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Sergio Bitar: el disparo en los pies del Mineduc Consejo en que se designó a ex ministro comienza a trabajar oficialmente este viernes

Sergio Bitar: el disparo en los pies del Mineduc

La instancia consultiva, que pretende colaborar en la construcción de una de las reformas emblemáticas de la administración Bachelet, finalmente se convirtió en otro blanco de cuestionamientos. La figura del ex ministro de Educación e impulsor del Crédito con Aval del Estado (CAE), dejó caer más críticas sobre esa cartera y el Gobierno. Incluso dentro del Mineduc la decisión no se entiende del todo. Tanto en el ministerio como en el PPD hay una coincidencia: nadie previó la avalancha que se venía y ese fue un error político de la ministra Delpiano.


El 26 de agosto, cuando ya se iba el día, Sergio Bitar recibió una llamada a su celular. Era su amiga, la ministra de Educación Adriana Delpiano. No era una llamada extraña porque su cercanía es de larga data: ambos coincidieron apoyando a Salvador Allende en el Gobierno de la UP y también sintieron –desde países diferentes– la misma orfandad de patria en el exilio.

La llamada de Delpiano buscaba algo puntual: que Bitar participara en el Consejo Consultivo de la Reforma a la Educación Superior, una instancia donde –junto a otros profesionales, académicos y especialistas en políticas públicas– colaborara en la construcción de la nueva política de ese sector.

No era la primera vez, en este último tiempo, que Bitar se acercaba tanto al Gobierno. En abril, la Presidenta Michelle Bachelet lo designó como su representante en el Consejo Universitario de la Universidad de Chile. Al asumir, fue claro y subrayó que “todos quienes fueron nombrados por la Presidenta para representarla en los órganos superiores de las universidades estatales chilenas, están obligados a tener una claridad para transmitir su punto de vista dentro de los planteles, y tener un flujo de vuelta hacia el Gobierno, para conciliar la mejor política pública en materia de universidades”.

Es también desde hace cuatro meses que Bitar mira su cargo en esa universidad pensando en varias metas: ampliar la matrícula de los planteles estatales, mejorar así los aportes directos, diseñar una fórmula para que los estudiantes hagan aportes en la conducción de universidades. Y ahora, desde el Consejo, analizar también cómo terminar con el lucro en los Centros de Formación Técnica e Institutos Profesionales.

Sin embargo, ha tenido asimismo palabras sepultando la gratuidad como un proyecto cercano y es un ícono del lucro y la estandarización de la educación. Por eso, con la llegada de Bitar, algo no calza para quienes sienten que la vieja Concertación volvió en gloria y majestad al Mineduc.

Hombre CAE

En las filas del PPD no cayó bien la decisión de la ministra Delpiano de nombrar a Bitar como parte del consejo consultor. Fuentes de ese partido explican que en la tienda le tienen respeto y cariño a una de sus figuras emblemáticas y fundacionales; sin embargo, reconocen que el ex ministro es, a los ojos de la opinión pública, el ícono del modelo de educación que desde las movilizaciones estudiantiles del año 2011 se ha cuestionado públicamente, puntualmente del vilipendiado sistema CAE.

Por ello, en la colectividad se consideró una falta de pericia política de la ministra no haber evaluado el efecto negativo que generaría incluir a Bitar en un consejo consultor vinculado directamente con la reforma educacional. Se apunta a Delpiano porque en el Gobierno, en el Mineduc y en el PPD coinciden en que la ministra tomó la decisión en forma inconsulta, sin conversarla previamente, porque no se explica que nadie le advirtiera a la secretaria de Estado del traspié que implicaría la medida.

En el PPD explican que Delpiano es una reconocida “bitarista”, muy cercana al ex ministro, que habitualmente participa de las cenas que ofrece el ex parlamentario y que, por lo mismo, siempre ha sido promovida políticamente por él, lo que se suma al sabido interés de uno de los fundadores del partido por incorporarse al Gobierno. Pero, al parecer, eso no fue suficiente.

Apenas se conoció el nombre de Bitar, se desataron las duras críticas públicas desde el Colegio de Profesores y la Confech, por lo que representa el ex ministro en materia de educación y el temor a que su llegada al consejo implique una suerte de freno a la reforma.

En la Nueva Mayoría descartan que Bitar se transforme –por ahora al menos– en una suerte de ministro en las sombras, porque la tensión que provocó su nombramiento obligó a Delpiano a tener que restringir el campo de acción e injerencia que tendrá el consejo consultor.

[cita] En el PPD explican que Delpiano es una reconocida “bitarista”, muy cercana al ex ministro, que habitualmente participa de las cenas que ofrece el ex parlamentario y que, por lo mismo, siempre ha sido promovida políticamente por él, lo que se suma al sabido interés de uno de los fundadores del partido de incorporarse al Gobierno. Pero, al parecer, eso no fue suficiente. [/cita]

La falta de pericia de la ministra Delpiano en este episodio no es el primer error que consideran ha cometido la autoridad durante su gestión en la cartera. Sacan a colación el traspié que vivió el gobierno el 22 de julio, cuando la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados rechazó la idea de legislar del proyecto de carrera docente, producto de la abstención de los parlamentarios oficialistas Cristina Girardi (PPD), Rodrigo González (PPD) y Yasna Provoste (DC). Explican que aparte de no haber tratado de neutralizar la molestia desde la propia coalición, las peticiones de los diputados no fueron escuchadas ni acogidas por Delpiano, quien optó por negociar con la derecha una vez concretado el fracaso en la comisión, regalando a la oposición el punto de haber logrado que el Eejecutivo flexibilizara su postura.

La espera en el Mineduc

Quienes pertenecen al círculo más cercano de la ministra, apoyan cien por ciento la llegada de Bitar, porque piensan que se debía caminar en esa dirección. Los más “progresistas”, en cambio, consideran que estuvo absolutamente de más enredar tanto las cosas. Sin embargo, en lo que sí coincide la mayoría al interior del ministerio, es en que nadie previó el disparo en los pies que significaba incluir a Bitar en el Consejo.

El diputado Giorgio Jackson tampoco mira con buenos ojos la llegada de Bitar al grupo: “Además de ser el creador del sistema contra el cual nos movilizamos, él ha sostenido que quiere permitir lucro regulado y que no está de acuerdo con la gratuidad universal. Creo que cada uno es libre de tener opinión, pero la señal que envía el Gobierno con él en el consejo es confusa”.

Bitar fue un ministro carismático de esa cartera; aún hay mucho personal administrativo que es “bitarista”. Una de las personas que fue su mano derecha durante su gestión –de hecho, también en el tiempo del CAE– es el cuestionado ex jefe de gabinete de esa cartera, Harold Correa, quien se ausentó por varias semanas con licencia médica, en medio de los cuestionamientos por el escándalo de las platas políticas. Aunque María Inés de Ferrari asumió hace dos meses como jefa de gabinete, según fuentes del Mineduc, la licencia de Correa se terminaba el lunes pasado y lo más probable es que se mantenga en algún cargo de asesor. Una versión que es oficialmente desmentida en la cartera, donde señalan que él ya no está en el Ministerio.

Bitar, en tanto, cree que las críticas son injustas. Está concentrado en hacer andar sus metas en educación –que también incluyen mejorar el sistema de acreditación– y dice que hay críticas que le parecen totalmente injustas. La del CAE es una de ellas, porque esas decisiones respondían “a un tiempo y a un contexto”. “Cada momento histórico tiene su desafío, entonces la idea era que ningún joven quedara afuera por la cuna en que nació”, ha señalado. Por eso está concentrado en el presente y en el provechoso peso que tiene la Nueva Mayoría en ambas cámaras. “Mis ideas están focalizadas en lo que viene: dar un paso adelante en la gratuidad. Ampliar acceso, mejorar calidad y pasar desde un sistema de apoyo a la demanda al financiamiento a la oferta, concentrado en jóvenes de menores ingresos… Lo importante es marcar un rumbo para 2016”, comenta.

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