La supuesta víctima tiene siete años de edad. El imputado se defiende: » Yo y mi familia hemos enfrentado con entereza una grave e injusta imputación, que ha significado un duro calvario».
El Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago formalizó hace algunos días a un abogado a quien se le imputa haber abusado sexualmente de un escolar de siete años, quien fue compañero de su hijo en el Colegio del Verbo Divino.
Según informó el diario El Mercurio, se trata de Juan Cristóbal Schmidt Canessa, quien se desempeña en el estudio de abogados Barros & Errázuriz, y quien quedó con firma bimensual y con prohibición de acercarse al menor.
El juez Rodrigo Carrasco fijó un plazo de 180 días para investigar el caso, que quedó al descubierto tras la denuncia que presentó el rector del establecimiento, el sacerdote Armando Schnydrig, y a la que se allegó la de los padres del niño, quien en la actualidad tiene ya 10 años de edad.
Los hechos se habrían producido en el contexto de la amistad que mantenía la familia del pequeño con la del imputado, quienes no sólo compartían actividades relacionadas con el colegio, sino que también en otras de carácter social.
Los padres del pequeño aseguran que en 2012 éste comenzó a presentar cambios de conducta y que finalmente apuntó a Schmidt como el autor de abusos en su contra. Por ello, el fiscal Francisco Lanas ordenó varias pericias para evaluar la credibilidad del relato del menor, entre ellas un informe del Centro de Atención a Víctimas de Abusos Sexuales e la PDI (Cavas), el que concluye que si bien el menor «no entrega un relato que dé cuenta de acciones de transgresión sexual en su contra», sí evidencia una «posible dinámica de silenciamiento, así como sentimientos de angustia y reiterados intentos de restricción de información durante la evaluación».
La defensa ordenó otros peritajes en lo que se se advierte que el menor no entrega las características del imputado, lo que les permitiría concluir que quien habría solicitado vulnerar su integridad es una persona completamente distinta al abogado.
Juan Cristóbal Schmidt alega inocencia. Anoche declaró que «desde hace más de tres años, yo y mi familia hemos enfrentado con entereza una grave e injusta imputación, que ha significado un duro calvario en el largo proceso de acreditar mi completa y total inocencia».
«Confío en que un debido proceso, con la intervención de jueces y de los antecedentes que demuestran mi inocencia, harán posible que finalmente surja la verdad y se dé término a esta brutal injusticia», agregó.
Finalmente, se mostró confiado en que «cuando ello ocurra» quienes presentaron la denuncia «logren dimensionar el enorme daño que ella ha causado a personas inocentes», concluyó.
El profesional también recibió el respaldo de su propio bufete, que en un comunicado señaló que desde que se integró a éste el año 2001 «ha tenido un comportamiento personal y un desempeño profesional íntegros». Y concluyó: «Estimamos que la grave imputación formulada deberá ser aclarada con la mayor profundidad, profesionalismo e imparcialidad, para que se establezca la verdad y ella pueda traer paz no solo a su familia, a la que conocemos y apreciamos, sino también a la familia denunciante, cuya incertidumbre y angustia también entendemos como abogados y padres y madres de familia».
