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Bachelet y su duro análisis a la crisis política: “Es universal y tenemos que replantearnos todo” Dice que los partidos no están dando respuestas a las demandas de la gente

Bachelet y su duro análisis a la crisis política: “Es universal y tenemos que replantearnos todo”

“Las élites latinoamericanas tienen que remirarse, recuestionarse qué estamos haciendo y reinventarse para seguir jugando el rol que corresponde a los partidos políticos, la única organización que puede ofrecer a una nación una idea colectiva. Necesitamos una política cercana, limpia, transparente, preocupada por las personas”, explica la Mandataria.


La Presidenta Michelle Bachelet realiza un duro análisis de la crisis política que afecta al país y al mundo, afirmando que la democracia representativa ya no está dando respuestas por sí sola los anhelos de la gente que quiere ser parte constructora de una sociedad y sostiene que, por tal motivo, los partidos tienen que replantearse todo.

En una entrevista con el diario El País de España, la Mandataria explica que “tengo la impresión de que la crisis de la política es universal. En Europa pasa lo mismo. Los partidos tenemos que replantearnos todo”.

Y agrega que “la democracia representativa por sí sola ya no da respuesta a los anhelos de la gente de ser parte constructora de la sociedad. Por eso nosotros en Chile estamos haciendo un proyecto constituyente desde abajo hacia arriba”.

Respecto a si se puede gobernar con una valoración tan baja en las encuestas, la jefa de Estado explica que lo primero que hay que hacer es cumplir con los compromisos que se han tomado y “mirar cómo restablecer confianza. La desconfianza es con la política, pero también con el mundo empresarial, con las instituciones religiosas”.

En ese sentido, sostiene que existe un cuestionamiento a la élite, por lo que “las élites latinoamericanas tienen que remirarse, recuestionarse qué estamos haciendo y reinventarse para seguir jugando el rol que corresponde a los partidos políticos, la única organización que puede ofrecer a una nación una idea colectiva. Necesitamos una política cercana, limpia, transparente, preocupada por las personas”.

Bachelet, asimismo, analizó el giro que ha hecho la región hacia el liberalismo, señalando que “nosotros respetamos las decisiones de cada país. Chile siempre ha creído en el libre comercio, lo hemos defendido con fuerza. Muchos países con presidentes de izquierdas nos pidieron en el pasado apoyo para hacer tratados de libre comercio, para ver nuestra experiencia, trabajamos con muchos de ellos. Siempre explicamos por qué para Chile esto ha sido positivo y no negativo”.

También rechaza los cuestionamientos que se hacen en Latinoamérica, EE.UU. y el mundo respecto a que el libre comercio ha traído una baja en los salarios, más desigualdad y menos derechos para los trabajadores.

Sobre ese tema, menciona que “no es real. Al menos no para Chile. Hay tratados y tratados. Nosotros hemos firmado algunos que nos exigen mucho en términos de estándares laborales o medioambientales. Para Chile implicó mejorar, por ejemplo para entrar en la OCDE, en temas también de paraísos fiscales”.

Respecto a la idea de la izquierda en cuanto a que la globalización está generando más desigualdad, la Mandataria sostiene que “no la rechazo. Detrás del Brexit y del éxito de Donald Trump hay algo claro, y esto es más viejo que el hilo negro, lo hemos sabido siempre: la globalización ha incrementado las desigualdades. Pero la globalización es un hecho, no va a desaparecer porque no me guste. Estamos conectados por todos lados. Tenemos desafíos enormes que no podemos resolver solos los países”.

En ese contexto, precisa que “una de las conclusiones que sacamos del Brexit y del ascenso de Trump es que tenemos que introducir políticas para que lo que traen de positivo los acuerdos de libre comercio resulten en una prosperidad compartida, que se puedan generar políticas de inclusión, que la gente no quede fuera de los éxitos. ¿Quién vota por Brexit? Mayores de 50 años, zonas rurales con peor educación, gente cuyas fábricas no pudieron competir por la globalización y tuvieron que cerrar. Este es un llamado de atención para que el libre comercio se use para políticas de desarrollo y para no dejar a nadie fuera del progreso”.

Además,responde a la interrogante de si la izquierda latinoamericana tiene futuro en un ambiente de giro liberal, afirmando que “la lucha por la justicia social, por sociedades más integradas, más solidarias, más justas, siempre tiene sentido y va a encontrar su lugar”.

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