Ambos tienen 17 años y pese a no tener antecedentes penales estuvieron ocho días en un centro del Sename. El magistrado a cargo de su control de detención desestimó los certificados que demostraban que habían concurrido a un tratamiento médico en el hospital San José. Pero las pruebas eran tan contundentes que incluso la Fiscalía se allanó a la posición de la Defensoría ante la Corte de Apelaciones.
Un vuelco se produjo en el mediático caso de los detenidos frente al Servicio Médico Legal (SML) que Carabineros sindicó como los autores del asalto a una joyería del Centro de Santiago y de un posterior tiroteo en Avenida La Paz, que tuvo gran cobertura en los noticieros de televisión.
Según informó la Defensoría Penal Pública, al día siguiente, en la audiencia de control de la detención, el defensor público juvenil Francisco Concha mostró certificados del Liceo de Tiltil y del Hospital San José que acreditaban que sus defendidos individualizados con las inicales C.S.S. y y F.O.O., ambos de 17 años, estaban en el recinto asistencial a la hora del atraco ya que uno de ellos cumplía una de varias sesiones de kinesioterapia por una rotura de ligamentos, mientras que el otro simplemente lo acompañaba.
Sin embargo, para sorpresa de los asistentes, el juez suplente Cristián Ramírez que tomó la audiencia, resolvió privar de libertad a los dos menores que no tenían antecedentes penales dejándolos en internación provisoria en un recinto del Sename. El magistrado dudó de los documentos presentados por la defensa porque no tenían «timbres», aunque en el caso del Liceo –tal como se lo informó el defensor-, el profesor jefe que emitió el documento estaba presente en la sala.
Los jóvenes debieron pasar ocho días recluidos hasta que la Corte de Apelaciones vio la apelación de la defensa, a la que dado el peso de los antecedentes, la fiscalía se allanó. En la audiencia el propio fiscal Claudio Peña solicitó la revocación de la internación provisoria, para conmutarla por arresto domiciliario nocturno. Con eso se cumplía lo que los imputados más deseaban que era volver a sus casas y a clases, así es que la defensa aceptó.
La persecución del auto Chevrolet Sail rojo en que huían los asaltantes de una joyería en el Centro de Santiago culminó con máxima publicidad ya que cuando el móvil se detuvo frente al Servicio Médico Legal (SML) había numerosos periodistas y camarógrafos por el nuevo peritaje a los restos del cantante Gervasio. A pesar de que al detenerse el móvil, sus tres ocupantes bajaron corriendo y se confundieron entre la gente, Carabineros aseguró haber detenido a los tres ocupantes.
La TV mostró a dos de los detenidos inmovilizados en el suelo, que según los uniformados, fueron interceptados cuando huían. No les creyeron cuando dijeron que eran alumnos del Liceo de Titil y sólo iban pasando por el SML a tomar el bus de vuelta a su pueblo después de participar en una sesión más de kinesioterapia. Trataron de exhibir el certificado que les dio la kinesióloga para mostrarlo en el liceo, pero les fue arrebatado y quedó perdido y arrugado en el suelo de las inmediaciones del SML.
El certificado del Liceo de Tiltil presentado por la defensa al juez Cristián Ramírez acreditaba que F.O.O. salió del establecimiento cerca de las 9:00 del miércoles 9 de septiembre para continuar su tratamiento de kinesioterapia por la rotura de ligamentos que sufrió jugando fútbol. El defensor señaló que el profesor jefe Abraham Castro explicó que dado que la madre del joven no podía ir con él para ayudarlo en sus dificultades para caminar, se autorizó a su compañero C.S.S. a acompañarlo. Tomaron el bus Tiltil-Santiago cuyo terminal está en Avenida La Paz, cerca del SML, y llegaron puntualmente a la 11:30, hora fijada para el tratamiento. El segundo certificado fue emitido por la kinesióloga del Hospital San José América Meza, donde acredita que los jóvenes estuvieron en la sala de terapia entre las 11:30 y las 12:20 horas.
El defensor Francisco Concha planteó en la audiencia de formalización que estos eran hechos objetivos que acreditaban la inocencia de sus defendidos, ya que si el asalto fue a las 12:30 ellos no podían haber estado a esa hora en la joyería de calle San Pablo. Por la contraparte, agregó, existe una claro error policial. Afirmó que en la confusión de la huida en el SML detuvieron a las personas equivocadas, ya que de hecho nadie vio a los jóvenes bajar del auto que era perseguido por carabineros. Añadió que de las dos víctimas de la joyería, una no reconoció a ninguno de los imputados, y la otra sólo reconoció a uno de los imputados, en un reconocimiento fotográfico –aseguró- que no cumplió los estándares mínimos de idoneidad.
El juez Ramírez negó credibilidad a los certificados ya que si bien tenían el logo de las instituciones y estaban firmados, no tenían timbres, según fundamentó. Consideró además que en los diez minutos podrían trasladarse del Hospital San José a la joyería de San pablo para asaltarla. Con ese razonamiento decretó la internación provisoria.
No obstante el fallo del juez de garantía, las pruebas de la defensa hicieron surgir dudas en la propia fiscalía sobre la culpabilidad de los escolares de Tiltil. Estas se vieron confirmadas cuando se tuvo acceso a los videos del Hospital San José que revelaron que los jóvenes salieron del recinto a las 12:28 en lenta caminata.
De este modo, la fiscalía se allanó a la apelación de la defensa que pidió a la Corte de Apelaciones revocar la internación provisoria de los imputados. El fiscal Claudio Peña solicitó en su lugar arresto domiciliario nocturno a lo que se allanó la defensa y así fue decretado por la Corte. Los jóvenes, que pasaron 8 días recluidos en un recinto del Sename, ese mismo día pudieron volver a su casa a Tiltil y al día siguiente este lunes, después de Fiestas patrias, se reintegraron a clases.
La defensa particular del tercer imputado, José Santos Torres (39), también solicitó la revocación de la prisión preventiva, pero la Corte confirmó la medida cautelar. [Actualizada]