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Ignacio Walker: una vez más amenazado por convivencia En la DC cuestionan la forma y tono de sus críticas a la reforma educacional

Ignacio Walker: una vez más amenazado por convivencia

Marcela Jiménez
Por : Marcela Jiménez Periodista de El Mostrador
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En el partido confiesan que el mensaje de La Moneda fue entendido y aceptado. Agregan que ese mismo lunes la mesa directiva en su mayoría le planteó a Walker que ni ellos ni el partido se sentían representados por la “forma” y el “tono” de lo que dijo.


El lunes en la mañana eran muy pocos en el oficialismo los que sonreían. El ambiente previo al comité político en La Moneda estaba tenso, había molestia, es que nuevamente el presidente de la DC, Ignacio Walker, se había salido del libreto y se puso en jaque ante el resto del oficialismo, al cuestionar públicamente aspectos de la reforma educacional. Una crítica que efectivamente en el contenido es compartida por varios sectores en la falange y reflejaba una molestia profunda del partido con el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, pero que no tuvo el mismo respaldo interno en su partido por la forma, tono, estrategia y objetivos elegidos por el timonel de la flecha roja.

No es la primera vez en estos meses que Walker está en el ojo del huracán del oficialismo. Fueron varios los dolores de cabeza que generó durante la campaña en la Nueva Mayoría su permanente cuestionamiento a la presencia del PC en el gobierno de Michelle Bachelet, tensión que hizo patente una vez más los días previos al cambio de mando, empañando el escenario. Tampoco fue bien recibido que fuera el único que criticó el video que hizo la SECOM para contrarrestar la campaña comunicacional de la derecha contra la Reforma Tributaria, porque con ello alimentó aún más los reparos de la oposición, neutralizando el impacto que causó el video.

Ahora fue el turno con la reforma educacional. El fin de semana, en una entrevista de portada en El Mercurio, Walker dijo que “nunca pensé que íbamos a transformar al MINEDUC en un gestor inmobiliario”, criticó el clima del debate porque “se transmite que los sostenedores son unos sinvergüenzas, que los padres son apoderados incautos y los profesores ineptos” y reclamó porque su partido ha estado marginado, que “el punto de vista de la DC no ha estado presente en la línea de producción de la política pública llamada Educación y recién hemos entrado de participar en estos proyectos en el trámite legislativo”.

En La Moneda y la Nueva Mayoría cayeron muy mal sus palabras, porque además “había un cierto compromiso de Walker de que iba a dejar a un lado” estas salidas de libreto en todos los temas relevantes para el gobierno y que optaría por un perfil más «propositivo». Por lo mismo, ese comité político del lunes fue tenso, se pidió en público y en privado cuidar el lenguaje y el tono.

[cita]Pero eso no sería todo. Señalan que el timonel DC también quiso “pasar algunas facturas” a La Moneda y a Eyzaguirre, puntualmente porque aún es resentida la salida de Claudia Peirano de la Subsecretaría antes de poder asumir, debido a la ola de críticas que generó su nombre, por su vinculación con el negocio de los sostenedores de colegios. Al respecto, Walker tampoco concita mucho apoyo interno, porque son mayoría los que precisan que esa elección “fue un error” del presidente de la falange, fue él quien insistió en el nombre de Peirano y que “si ahora el partido está fuera de las decisiones en el MINEDUC, es por su responsabilidad”.[/cita]

Walker mantuvo sus dichos a la salida de dicha cita y los días siguientes, por lo que no fue casual que el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo –quien ha hablado telefónicamente con el timonel DC durante la semana– saliera a opinar del tema y rayar la cancha, poniendo sobre la mesa el recordatorio de que la ciudadanía eligió a Bachelet y su programa: “Aquí tenemos un gobierno que tiene un mandato de la ciudadanía, y en materia de educación es tener la mejor calidad para nuestros niños y jóvenes, independiente de su estrato social, y los actores políticos tenemos que estar a la altura. Aquí todos tenemos una cuota de responsabilidad importante, todos tienen una máxima responsabilidad en el proceso de cambio, pero aquí discusiones de tercer orden, todas conversables en el Congreso, no nos pueden desviar del tema de fondo”.

En la DC confiesan que el mensaje de La Moneda fue entendido y aceptado. Agregan que ese mismo lunes la mesa directiva en su mayoría le planteó a Walker que ni ellos ni el partido se sentían representados por la “forma” y el “tono” de lo que dijo.

“No fue correcto la oportunidad ni la forma, esa entrevista, por El Mercurio, eso resulta bien molesto para los que estamos trabajando en este tema, escuchar a Walker nos quita el piso a nosotros”, dijo el diputado DC, Mario Venegas, presidente de la Comisión de Educación de la Cámara Baja.

En el partido, distintas voces precisan que en las razones que esgrime el timonel hay varios matices, aristas y motivos. Reconocen que estaba de trasfondo la molestia amplia de la DC con el ministro Eyzaguirre, su “falta de diálogo”, que hay “mucha ostentación de que se reúne y escucha”, pero que en la práctica eso no es tal y que ha marginado a la Nueva Mayoría de las definiciones en Educación, privilegiando en su círculo más estrecho de trabajo sólo a Revolución Democrática. Por algo el secretario de Estado fue el martes al Congreso, almorzó con la bancada de diputados DC para tratar de limar las asperezas y, si bien se dijo que ‘lo mejor de la cita fue la comida’, al menos sacaron en limpio –agregaron– hacer sus planteamientos y que el lunes se concrete una suerte de cónclave, donde Eyzaguirre aclarará todas las dudas del proyecto. “Eyzaguirre no puede pedir solidaridad de la Nueva Mayoría si no la construye”, sentenciaron en el partido.

Pero eso no sería todo. Señalan que el timonel DC también quiso “pasar algunas facturas” a La Moneda y a Eyzaguirre, puntualmente porque aún es resentida la salida de Claudia Peirano de la Subsecretaría antes de poder asumir, debido a la ola de críticas que generó su nombre, por su vinculación con el negocio de los sostenedores de colegios. Al respecto, Walker tampoco concita mucho apoyo interno, porque son mayoría los que precisan que esa elección “fue un error” del presidente de la falange, fue él quien insistió en el nombre de Peirano y que “si ahora el partido está fuera de las decisiones en el MINEDUC, es por su responsabilidad”.

El “centro medio”

Los detractores de Walker en la DC dicen que actúa con agenda propia, que sus críticas y señales públicas en materia de educación responden en parte a “las presiones” que tiene de su entorno, el mundo falangista vinculado con colegios y universidades, como es el caso –afirman– de Walter Oliva, Mariana Aylwin o Gutenberg Martínez.

“Walker dice que le está hablando a la clase media, aunque yo quisiera que no hubiera presiones de sostenedores ni de la Iglesia, no deben guiarnos intereses pequeños”, añadió el diputado Venegas.

Otros agregan que las declaraciones del timonel responden a una estrategia personal con el objetivo político de querer “transformarse en el líder del centro medio, como él mismo dice, ese es el grupo que le importa realmente”.

Ese “centro medio” del que hablan es el voto de centro, el borde derecho de la Nueva Mayoría, el mismo al que está apuntando el ex presidenciable, Andrés Velasco, que coquetea con la derecha, el centro y los nostálgicos de la ex Concertación y su otrora política de los consensos, cuya base es la mantención del statu quo.

Los defensores de Walker precisan que ese objetivo “no es erróneo”, que “es necesario contener el mundo del centro, que en parte es nuestro electorado, si no, se nos va a ir a la derecha”.

Agregan que lo que hace el timonel DC es contener esa parte del dique y que “ahí él tiene un punto”, que el resto de la coalición comete un error de cálculo político al “regalarle el centro a la derecha”.

Es un antecedente en el panorama que este domingo hay elecciones internas en la DC, de directivas comunales, regionales y distritales. En la mayoría de los casos hay acuerdo previo, por lo que son pocas las contiendas emblemáticas –las dos metropolitanas y Temuco, afirman–, que no se apuesta por una participación masiva, es más, que el promedio sería inferior a los 20 mil militantes.

Como sea, de aquí saldrán los cupos para conformar la Junta Nacional de la DC, máxima instancia resolutiva, e igual representan un gallito entre el estilo Walker y la disidencia interna a su gestión, representada por Jorge Pizarro y Aldo Cornejo.

Afirman que este es otro factor por el cual el timonel golpeó la mesa de la Nueva Mayoría con la defensa pública del derecho de su partido a poner sus puntos de vista e impronta en el gobierno de Michelle Bachelet.

Eso es plenamente coincidente con el reclamo de algunos en la falange, que consideran que la DC “ha sido maltratada todo este tiempo por la Nueva Mayoría”, que ha sido “víctima de bullying político” y que La Moneda ha dejado que eso se lleve a cabo.

Por una o todas las razones anteriores, lo cierto es que el estilo de Walker sigue generando olas y ruido interno en el oficialismo. En la Nueva Mayoría, más allá de la lluvia de declaraciones cuestionando la actitud del timonel DC durante la semana, explican que es momento de poner coto a estas salidas de libreto, que han dejado en claro que en la coalición hay vocería pero nula coordinación política, necesaria para evitar estos episodios, entre los siete partidos que la conforman.

Por ello, se mantendrá el sistema de rotación de la vocería oficial, un partido cada mes, pero en paralelo se establecerá un “coordinador político”, precisamente para evitar el fuego amigo en la Nueva Mayoría, en este caso el de Walker.

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