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Ennio Vivaldi responde a rector de la UC: «Ninguna institución está al margen de la ley» Por proyecto que busca despenalizar el aborto

Ennio Vivaldi responde a rector de la UC: «Ninguna institución está al margen de la ley»

«Es totalmente distinto declarar que una institución no lo puede hacer, porque ahí ya es colocarla fuera de las leyes chilenas y eso lo considero, por decir lo menos, peligroso, porque al sentirse al margen de la ley uno podría terminar justificando cualquier cosa», señala el rector de la Universidad de Chile.


El rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, discrepó de su par de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, quien señaló que en la red de salud de la institución que dirige no se realizarán abortos a pesar de que exista una ley que lo permita en tres casos como violación, inviabilidad del feto y peligro de vida de la madre.

El rector de la «Casa de Bello», cuya profesión es médico cirujano, señala en entrevista en La Tercera que la norma que se discutirá en el Congreso es una legislación específica que habla de despenalizar tres situaciones concretas y no una ley pro aborto.

En ese sentido, Vivaldi explicó que la actual legislación en el país no existe en ninguna parte del mundo, por lo que es una «situación anacrónica. ¿Con qué ética se podría obligar a la mujer a llevar adelante un embarazo en esas condiciones? Y eso es lo que la ley está permitiendo (esta intervención) desde el punto de vista médico. Para el caso de la violación es bien conocida la argumentación en torno a ese tema. Al margen de eso, yo creo que también es un tema de reflexión la tremenda diferencia que tienen los distintos grupos socioeconómicos para enfrentar este tipo de problema. Creo que es un tema que hay que ponerlo en el tapete».

Vivaldi también precisa que hay un punto clave de la normativa es lo que se refiere a los objetores de conciencia, ya que «estimo que es esencial, porque si hay un grupo de la población que está radicalmente en contra, y considera de que por ningún motivo debe hacerse un aborto, creo que eso tiene que serle permitido. Por lo tanto, las universidades, como cualquier otra instancia, deberían salvaguardar el derecho de un médico que no quiere participar en una intervención de este tipo, debido a que piensa, por sus creencias, que está moralmente equivocado hacerlo».

Y añade que esa objeción de conciencia debe ser personal e individual, mencionando que «a mí se me hace muy difícil declarar que una institución pueda decir que no se debe, en esa institución, acatar una ley».

«A mí no me corresponde juzgar las opiniones de otro rector. Sin embargo, lo primero que pensé al escuchar estas declaraciones es que si alguien en una institución privada piensa que ahí no debe hacerse aborto, creo que está en su derecho de exigir que los médicos que ingresan no hagan abortos, incluso mediante una declaración jurada. Pero es totalmente distinto declarar que una institución no lo puede hacer, porque ahí ya es colocarla fuera de las leyes chilenas y eso lo considero, por decir lo menos, peligroso, porque al sentirse al margen de la ley uno podría terminar justificando cualquier cosa», espetó.

El rector de la U de Chile precisó que «ellos son una institución privada y están en el derecho de colocar reglas del juego en el contexto de la ley. Lo que no entiendo es que puedan hacer una declaración en la cual como institución se colocan al margen de la ley. Yo me imagino que pueden haber mecanismos mediante los cuales la institución le pida a sus médicos que sean objetores de conciencia, pero sin hacer una declaración como la que están haciendo. Es como que yo dijera ‘mire, esta ley de la República de Chile, en nuestro hospital, en el J.J. Aguirre, no se va a cumplir’. Eso no lo puedo entender e insisto, lo encuentro peligroso. Me parecería muy grave que una institución dijera ‘aunque el país haya decidido esto, a través de su Poder Legislativo, y haya promulgado esta ley, nosotros no la vamos a aceptar’».

En ese sentido, aseveró que su universidad aceptará y cumplirá con la normativa, mencionando que «me parece innecesario que yo haga una aclaración como rector de esta casa de estudios, de que nuestra universidad va a cumplir con la ley. A mí no se me ocurriría decir que la U. de Chile no va a cumplir con las leyes de la República».

Sostuvo que es evidente que las instituciones de salud de la casa de estudios superiores realizará abortos, aclarando que «si alguien tiene objeción de conciencia y no lo quiere hacer, lo hará otro. Es una ley de la República y ninguna institución, ya sea pública o privada, puede estar al margen de ésta. Pero yo no tendría problema en que los obstetras de los recintos de la Universidad de Chile fuera objetores de conciencia. Yo siempre he defendido el derecho a los objetores de conciencia, y eso me parece muy importante, porque la Universidad de Chile es pluralista y respetamos a todos».

«Aquí es importante diferenciar entre lo que un médico haría personalmente si le tocara vivir un aborto en su círculo, es decir, su opinión personal, y lo que este haría si le tocara practicar un aborto (a un paciente). Es decir, si aceptaría o no las decisiones de una tercera persona al respecto. Otra cosa es creer que lo que uno piensa es la única alternativa posible y yo tengo que obligar a los demás a que piensen como yo. Esta posición es la que, en la práctica, toman aquellos que no quieren que exista una legislación que permita el aborto. Que alguien tolere la interrupción del embarazo en los demás no quiere decir que sea partidario de ésta», arguyó.

El rector argumenta que «lo que quiere el paciente es lo que vale y esa es una tendencia muy clara en la medicina contemporánea. La medicina actual es mucho menos paternalista y eso tiene que ver con el respeto por la individualidad. Yo respeto que cada uno quiera tomar las decisiones que le competen. Antes la medicina era mucho más paternalista y los médicos tomábamos las decisiones por los pacientes, ahora consideramos en primer lugar lo que éste quiere, sobre todo cuando son decisiones que técnicamente no son obvias, y esto es claramente un caso. Nosotros como Universidad de Chile, si una paciente, conforme a la ley, dice que se quiere hacer un aborto, se lo vamos a hacer siempre».

El académico explica que la ley de aborto no va contra el juramento hipocrático de salvar vidas, ya que «si uno se centra en la mujer paciente, creo que en ninguna de las tres causales se está afectando la situación del médico. En estos casos, la ley no indica que sea obligatorio hacer un aborto. Si una mujer ha sido violada, y producto de esa violación queda embarazada, y ella quiere tener esa guagua, nadie se lo va a impedir, todo el mundo la va a apoyar. La idea es permitir que se haga una mínima racionalidad en casos extremos. La idea es permitir el aborto, no imponerlo».

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