No duda en considerar que todo el episodio del conflicto de la policía uniformada con el Ministerio Público y con el gobierno, hubo situaciones que se escapaban del control de La Moneda, como la declaración que sacó el general Gonzalo Blu, “que supongo fue autorizada por el director general, es una provocación, además que tiene problemas en el sentido de que Carabineros no puede estar diciéndole al Poder Judicial lo que tiene que hacer”. Dicho eso, el académico puso el foco en que en el manejo de esta crisis ha habido mucha improvisación y que “las formas han sido muy negativas, en el sentido de lo que debería ser una autoridad civil en control de la policía”.
Por más de dos horas este viernes 2 de febrero el Fiscal de Aysén, Carlos Palma, le tomó declaración al general director de Carabineros, Bruno Villalobos, por la arista “filtración” de la polémica y cuestionada «Operación Huracán». Un hecho con el que concluyó una de las semanas más tensas y complejas de la relación entre La Moneda y la polícía uniformada, que se inició con la decisión del ministerio público de cerrar la investigación por presunta manipulación de pruebas, continuó con el reclamo público a dicha decisión por parte del general, Gonzalo Blu, y siguió con la errática decisión del jerarca de la policia de irse de vacaciones por un mes a Miami, razón por la cual el Ministerio del Interior resolvió indicarle -públicamente- que suspendiera su descanso y regresara al país, dada la crisis que se había instalado entre esa institución y el Ministerio Público. Para el académico y analista político, Claudio Fuentes, es innnegable que todo este episodio de la Operación Huracán “ha marcado negativamente” la agenda de cierre de la administración de Michelle Bachelet. “Esta administración queda atrapada en esta situación donde, a mi juicio, se refleja por una parte una gran debilidad institucional respecto de la persecución de delitos y, adicionalmente, una gran incógnita respecto del vínculo entre el Gobierno y Carabineros”, precisó.
-A pesar de la presión pública ¿La decisión de mantener a Bruno Villalobos no recuerda otros momentos donde también hubo problemas para tomar decisiones difíciles?
-En el caso de (Rodrogo) Peñailillo se trataba de alguien de confianza y de su equipo cercano, en este caso no es alguien tan cercano, no es un actor político. Sin embargo, yo creo que, primero, plantea grandes dudas respecto de cómo se han enfrentado los delitos vinculados a la violencia en La Araucanía y, abre la sospecha de si hay montaje. Segundo, cómo funciona la inteligencia a nivel nacional y tercero, cómo se coordinan instancias que son súper relevantes, el Ministerio Público, Carabineros e Investigaciones, que ha sido como un ejemplo paradigmático del mal funcionamiento en la persecución de delitos.
-¿Cree que el manejo de esta crisis ha sido particularmente deficiente?
-Creo que sí, acá se ha actuado con bastante improvisación, pero no sé si todo es responsabilidad del Ejecutivo. Hay situaciones que escapan de su control, como por ejemplo la presión de Carabineros, la declaración que sacó el general Blu, que supongo fue autorizada por el director general, es una provocación, además que tiene problemas en el sentido de que Carabineros no puede estar diciéndole al Poder Judicial lo que tiene que hacer. Hay una serie de problemas que escapan la suerte del Ejecutivo. Efectivamente son muy malas señales políticas que Villalobos se haya ido de vacaciones, el que se hayan reunido en La Moneda ¡como que si nada estuviera pasando!, dándole el apoyo a Carabineros. En fin, las formas han sido muy negativas, en el sentido de lo que debería ser una autoridad civil en control de la policía.
– ¿Ha sido desleal Villalobos con la administración de Bachelet?
–Yo no sé si desleal, pero sí creo que Villalobos ha actuado protegiendo a su círculo más cercano, es evidente que está protegiendo el interés de algún grupo dentro de Carabineros y eso, ha afectado al Gobierno. Además, hay que recordar que todo lo que tiene que ver con la forma en que el pacogate se ha desenvuelto, todo su círculo cercano ha estado vinculado a las decisiones respecto de la Operación Huracán, el inspector general, el encargado de inteligencia son funcionarios de su confianza, él los propuso para los ascensos, su alto mando está organizado por él, que también es de su confianza, por lo tanto yo creo que acá toda la responsabilidad recae en el directo general.
-¿Con qué margen de acción política se queda Bachelet tras la permanencia de Villalobos?
-La apuesta del gobierno fue que el peso de la prueba se constituyera en la decisión, es decir, si se comprueba que hubo una implantación de pruebas por parte de carabineros, van a caer los que resulten responsables, esa es la estrategia por la que se optó, apoyar la versión de Carabineros. Creo que acá hay un efecto donde inicialmente el subsecretario (Mahmud) Aleuy confió en la versión de Carabineros, quedó atrapado en esa versión y hoy no tiene mucho margen de acción.
-¿Cómo evalúa el rol de subsecretario Aleuy?
-Aquí hay mucha información interna que uno no sabe acerca de como se ha desenvuelto la toma de decisiones, lo que sabemos son solo los efectos. Creo que Aleuy, en una primera etapa, confió en la información que le entregó Carabineros para tomar la decisión respecto de la Operación Huracán; luego, cuando Villalobos se va a Miami, lo manda a llamar y ahí creo que hay un intento de tratar de buscar un equilibrio en lo que es el control civil sobre la policía. Sin embargo, en general, el problema es que el Gobierno confió en una institución y hoy, quiéranlo o no, está muy cuestionada la situación de la Operación Huracán. Si se llega a comprobar que hay una falta en Carabineros, no solo será un daño político para ellos, sino para las autoridades que se están yendo.
-¿Cómo interpreta la salida de vacaciones de Villalobos a Miami?
-Lo que se informó en la prensa es que el gobierno sí estaba enterado de la solicitud para viajar, si es así, quiere decir que el tenía piso político y por lo tanto, en el Gobierno no se evaluó como algo negativo el que no estuviera en Chile durante este periodo.
-¿Bachelet ha cometido errores en el manejo de esta crisis?
-Parece ser que confía mucho en el subsecretario Aleuy y en el ministro (Mario) Fernández, por lo tanto ha actuado más por delegación que por imposición. Yo creo que dado todo el set de acontecimientos desde la misma operación hasta el viaje, la señal política más correcta hubiera sido sacar a Villalobos, eso hubiera sido una señal clara, independiente del resultado de la investigación. Sin embargo, se compraron la tesis de carabineros y Bachelet está en eso.
-¿Ha actuado con lentitud?
-Es que la Presidenta, en algunos casos, no ha sido tan lenta; seguramente en este caso hay información que no tenemos a la vista o a lo mejor, efectivamente actúan con mucho más cautela, porque hay otro elemento a tener en cuenta acerca de la relación entre el mundo civil y la Carabineros: la policía tiene mucho poder, pueden presionar, por ejemplo, haciendo más difícil el combate a la delincuencia, no resolver conflictos sociales, es decir, hacer huelga de brazos caídos en la policía, es una estrategia que complicaría mucho a los gobiernos. Por eso quizás la cautela para vincularse a ellos.