
John O’Reilly: cuatro años sin cárcel por abusar de una menor
El sacerdote cumplirá su pena bajo el régimen de libertad vigilada, a pesar de que un informe no vinculante de Gendarmería recomendaba lo contrario al no poder garantizar que no haya reincidencia. Sin embargo, el tribunal a cargo no lo tomó en cuenta, como sí lo hizo con su «irreprochable conducta interior», en lo que se consideró su colaboración sustancial en la investigación.
El Tercer tribunal Oral en lo Penal leyó la sentencia contra el sacerdote John O’Reilly declarado culpable del abuso sexual contra una menor del Colegio Cumbres entre marzo y diciembre de 2010 y entre marzo y julio de 2011, según se acreditó en la investigación. En principio la acusación incluía a la hermana mayor de la víctima pero este caso no se pudo acreditar.
Desde las 16 horas, el tribunal dio a conocer la sentencia. El sacerdote fue condenado a cuatro años y un día de presidio menor en su grado máximo. Pero se le concedió el beneficio de libertad vigilada por el tiempo que dura la condena. Para el tribunal pesó en esta medida la irreprochable conducta anterior del sacerdote, condición para la que se consideró además el hecho de que se le concedió la nacionalidad por gracia en 2008.
El sacerdote fue beneficiado con cumplir su condena fuera de la cárcel a pesar de que un informe presentencial conocido el lunes y elaborado por Gendarmería recomendaba lo contrario, al constatar que no había un control suficiente de su entorno para garantizar que no habría reincidencia. La condena fue mucho menor a lo que pedía la Fiscalía, cuya intención era obtener 10 años de presidio efectivo.
Ambas partes, querellantes y defensa, anunciaron que estudiarán la sentencia. El abogado defensor Luis Hermosilla, a la salida del Centro de Justicia, confirmó que evaluará presentar un recurso para anular el juicio.
«Hay hechos que llaman la atención, en un caso con pruebas similares se decreta la absolución», dijo Hermosilla, quien confirmó que se reunirá con el sacerdote en las próximas horas para informarle «ciertos aspectos técnicos» de la sentencia.
El 15 de octubre, el Tercer Tribunal Oral en lo Penal declaró culpable a O’Reilly por un caso de abuso sexual reiterado. El sacerdote ejerció como director espiritual del Colegio Cumbres, propiedad de los Legionarios de Cristo entre 2007 y 2011.
En medio de las decenas de casos de abuso sexual que han afectado a integrantes de la Iglesia Católica, el de O’Reilly causó especial conmoción por las relaciones con poderosos empresarios y políticos que el sacerdote logró cultivar desde que llegó a Chile en 1985.
O’Reilly no ocultaba su cercanía con grandes empresarios, como el caso del fallecido Guillermo Luksic. “Feliz de ser amigo de personas maravillosas, que rezan el rosario, tienen sus misas los domingos y son muy generosos con los demás. Ellos pagan impuestos, generan riqueza. Así ayudan a salir a los países de la pobreza”, declaró alguna vez a El Mercurio.
En el Colegio Cumbres, que los Legionarios de Cristo fundaron en 1986, figuran como apoderados los ex ministros Andrés Chadwick, Pablo Longueira y Rodrigo Pérez Mackenna, así como el ex subsecretario de Deportes, Gabriel Ruiz-Tagle; el consejero del Banco Central Sebastián Claro; Federico Valdés, rector de la Universidad del Desarrollo, y el abogado Fernando Barros.
Otros militantes de la UDI que escogieron este establecimiento son el senador Juan Antonio Coloma, y los ex diputados Marcela Cubillos y Rodrigo Álvarez, quien ocupó las subsecretarías de Hacienda y Energía.
También tienen matriculados a sus hijos Pablo Echeverría, socio fundador de Moneda Asset, y Jorge Andrés Saieh, presidente de CorpBanca y miembro de Generación Empresarial, grupo ligado a los Legionarios y que apunta, según su definición, a promover la ética en los negocios. Y Patricia y Magdalena Larraín, las hijas de Patricia Matte, una de las socias de la Papelera.
En tanto, con Eliodoro Matte lo unía una relación aún más estrecha, que se generó a través de Pilar Capdevila, su mujer, fundadora del colegio Teresa de Los Andes, en La Pincoya, al que asesoraba O’Reilly y cuya administración tomó la orden en 2004. El dueño de la Papelera donó como aporte de capital de los Legionarios a la Finis Terrae un terreno de 70 hectáreas en La Dehesa, conocido como el “cerro del medio”, el que, más tarde, fue declarado área verde, lo que crispó los ánimos de los fundadores.
En ese capítulo se hizo evidente la llegada directa de O’Reilly a los hombres de negocios más ricos del país. Por él aceptaron integrar el consejo a nombre de la congregación Agustín Edwards, a quien el sacerdote apoyó durante el secuestro de su hijo Cristián, forjando una relación que mantiene hasta hoy; Juan Obach, ex socio de Iansa y actual dueño de la segunda mayor fabricante de botellas de vidrio del país, y Sergio Cardone, socio minoritario y director de Falabella, además de Luksic y Matte.
Si hay que agregar más nombres a su agenda se completa el PIB: Nicolás Ibáñez (D&S), Juan Eduardo Errázuriz (Sigdo Koppers y hermano del cardenal Francisco Javier), Reinaldo Solari (Falabella), Alfonso Swett (Hush Puppies, Elecmetal e hincha de la Católica, el equipo favorito del sacerdote), Roberto Piriz (brazo derecho del grupo Yaconi-Santa Cruz), Gonzalo Martino (Copeval, CDF, Coppelia) y el fallecido Javier Vial.