Quien fuera académico por casi 20 años de la institución, señaló que «el PC pecó de querer hacer militar a las instituciones» y que a raíz de eso se expulsaron profesores que pensaban distinto, se empobreció la calidad del mensaje educativo, progresivamente bajó la matrícula y con ello la posibilidad de autofinanciarse.
«Es una noticia digna de lamentar. En su comienzo era un gran proyecto académico porque era una universidad pensada para ser crítica, pero crítica responsable», afirmó sobre el cierre de la Universidad Arcis Gabriel Salazar, quien fue académico de la institución por casi 20 años.
Para él, era previsible el desenlace debido a las «tendencias corrosivas» que se dieron al interior de la casa de estudios.
Cree que en una primera instancia hubo una ambición institucional de expandirse por todo Chile, lo que provocó que se expandieran los gastos también. Por ello explica que desde el año 2000 en adelante el presupuesto se desequilibrara.
Sin embargo, afirma que a los primeros síntomas de esta crisis se introdujeron cambios con la entrada de posiciones «personalistas absurdas» en el caso de Max Marambio y las «casi sectáreas» del Partido Comunista, lo que Salazar calificó como «una manera de administrar más corrosiva que la anterior».
«Son evidentemente responsables en buena parte de lo que ha ocurrido. Se podía resolver (el problema económico) con una política de racionalización sana», dijo a CNN.
«Esto profundizó la crisis, terminaron despidiendo muchos docentes, incluso a mí cuando en el 2006 advertí que esto pasaría (…) Es muy lamentable porque el proyecto académico era muy valioso y eso es lo que mantiene a los alumnos con esa lealtad por el proyecto institucional», aseguró el ex docente de la casa de estudios.
Salazar acusa que «la tendencia de algunos partidos políticos de controlar ciertas instituciones, de hacerlas militar es un sentido absurdo de la construcción de poder. Creo que en eso pecó el Partido Comunista (…) Mantener un unitelarismo dogmático me parece fuera de tiesto».
Asegura que desde que arribó el Partido Comunista a la Arcis, se expulsaron a los profesores que pensaban distinto y eso fue empobreciendo la calidad el mensaje que se entregaba a la Universidad. «Es un hecho la cantidad de profesores que tuvieron que irse, hubo un deterioro y eso se tradujo en una caída de la matrícula y de ahí (la universidad) perdió la posibilidad de autofinanciarse», afirmó Gabriel Salazar.
