolfo Ibáñez era una universidad donde predominaban los nombres ligados a la derecha dura. El rector era Juan Ignacio Domínguez –último ministro de Agricultura de Pinochet–, Carlos Cáceres –ex ministro de Pinochet, empresario y miembro del consejo protector de la Fundación Pinochet–, era el director del Instituto de Economía Política, y Gonzalo Rojas –historiador e intelectual orgánico de la derecha conservadora–, oficiaba como vicerrector académico. Todo cambió el 2000.

Ese año, los dueños del plantel, agrupados en la Fundación Adolfo Ibáñez –de los primos Pedro y Nicolás Ibáñez–, decidieron darle un giro al plantel y llevaron a figuras ligadas a una visión más liberal de la sociedad. La rectoría fue asumida por Andrés Benítez, ex director de Las Últimas Noticias, quien trajo consigo a nombres como José Joaquín Brunner, Andrés Allamand y Ascanio Cavallo.

El sector más conservador reclamó con ahínco. “Brunner es una de las personas más peligrosas en Chile para el modo en que yo entiendo la persona humana, la antropología y la educación», declaró entonces Gonzalo Rojas. Y Cáceres acusó “serias diferencias en el estilo y visión de trabajo” de Allamand. A la postre, ambos salieron de la institución y la universidad asumió una postura más liberal, acorde a los tiempos, ganando influencia y credibilidad. Ahora, 14 años después de ese enfrentamiento público, Rojas volverá a los pasillos de la UAI, y su presencia no ha pasado inadvertida.

[cita]Otra clase que enojó a una parte de los estudiantes de la casa de estudios es la que dictará Francisco Sánchez Urra, autor de los libros Augusto Pinochet, un soldado de la paz y Augusto Pinochet, el reconstructor de Chile. El próximo 15 de abril se llevará a cabo y se titula “Quiebre institucional en Chile. Causas y consecuencias”. El profesor es parte de la Fundación Para el Progreso, presidida por Axel Kaiser.[/cita]

Los estudiantes gremialistas del plantel, agrupados en Imagina UAI, organizaron un curso de formación política, donde invitaron al historiador y a otras figuras ligadas a la defensa del pinochetismo.

El cartel docente que acompañará la formación de los gremialistas, desató el debate al interior de la universidad, donde un grupo de estudiantes publicó un reclamo por la presencia de figuras pinochetistas como Gonzalo Rojas.

“Como estudiantes, consideramos inaceptable que personas con estos currículos –prontuarios, en algunos casos– dicten cátedras propagandísticas a nuestros compañeros. Varios de los expositores son cómplices, furiosos partidarios e incluso actores de la época más oscura y sangrienta de nuestro país y es perjudicial para jóvenes en formación intelectual recibir la influencia sesgada y autoritaria de ellos. La Universidad Adolfo Ibáñez no debe prestarse para albergar actos sectarios de este tipo y esperamos que sea revisado por las autoridades: una casa de estudios no puede darse el ‘lujo’ de tener a un Ministro de la dictadura dictando charlas a sus alumnos”, señalaron a través de un comunicado.

La “malla” gremialista

El ciclo se inauguró el martes pasado con la cátedra “¿Qué es la libertad? ¿Por qué es importante?”, de la historiadora Lucía Santa Cruz –decana de la Facultad de Artes Liberales de la UAI y consejera del Instituto Libertad y Desarrollo; además de directiva de Banco Santander, Compañía de Seguros Chilena Consolidada y Nestlé–. Según el diario El País, Santa Cruz jugó un rol clave en la estrategia para traer de vuelta a Pinochet cuando fue arrestado en Londres.

Otra clase que enojó a una parte de los estudiantes de la casa de estudios es la que dictará Francisco Sánchez Urra, autor de los libros Augusto Pinochet, un soldado de la paz y Augusto Pinochet, el reconstructor de Chile. El próximo 15 de abril se llevará a cabo y se titula “Quiebre institucional en Chile. Causas y consecuencias”. El profesor es parte de la Fundación Para el Progreso, presidida por Axel Kaiser.

Una semana después, el 22 de abril, será el turno de “Orden económico en Chile”, dictada por Rolf Lüders, ex ministro de Hacienda de la dictadura. El también profesor de la Universidad Católica forma parte de los “Chicago boys”. Durante los 80 fue encarcelado por transacciones financieras ilegales junto a otros ex ejecutivos del Grupo Vial.

Sin embargo, la cátedra que más resienten en la UAI es la que dictará Gonzalo Rojas Sánchez. Luego de su polémico alejamiento del plantel el 2001, el historiador UC retornará a sus pasillos el 6 de mayo para la clase “El rol de la universidad y el gremialismo”.

Frente a los cuestionamientos internos que han surgido por el curso de formación de los estudiantes de derecha, Rojas reflotó sus críticas a la actual conducción universitaria. En una columna que comenzó a circular en el mundo gremialista, el historiador se pregunta “¿Cómo puede llegar a pasar algo así en una corporación de tanto prestigio?”.

Rojas Sánchez se responde a sí mismo y plantea que “desde el 2001 en adelante todo ha ido cargándose a la izquierda. Quizás por eso un grupo de alumnos, tan anónimos como audaces, puede descalificar un sencillo ciclo de formación del modo que lo hacen. Perciben el clima, saben que recibirán muestras de simpatía de parte de profesores izquierdistas o secularistas; entienden que pueden discriminar sin riesgos; quizás obtengan la suspensión o carta blanca para la funa”.

Según el historiador, la actual administración de la UAI sólo ha lanzado por la borda el prestigio que antes ostentaba la institución. “Si usted quiere saber cómo puede perderse una institución –por la audacia de nuestros rivales y por la negligencia propia–, cómo puede ir a parar a sus antípodas, estudie el caso de la Universidad Adolfo Ibáñez. Y aprenda, para aplicar esa lección a tantas otras instancias en que la marea socialista-liberal inunda ya ambientes que parecen sanos”.

Todos se desligan

Y aunque la primera sesión del curso de formación tuvo una concurrencia mínima –sólo asistieron siete estudiantes–, el revuelo causado por la iniciativa gremialista ha levantado tanto polvo, que el plantel salió a desmarcarse de la iniciativa.

“El curso no está organizado por la Universidad Adolfo Ibañez, sino por el grupo de alumnos ‘Imagina UAI’. La universidad facilita sus espacios para las instancias que organicen sus alumnos con independencia del contenido. Estas actividades se hacen permanentemente en la universidad y un ejemplo de esto es que el Centro de Alumnos de Comercial invitó al ex candidato Alfredo Sfeir, quien compartió con los alumnos. También la universidad ha facilitado las instalaciones a la Federación para hacer reuniones de la Confech”, señala un comunicado enviado por la institución a El Mostrador.

Lo propio hizo la Federación de Estudiantes, que a través de otro comunicado público asegura que la iniciativa no los representa. “Queremos dejar en claro que este tipo de actividades, que llevan un sesgo político implícito en su enseñanza, no representan a esta Federación, ni a la totalidad de la comunidad de la Universidad Adolfo Ibáñez”.

Eso sí, la Federación valora que las distintas tendencias políticas que conviven en el plantel puedan hacer uso de la infraestructura existente, aunque agrega que la utilización de la sigla de la Universidad en el curso gremial se presta a confusiones: “Rechazamos la utilización de la sigla ‘UAI’ en el nombre de esta actividad, debido a que causa confusiones y generalizaciones”.

El Movimiento Gremial fue fundado por el asesinado senador de la UDI, Jaime Guzmán, cuando era estudiante de la Universidad Católica. En esos tiempos predictadura, Guzmán se enfrentó a izquierdistas y demócrata cristianos por la reforma universitaria que estos sectores pregonaban. La influencia del ideólogo gremialista se refleja en cómo su ideario continúa siendo defendido por un grupo minoritario dentro del movimiento estudiantil, y en la vigencia de los principios que él enarboló para definir a esta corriente política. «Los principios del Movimiento Gremial son tres: subsidiariedad del Estado, independencia de los espacios intermedios y dignidad de la persona humana”, resume Andrés Justiniano, quien preside el Movimiento Gremial en la Universidad Católica, el más antiguo del país.

Justiniano asegura que cada grupo gremialista tiene la libertad de armar sus cursos de formación, aunque discrepa de algunos de los nombres elegidos por sus pares de la UAI para dictar las clases. “Estamos buscando un movimiento gremial mucho más amplio dentro de la Universidad Católica, y aunque personalmente algunos no nos gustan y no invitaríamos a algunos de esos profesores a la UC, existe respeto e independencia por parte del movimiento gremial de la Adolfo Ibáñez”.

La defensa

“Es importante destacar que todos los que participamos de Imagina UAI nacimos en democracia y el tema de la dictadura es extemporáneo. La dictadura no es tema para nosotros. Independiente de las posturas personales de ellos (los profesores)”, advierte Víctor Espinosa, presidente de Imagina UAI.

El dirigente argumenta que su idea es potenciar un debate y no centrarse en lo ocurrido en el pasado, aunque establece su postura frente a la dictadura: “Condenamos las violaciones a los derechos humanos. Eso es algo impresentable, y que merece una clara condena. Lo segundo es que la comprensión de un Estado subsidiario, compartido hoy de una u otra medida por la Concertación y la Alianza, ha sido una contribución (del gremialismo)”, señala a El Mostrador.

En una declaración pública lanzada en el Facebook del colectivo, Espinosa defendió a los invitados a su curso de formación. “Lo que considero inaceptable es que hablen mal de las personas que no se pueden defender: El profesor Rolf Lüders fue un excelente ministro (en su gestión salimos de la crisis de 1980), nunca fue político y sólo se ha dedicado a la economía que es lo que ama. Con respecto a la profesora Lucía Santa Cruz, no tenía idea del tema de la extradición de Pinochet ni me interesa, ella es decana de mi universidad, sé que es una excelente profesional e intelectual y es un placer que participe en esta iniciativa. Francisco Sánchez es un historiador y escritor de varios libros, lo conocí en una feria del libro y me gustó su visión”.

El grupo liderado por Espinosa realiza constantemente actividades de discusión política. Hace unos meses se juntó a comer con el diputado de la UDI, Arturo Squella, y luego hizo lo mismo con el jefe de gabinete de la entonces ministra del Sernam, Carolina Schmidt.

Imagina UAI niega tener vínculos directos con la UDI, aunque sí reconoce participar de foros y discusiones en el centro de pensamiento Libertad y Desarrollo y en la Fundación Jaime Guzmán, ligadas ambas al partido presidido por Patricio Melero.

Aunque el curso ha sido motivo de debate, un histórico académico del plantel asegura que los tiempos que corren ya no dan para grandes conflictos ideológicos por estos temas, y que el curso se entiende como parte de una universidad que acoge distintas posturas. “Hace rato que la universidad pasó la etapa de las disputas de poder ideológicas, que se transformaban en disputas burocráticas. Hay un esquema más de sistema americano, donde hay personas que por su formación tienen preferencias por un lado u otro”.

 

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