El profesional llegó este viernes hasta la Superintendencia de Medio Ambiente para denunciar a la Municipalidad de Valparaíso por el incumplimiento de la resolución ambiental del polémico complejo comercial. La presentación lleva adjunto un informe elaborado por el geógrafo Marcelo Lagos sobre los riesgos que representa el recinto en caso de producirse un maremoto.
Ante la Superintendencia de Medioambiente llegó este mediodía un grupo encabezado por el biólogo y académico Salvador Donghi, para oficializar la denuncia contra la Municipalidad de Valparaíso por incumplir la Resolución de Calificación Ambiental del año 2005, vulnerando la presencia de restos arqueológicos y las medidas de seguridad ante una eventual evacuación por tsunami.
La denuncia cuenta con el respaldo del informe del geógrafo especialista en terremotos y maremotos Marcelo Lagos, quien estableció que el área de emplazamiento del proyecto Mall Plaza Barón “corresponde a una zona que sobrepasa los límites para la seguridad humana”.
Entre otros puntos, la Resolución Ambiental establecía áreas de protección de vista, el rescate y preservación de la Bodega Simón Bolívar –ex Terminal de Cruceros de Valparaíso–, la protección de la arqueología patrimonial y al declaratoria de bien de uso público para las plazas y calles internas en el sector Barón.
Salvador Donghi, académico a cargo de la denuncia, indicó que “es necesario esclarecer la forma en que se otorgaron los permisos de edificación, se modificaron las normas del Plan Regulador del 2005 y, por supuesto, no desconocer que vivimos en un país sísmico donde la eventualidad de una emergencia no constituye un hecho aislado. Basta con que veamos lo que está sucediendo ahora en el norte”.
En declaraciones a El Mostrador, insistió en que el polémico centro comercial “no entrega seguridad para la vida humana en caso de un tsunami, producto de las cotas de inundación; segundo, las velocidades de corrientes; y tercero, el tren de olas que puede llegar. Por lo tanto, es altamente peligroso para la vida humana establecer ahí un proyecto comercial con equipamiento mayor”.
En ese sentido, agregó Donghi que “se hace indispensable exigir una respuesta al municipio porteño por haber modificado el año 2009 el Plan Regulador, alterando las alturas máximas de las construcciones y permitiendo que se adosaran a la Bodega Simón Bolívar o que se demoliera un tercio de esta. Además, durante la gestión del alcalde Castro no se renovaron las declaratorias de bien de uso público, haciendo que calles y plazas del sector hayan perdido tal categoría”.
“Es necesario esclarecer la forma en que se otorgaron los permisos de edificación, se modificaron las normas del Plan Regulador del 2005 y, por supuesto, no desconocer que vivimos en un país sísmico donde la eventualidad de una emergencia no constituye un hecho aislado. Basta con que veamos lo que está sucediendo ahora en el norte”, advirtió Donghi.
Por otra parte, el 14 de febrero de 2013, la Dirección de Obras Municipales otorgó permiso de edificación al Mall Barón sin informar la presencia de arqueología patrimonial, omitiendo de esta forma la evidencia que justifica el ingreso del proyecto inmobiliario al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental y afectando gravemente la conservación del patrimonio presente en el lugar.
Al respecto, indicó que “el municipio porteño debería haber resguardado esto, advirtiendo al ejecutante del proyecto la presencia de valiosos restos de arqueología patrimonial, cosa que el municipio no hizo al momento de otorgar el permiso. Por lo tanto, cuando se iniciaron las excavaciones se encontró efectivamente bastante arqueología patrimonial que fue de alguna forma destruida y eso hoy día está en la justicia sobre la base de una querella criminal por destrucción y afectación de patrimonio arqueológico. El municipio desatendió la resolución de calificación ambiental que advertía la presencia de esto y que además debía ser protegido”.
A todo lo anterior, se suma el informe de Icomos, donde se advierten todas estas transgresiones.
