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Simce 2015 de Escritura: cerca de la mitad de los estudiantes no logra desarrollar sus ideas Resultados educativos revelan considerable brecha de género

Simce 2015 de Escritura: cerca de la mitad de los estudiantes no logra desarrollar sus ideas

Resultados a favor de las mujeres en todos los criterios evaluados y en todos los grupos socioeconómicos (GSE) revelan un comportamiento preocupante de los hombres en las evaluaciones asociadas a Lenguaje, tanto en lectura como en escritura.


La subsecretaria de Educación, Valentina Quiroga, y el secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación, Carlos Henríquez, dieron a conocer hoy los resultados educativos 2015 de la prueba de Escritura.

En ese entonces, la autoridad ministerial destacó que “si bien como país hemos logrado avanzar en acortar brechas en 6° básico, tanto en Matemática como en Ciencias Naturales, tenemos una deuda en cuanto a la brecha de género que existe a favor de las mujeres y en contra de los hombres en Lectura y Escritura”.

Las mujeres, según los resultados, obtienen cuatro puntos más en la evaluación de Escritura, la que tiene una escala diferente que el resto de las evaluaciones Simce, por lo que, equiparando las escalas, daría una diferencia aproximada de 20 puntos respecto a los hombres.

Para Carlos Henríquez, una de las características centrales de los resultados de Escritura es que la brecha de género sobrepasa a la brecha por grupo socioeconómico: “Históricamente en Chile los estudiantes que pertenecen a un grupo socioeconómico más acomodado tienen mejores resultados educativos, tema que en Escritura y Lectura no se repite”, explicó, agregando que “a modo de ejemplo, en Coherencia, uno de los criterios evaluados, los hombres del grupo alto obtienen resultados cercanos a las mujeres del grupo medio, los hombres del grupo medio-alto obtienen resultados semejantes a las mujeres del grupo medio-bajo y, por último, los hombres del grupo medio obtienen resultados inferiores a las mujeres del grupo bajo”, subrayó.

Por otra parte, si bien la brecha entre el grupo socioeconómico bajo y el alto es significativa (7 puntos o 35 en escala Simce), es menor que en otras pruebas, por ejemplo, en Lectura, que es un 30% mayor.

Cabe mencionar que en la prueba se evaluaron dos tipos de textos según el propósito que tienen, los narrativos y los informativos, a través de cuatro criterios distintos (propósito comunicativo, el para qué se escribe un texto, organización textual, la organización global del texto, lo que permite organizar las ideas, la coherencia, lo que hace que un texto se comprenda y el desarrollo de ideas, que corresponde a la profundidad y el detalle de la información que se entrega en el texto).

Ante esto, los estudiantes obtuvieron mejores resultados al narrar (escribir un cuento) que al informar (escribir un artículo sobre su actividad escolar): “Es importante hoy reforzar el trabajo con otros tipos de textos que vayan más allá de lo narrativo, que permitan a nuestros alumnos desplegar otros talentos para responder a las exigencias de otros textos”, afirmó Henríquez, agregando que “debemos recalcar que la mayoría de los estudiantes logran cumplir en habilidades como el propósito comunicativo u organización textual, sin embargo, en otras, como coherencia o desarrollo de ideas, cerca de la mitad de los estudiantes no lo logra”.

Y, en efecto, el 80% de los estudiantes (en textos narrativos) y el 74% (en informativos) logran cumplir con el Propósito Comunicativo, mientras que el 53% (en narrativos) y el 47% (en informativos) lo hacen con una Organización Textual clara y completa. Por otra parte, en Coherencia, prácticamente un tercio (33% en informativos y un 34% en narrativos) de los estudiantes generan escritos difíciles de comprender para el lector; y en  Desarrollo de Ideas, un 29% (en informativo) y un 30% (en narrativo) solo desarrolla sus ideas de manera general, a lo que se suma un 15% en ambos tipos de textos que sencillamente no logran desarrollar sus ideas, es decir, solo enuncian o enumeran.

El secretario ejecutivo aludió a ciertos factores positivos asociados al desarrollo de esta habilidad. “Hay una serie de medidas en que los establecimientos educacionales pueden marcar la diferencia y que generan condiciones favorables para el aprendizaje de la escritura”, donde destacó en primera instancia a la retroalimentación docente, en que los estudiantes desarrollan sus habilidades de escritura cuando, basados en la retroalimentación del docente, revisan y reescriben sus textos para mejorarlos.

Por otra parte. añadió que para que los estudiantes se sientan motivados por la escritura es esencial que los docentes muestren interés por los textos de los alumnos y los refuercen positivamente. Un buen clima escolar también se genera cuando los estudiantes tienen una autopercepción favorable de su desempeño, explicó Henríquez.

Finalmente, también consideró que un buen trabajo en el área de escritura implica la instauración de iniciativas que vuelvan a esta una práctica cotidiana, necesaria, valorada y transversal, más allá de la asignatura particular de Lenguaje y Comunicación.

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