El intercambio de correos comenzó el 24 de enero de 2014, antes de que la parlamentaria asumiera como senadora en marzo de ese año. Luis Felipe Moncada, presidente de Asipes, le escribió para felicitarla por su elección, y también para recordarle la «buena recepción» que había tenido en distintos sectores de la industria. «Te sugiero que pidas formar parte de la Comisión de Pesca», le dijo, y a los dos meses ella ya había tomado el mando de esa instancia parlamentaria.
Esta semana Ciper reveló nuevos antecedentes sobre el lobby y las operaciones clandestinas que tramaron las pesqueras con algunos actores de la política para poder articular a su favor la polémica Ley de Pesca, más conocida como Ley Longueira.
Entre los parlamentarios cuestionados por sus estrechos nexos con la industria pesquera, se cuenta la senadora y presidenta de la UDI, Jacqueline Van Rysselberghe, que en enero de este año se dio a conocer que recibió instrucciones del entonces presidente de la Asociación de Industriales Pesqueros del Bío Bío (Asipes), Luis Felipe Moncada, cuando se tramitaba una ley que afectaba los intereses de las empresas.
Sin embargo, esta semana se publicaron nuevos correos que dejan en evidencia el pauteo de Asipes a la senadora y que por cierto, era una conducta habitual.
“Va a exponer (Hernán) Cortés, muy contrario a la Ley de Pesca, en la comisión que presides, por Fenaspar. ¿Podría tu secretaria pedir la presentación y todo lo que dejen y enviármelo después? Hay que pedirle sea discreta, que no diga es para enviármelo o a la ASIPES, para que no te acusen de coludida ni nada que se parezca. Abrazos”, consigna uno de los correos enviados por el empresario a la parlamentaria.
El intercambio de mails comenzó el 24 de enero de 2014, antes de que Van Rysselberghe asumiera como senadora en marzo de ese año. Moncada le escribió para felicitarla por su elección y planteó su punto:
“Los laborales (trabajadores de la industria) están muy contentos por la buena recepción que han tenido en ti. Asipes se lleva bastante bien en general con los dirigentes de la industria. Los artesanales seguramente también se te deben haber acercado. Te sugiero que pidas formar parte de la comisión de pesca. La importancia pesquera de la región (del Bío Bío) te da derecho”.
Dos meses después Jacqueline Van Rysselberghe tomaba el mando de la Comisión de Pesca. Entre ambos llegaron a tal punto de confianza y cercanía que en un correo fechado el 18 de noviembre de 2014, Moncada le responde a Andrés Couve (asesor DC, ex subsecretario de Pesca) cuando este le plantea asistir a la Comisión del Senado para defender a la industria en la tramitación del proyecto que permitió a los artesanales pescar jurel con línea de mano:
“Andrés: No he pensado en una audiencia, es JVR (Jacqueline Van Rysselbergue) la que habla con los otros senadores y los convence. Ya lo hizo con que se pusiera un tope en toneladas a la pesca con línea de mano, luego, que esas se incluyeran en la cuota. Veamos si aceptan una tercera arremetida”.
En el intercambio de correos, Moncada le indicó a la senadora lo que debía decir a los medios: “Veremos cómo armar la nota y te aviso. Hay que pedir al Comité Científico Técnico respectivo que informen cuanta jibia hay, si tiene sentido ponerle cuota siendo un depredador. Y decir que hoy para la sobrevivencia de plantas y barcos en la VIII es una materia prima esencial”.
Y con tal nivel de obediencia, Van Rysselberghe luego de finalizada la reunión con los dirigentes de los trabajadores, declaró: “Solicitaremos formalmente, a través de la Comisión de Pesca del Senado, que se haga un estudio para saber cuánta jibia hay. Este no es un pez, es un depredador que se come a otros peces que se explotan en nuestros mares. Por otro lado, pediremos que se busquen los mecanismos administrativos para mantener el fraccionamiento de la jibia con las cuotas que había mientras no exista un estudio al respecto. Con esto, buscamos mantener ambos sectores en armonía”.