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Periodista noruego que investiga caso SQM: «Se ha creado un sistema donde es imposible competir en política sin el apoyo de la elite empresarial» Eirik Vold ha escrito dos libros sobre América Latina y Wikileaks

Periodista noruego que investiga caso SQM: «Se ha creado un sistema donde es imposible competir en política sin el apoyo de la elite empresarial»

El destacado escritor, especializado en temas geopolíticos, está trabajando en un libro sobre la judicialización de la política en América Latina, centrándose en lo que, a su parecer, es un «sesgo por parte de la Fiscalía». Como ejemplo, Vold cita el caso del fiscal a cargo del caso SQM, Pablo Gómez, cuyo nombramiento le parece insólito. “Lo que es llamativo desde afuera, y quizás aquí lo ven como normal, es el hecho de tener un personaje como el fiscal Gómez, que tiene un pasado ligado al partido UDI, al pinochetismo, que no necesariamente lo hace un mal fiscal, pero en este caso, un fiscal con un pasado ligado a un partido del pinochetismo y es… ¡el fiscal que está acusando a un político que es, a su vez, hijo de un líder político que fue asesinado precisamente por la dictadura, del cual este fiscal reivindica varias cosas!”, critica el noruego.


Eirik Vold, destacado periodista y escritor noruego, enfocado en temas geopolíticos y autor de dos libros sobre América Latina y Wikileaks, visitó brevemente Chile esta semana. ¿Su objetivo? Recopilar información para su próximo libro, cuyo tema es la judicialización de la política en América Latina y los posibles sesgos de la Fiscalía al investigar casos de corrupción.

Sobre este último punto, la situación de Chile le llamó “profundamente” la atención. Vold ha seguido paso a paso los avances en el caso SQM y, en Santiago, se juntó con María Olivia Mönckeberg, autora de “La máquina para defraudar: los casos Penta y Soquimich”, Mauricio Daza, abogado de Ciudadano Inteligente, y otras fuentes cuyos nombres se reserva.  Tras conversar con ellos, plantea varias críticas relacionadas al caso SQM, en especial, contra quien lleva el caso: el fiscal regional de Valparaíso, Pablo Gómez.

“Lo que llama la atención es que después de una primera fase, de una investigación agresiva en el sentido positivo de la palabra, en SQM, cambian a los fiscales, cambian a varios fiscales, y los que cambian son los de Penta, que sacan a Arias, a Norambuena y a Gajardo, en fin, colocan en el caso SQM a un personaje muy interesante que es el fiscal Pablo Gómez, que según Daza es un abogado que no tiene experiencia en lo que son casos de corrupción complejos  bajo ninguna circunstancia, según lo dicen varios expertos. Además, no trabaja en esta zona, sino que trabaja en Valparaíso, y no es evidente por qué lo colocan a él en el caso SQM”, dijo en entrevista con El Mostrador.

 -Has escrito dos libros sobre América Latina y Wikileaks. ¿En qué estás trabajando ahora?

–Estoy trabajando en un libro sobre la judicialización de la política en los países de América del Sur.

-¿Incluyendo Chile?

-Claro que sí.  Por ahora es un libro sobre Chile, en la era post Pinochet, que tiene que ver con el funcionamiento de la justicia y los efectos políticos de ese funcionamiento, donde hay varias cosas que llaman la atención.

-¿Cómo cuáles?

-Bueno, ahora tenemos una investigación de corrupción que parecería ser algo así como una especie de Java Lato chileno. Y dentro de ese proceso, que parece ser un proceso que ayuda a Chile a avanzar, a dejar atrás la época del silencio, la época de la no investigación agresiva contra los poderes del Estado, hay algo que pareciera ser un funcionamiento, hasta cierto punto, sesgado por parte de algunas parte de la Fiscalía que, al parecer, tiene que ver con un residuo del pinochetismo o de la herencia del pinochetismo dentro del aparato judicial.

-¿Ese es el único eje de tu investigación?

-No. También hay otro eje central de la investigación, el cual es el trato hacia los pueblos indígenas, donde Chile destaca en el contexto latinoamericano por utilizar una ley antiterrorista contra la lucha política de los pueblos indígenas, particularmente los mapuche, que es algo llamativo, porque es una ley de la era pinochetista y es una ley donde, si bien ha habido, siendo objetivos, indudablemente acciones que en cualquier país serían prohibidas… pero el hecho de utilizar una ley antiterrorista como si fuera el Estado Islámico, es algo llamativo y es algo destacado.

-Con respecto al supuesto sesgo de la Fiscalía, me imagino que sabes que en Chile no solo algunos políticos de izquierda han sido imputados o formalizados, sino también políticos de derecha. ¿Tú dices que el sesgo sería no perseguir con el mismo ímpetu a estos últimos?

-Ha habido gente formalizada en todos los campos, pero hay un caso en particular. A ver, vayamos por parte. Hoy estuve hablando con Mauricio Daza, experto en este tema, y él cuenta, y mucha gente va a contar lo mismo, que SQM ha sido una forma… en EE.UU. lo llamarían Full-spectrum dominance, cuando tú entiendes que, como poder, SQM, siendo un herencia del pinochetismo, una empresa saqueada durante la época de Pinochet, privatizada de una forma poco transparente, esa empresa, ¿cómo es posible que haya sobrevivido sin mayor, digamos, acción por parte del Estado después de la democracia, sino que ha mejorado su posición? En uno de los primeros gobiernos de la Concertación, mejoró su condición y en vez de investigar, en vez de ponerle un cierto freno a esa empresa, lo que hizo fue mejorar sus condiciones. Lo anterior ha sido posible mediante el financiamiento de los políticos, un financiamiento en que tú entiendes que no basta con que financies a la derecha porque ellos no son los que te van a tocar tus intereses, sino que financias a las izquierdas y la centroizquierda, que es la Nueva Mayoría, porque son los que potencialmente, ideológicamente, podrían estar dispuestos, más propensos a nacionalizar o de alguna forma legislar de manera que toque tus intereses. Entonces, es un ejercicio de poder, medio omnipresente y se ha creado un sistema donde es imposible competir en la política chilena sin tener el apoyo de esta elite empresarial.

-¿Te llamó la atención el cambio de los fiscales en el caso SQM?

-Lo que llama la atención es que después de una primera fase, de una investigación agresiva en el sentido positivo de la palabra, en SQM, cambian a los fiscales, cambian a varios fiscales, y los que cambian son los de Penta, que sacan a Arias, a Norambuena y a Gajardo, en fin, colocan en el caso SQM a un personaje muy interesante que es el fiscal Pablo Gómez, que según Daza es un abogado que no tiene experiencia en lo que son casos de corrupción complejos, bajo ninguna circunstancia según lo dicen varios expertos. Además, no trabaja en esta zona, sino que trabaja en Valparaíso, y no es evidente por qué lo colocan a él en el caso SQM.

-¿Habría un sesgo?

-Lo meten a él en el caso SQM, ¿y qué sucede? Investiga supuestamente a Sebastián Piñera, pero cuando lo interroga sale después a decir que se tomó un tecito y que estuvo exquisito, es decir, el fiscal además fue el esposo de una ex ministra del gobierno de Piñera. Pero hay otro dato que es más llamativo todavía, porque resulta que el único candidato presidencial que fue formalizado es ME-O, y en el caso de él, las declaraciones a la prensa por parte del fiscal han sido completamente de un tono diferente, y sin entrar para nada en la culpabilidad o no del candidato Ominami, de que si hay o no elementos para que sea condenado, lo que es llamativo desde afuera, y quizás aquí lo ven como normal, es el hecho de tener un personaje como el fiscal Gómez, que tiene un pasado ligado al partido UDI, al pinochetismo, que no necesariamente lo hace un mal fiscal, pero en este caso, un fiscal con un pasado ligado a un partido del pinochetismo es… ¡el fiscal que está acusando a un político que es hijo de un líder político que fue asesinado precisamente por la dictadura, del cual este fiscal reivindica varias cosas! Para mí, es insólito. El hecho es que en cualquier país normal un fiscal con ese perfil político no estaría jamás siendo escogido para investigar a un personaje con el pasado que tiene el candidato Ominami; eso en sí constituye una cosa extremadamente llamativa para el público internacional.

-¿Cuándo apareció en tu radar el fiscal Pablo Gómez?

-El apareció en mi radar primero, no en este caso, sino cuando investigaba el tema de los mapuche, y ahí él da una declaración a la prensa que también es muy llamativa, porque hay un caso de una acción violenta contra un fiscal y el fiscal sale y prácticamente amenaza a Amnistía Internacional con que ellos serían autores o serian investigados como posibles autores intelectuales del secuestro, por haber dado una información errada. Ahora, yo no soy de la opinión de que las organizaciones de DD.HH. sean necesariamente infalibles, que sus palabras sean santas, pero sí lo que es muy insólito es que un fiscal diga que una organización de DD.HH. tenga o pueda tener responsabilidad penal por una acción cometida por un tercero, por haber dado una información presuntamente errada; eso es algo que yo jamás lo he visto, y he investigado países donde ha habido conflictos muy fuertes, pero que alguien haya dicho, que un fiscal haya insinuado que tengan responsabilidad penal por una acción violenta cometida por otra gente es algo insólito.

-En tu breve visita a Chile, ¿con quiénes te reuniste?

-Me reuní con María Olivia Mönckeberg, varios abogados, otros periodistas y con Mauricio Daza. Pero quería decirte que lo que sí me llama la atención es que, dado que dentro de ese contexto de lo que yo llamaría un proceso positivo, donde muchos fiscales están haciendo un gran trabajo, que en parte gracias a ellos se ha puesto, se ha generado un debate público, creo que por primera vez en la época post Pinochet se ha dado un debate así, tan grande, tan amplio, sobre el rol del poder económico dentro de la política, que es un logro grande. Sin embargo, en ese mismo contexto, ya que hay cuestionamientos a la Fiscalía tanto por lo que parece ser un trato desigual, lo que parece ser un nombramiento extraño de algunos fiscales, parece haber una voluntad por parte de ese fiscal de tratar de cerrar el caso lo antes posible, me refiero al fiscal Gómez. De alguna forma, a partir del nombramiento, el caso ha tenido como una especie de forma de curva, donde hay un auge y ahora está en pleno declive, dado que hay cuestionamientos tan fuertes desde varias fuentes, sobre la actuación de partes de la Fiscalía. Destaco, en todo caso, que he hecho mi obligación como periodista de darle el derecho a la réplica a varios fiscales, pero han declinado hablar del tema.

-¿Por qué crees que el fiscal Gómez no quiso hablar contigo?

– Mira, es llamativo porque el fiscal Gómez ha dado bastantes declaraciones a la prensa, donde se evidencia claramente el juicio de valor en cuanto a varios de los candidatos presidenciales. Pero volviendo a tu pregunta, por supuesto que el fiscal no está obligado a hablar con la prensa, pero es extraño que habiendo dado esas declaraciones con contenido que interviene claramente en la política en una época electoral, haya declinado la invitación.

-Antes de esta entrevista me habías adelantado que tenías una información relevante en cuanto a política internacional; algo que habías obtenido de los documentos de Wikileaks.

-Sí, tiene que ver con uno de los casos que me hizo interesarme por el rol del poder judicial en la política: me refiero al golpe militar en Honduras en 2009. Allí descubrí hace poquito un cable que va a cambiar la historia de cómo entender el golpe militar en Honduras, a través de los cables Wikileaks, que es una noticia que no ha salido en la luz pública en ninguna parte.

-¿De qué se trata?

-Hay un cable escrito por el embajador de EE.UU en Honduras, cinco días antes del golpe, donde Hugo Llorens cuenta y utiliza la palabra “manipular”, dice “como Manuel Zelaya no es un personaje motivado por la ideología sino por su personalidad, lo podemos manipular” y luego agrega, da ejemplos de “cómo manipularlo”; dice, por ejemplo, “logramos convencerlo a que aceptara el nombramiento de la corte suprema de justicia actual y del fiscal general actual”. En ese cable dice explícitamente que, gracias a la presión ejercida por EE.UU., se lograron imponer esos nombramientos. 5 días después de ese cable, el mismo fiscal general es quien ordena una investigación contra el Presidente y es precisamente esa corte suprema que emite una orden de captura totalmente irregular contra el Presidente, que es el único soporte legal que tiene el golpe militar cuando los militares irrumpen en su vivienda y le confiscan sus teléfonos y lo deportan ilegalmente a otro país.  Esas dos instituciones motorizaron el golpe militar.

-Volviendo al tema anterior. ¿Identifica un problema serio en la labor de la Fiscalía en Chile?

-Chile tiene un sistema de independencia, la Fiscalía tiene independencia; sin embargo, es el poder político el que nombra al fiscal general, el fiscal general de aquí fue propuesto por la Presidenta, tiene que pasar por el Senado y eso es un problema global del funcionamiento de la Fiscalía o de instituciones equivalentes. En todo caso, ningún otro poder opera digamos totalmente aislado, no actúan totalmente aislado del ambiente ideológico de los poderes económicos; eso es un ideal, pero no es una realidad, es una meta hacia la cual se trabaja pero jamás va a ser una realidad. En Venezuela, por ejemplo, hay un gran problema con el funcionamiento de la justicia; en el caso de Argentina mucha gente dice que hay un sesgo evidente por parte del sistema judicial.

-Entonces, según tu tesis de la judicialización de la política, ¿qué diferencia al caso chileno de los otros países?

-Lo que diferencia el caso de Chile de otros países, es que en SQM hay una presencia de lazos atrás en el tiempo a la dictadura, eso creo que es algo que, digamos, diferencia al caso chileno de otros casos.

-Pasemos a Wikileaks, después de todo tú conoces en profundidad sus alcances e, incluso, entrevistaste presencialmente a Julian Assange. ¿Sigue tan vigente como antes la influencia de esta organización?

-El auge de Wikileaks fue con la publicación de los diarios de guerra de Afganistán y el cablegate que fueron los documentos de las embajadas de Estados Unidos en todo el mundo; ese fue el pico de importancia; sin embargo, de seguir vigente sigue vigente, lo que ha venido después ha sido quizás … ha habido revelaciones de EE.UU. en Siria, lanzamiento de documentos de Arabia Saudita, que no ha llamado tanto la atención en la prensa occidental, pero siguen siendo relevantes y además creo que uno de los roles más grandes de Wikileaks fue inspirar todas esas olas de alertadores y aquí abro paréntesis porque en español no hay un término equivalente a lo que en EE.UU. llaman whistleblowers…

-Aquí hablamos de informantes…

-Pero  como si tuviera una connotación negativa. Uno va preguntando cuál sería el equivalente y no hay. Como dices tú, se dice informante, se dice sapo, pero tienen connotación negativa y yo creo que eso dice algo sobre la mentalidad política en América Latina: la ausencia de una palabra positiva de alguien que desde dentro de una institución de poder alerta al mundo exterior sobre lo que está pasando y lo hace por razones éticas , y creo que lo que hizo Wikileaks fue de alguna manera inspirar a otros, porque Wikileaks no son alertadores en sí, sino que hicieron una plataforma para darle la posibilidad a la gente que quiera alertar sobre asuntos a que lo hagan de manera anónima, segura y que tengan un canal que pueda verificar la información y que tenga credibilidad y conexiones para hacer que esa información llegue a un público masivo.  Su actuación ha sido cuestionada, pero jamás se le ha visto una publicación falsa.

-Barack Obama dijo que Snowden no era un patriota. ¿Estás de acuerdo?

-No estoy de acuerdo. Snowden hizo un bien público, hizo saber a su población que el gobierno y la agencia de la National Security Agency actuaron en contravención de las leyes americanas en cuanto a lo que es el espionaje, contra sus propios ciudadanos. Lo que quizás la gente no sabe es que en EE.UU. un valor muy importante, quizás más importante que en Europa, es lo que concierne al derecho de los ciudadanos ante el Estado, las libertades individuales, y las limitaciones del poder del Estado por sobre los ciudadanos. EE.UU. tiene una tradición muy liberal, y la información que proporciona Snowden en ese sentido es algo que es muy importante para lo que es el alma de los EE.UU.

-Para ir cerrando lo que hablábamos antes, con respecto a la labor de la Fiscalía en Chile. ¿Estás al tanto que la Fiscalía necesita, en primera instancia, una querella del SII para poder actuar?

-Sí, y es muy complejo porque resulta que el SII es un órgano dependiente del gobierno de turno, de modo que no tiene la autonomía que sí tiene, formalmente, la Fiscalía, Por lo tanto, siendo que prácticamente el SII tiene algo así como una suerte de poder de veto en cuanto a la actuación de la Fiscalía, si el SII no da el visto bueno, si no plantea una querella, la Fiscalía no puede investigar ni tener acceso a los datos, y eso viene de una legislación, esa legislación no es algo evidente, no es obvio en otros países, que los casos de corrupción necesariamente necesiten de una orden, de una querella por parte de un órgano del gobierno. Eso es así por una legislación hecha por los mismos políticos que, de alguna manera, han sido beneficiados por esas platas políticas.

-¿Qué crees que le ha aportado el fenómeno de Wikileaks al periodismo?

-Ha sido un recurso fantástico, los periodistas debemos estar súper agradecidos de la existencia de Wikileaks. Algunos, incluso, hemos puestos nuestros nombres y cobrado nuestro salario a punta de revelaciones de Wikileaks. Debemos recordar, además, que hay una persona, que es Chelsea Manning, que estuvo presa en EE.UU. y que fue víctima según el relator de la ONU de trato cruel e inhumano en la cárcel, y todo eso para que nosotros tuviéramos acceso a la información.

-¿Pero no crees que no se ha aprovechado lo suficiente?

-Ha salido harto periodismo de calidad, pero ha habida una subutilización de esos documentos, ya sea por flojera , o porque el periodismo occidental está muy farandulero; o quizás puede ser por razones de sesgo político. Hoy no hay un conflicto en el mundo en el que los cables Wikileaks no tengan algo que decir. Me impactó cuando Assange dijo: “¿Cómo es posible que un puñado de jóvenes con sus computadores hayan descubierto más secretos de la potencia mundial más fuerte del mundo que todo el aparataje de la prensa en su conjunto?”. Eso te dice algo del resto de los medios, de la falta de capacidad o voluntad de efectuar un periodismo investigativo de calidad.

 

 

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