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La amarga semana del Frente Amplio: del fracaso de la acusación a la pugna interna PAÍS

La amarga semana del Frente Amplio: del fracaso de la acusación a la pugna interna

Macarena Segovia
Por : Macarena Segovia Periodista El Mostrador
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El fracaso de la acusación en contra del ministro Santelices, que ni siquiera logró pasar a la discusión de fondo en la Sala de la Cámara de Diputados, se dio justo en el momento en que dos de las principales fuerzas del conglomerado se encontraban con relaciones suspendidas “a todo nivel”.


Han sido días intensos para el Frente Amplio (FA). Hace una semana exacta, el Movimiento Autonomista (MA) y Revolución Democrática (RD) –dos de sus fuerzas políticas centrales– vieron congeladas sus relaciones bilaterales “a todo nivel”, luego que el presidente de la Fech, Alfonso Mohor (MA), fuera suspendido por su actuar negligente ante una acusación de acoso laboral de funcionarios de la Universidad de Chile. Suspensión que habría sido orquestada por militantes de RD y que fue calificada por el diputado Gabriel Boric como “una maniobra rasca de poder disfrazada de falsa ética laboral”.

Mientras se desarrollaba la tensión entre los movimientos de los diputados Boric y Giorgio Jackson, la bancada del Frente Amplio enfrentó una de sus primeras pruebas políticas en el Congreso: la acusación constitucional contra el ministro de Salud, Emilio Santelices, apuesta que fracasó el miércoles sin siquiera lograr pasar al debate de fondo en la Sala de la Cámara de Diputados.

Una derrota que dejó en evidencia la dificultad de la emergente coalición para aglutinar a las fuerzas de oposición. Desde un principio los partidos de la ex Nueva Mayoría levantaron el discurso de que la acusación era “débil argumentativamente” y que el FA actuó de forma apresurada al presentar el libelo, como lo afirmó el diputado PS Marcos Ilabaca.

La respuesta del FA ante la derrota fue blindarse. El diputado Boric señaló que iban a discutir en la bancada las críticas recibidas, “pero estamos seguros que actuamos guiados por convicciones no solo políticas, sino jurídicas, como lo demostró el diputado (Renato) Garín, por lo tanto, no tenemos ninguna duda de que actuamos con responsabilidad en esto».

La diputada Gael Yeomans, militante de Izquierda Libertaria (IL), recalcó que la dificultad para conseguir los votos “es un llamado de atención para el resto de la oposición, si realmente nos interesa relevar los intereses de las mujeres o los intereses personales (…). Lo que está en cuestión es si realmente podemos construir una oposición fundada en programas que realmente estén sustentadas en intereses de la ciudadanía”.

Por su parte, ante la falta de cohesión en la oposición, la diputada Maite Orsini recalcó que “desde el Frente Amplio tenemos un lugar y un rol distinto al de la Nueva Mayoría. A los otros partidos de oposición hay que preguntarles si son una oposición cohesionada”.

Fuego interno

Más allá de las declaraciones públicas, las críticas internas en el FA no tardaron en llegar. El reconocimiento de que lo sucedido con la acusación a Santelices era una derrota por falta de “visión política” no fue un secreto, es más, las voces en contra de la acusación estaban latentes desde antes de su anuncio, tras la resolución de la Contraloría que declaró ilegal el protocolo que presentó el ministro de Salud.

Al interior de la bancada del FA se habría destacado la dificultad política para sacar adelante la acusación, ya que era “difícil que los partidos de la ex Nueva Mayoría nos dejaran dar un golpe de esta envergadura al Gobierno de Sebastián Piñera sin ser ellos los protagonistas”, reconoce un parlamentario frenteamplista.

Los cuestionamientos habrían llegado hasta el núcleo de Revolución Democrática, tanto así que el presidente del partido, Rodrigo Echecopar, habría criticado –por medio de un comunicado– la conducción que llevó el diputado Garín de la línea argumentativa de la acusación y el posterior reconocimiento de la derrota. La tensión escaló en estos días con un fuerte intercambio de correos electrónicos.

Desde el resto de las fuerzas del FA recalcan que el punto es si la “muy posible” derrota en el Congreso valía o no la pena. Un punto que la encargada política de Izquierda Autónoma, Javiera Toro, aclara: “Es evidente que no existieron los votos para sacar adelante la acusación, pero para el Frente Amplio era importante la impugnación al ministro de Salud, porque aún no se ha sacado ni siquiera el nuevo protocolo”.

Respecto a la debilidad para cohesionar a los partidos de la ex Nueva Mayoría, Toro recala que esto es expresión de “una falta de madurez de toda la oposición”, pero aclara que el Frente Amplio “tiene claro que no se va a subordinar” a las lógicas del ex oficialismo.

Desde Izquierda Libertaria destacan que “lo que pasó con la acusación constitucional no es solamente una cuestión de voluntad, sino de horizonte político. En la oposición hay quienes pensamos nuestro rol de distinta manera y eso responde a consideraciones muy profundas. Para la IL, en Chile ya no hay espacio para medias tintas, centros políticos desaguados ni cálculos pequeños. O acabamos con el neoliberalismo o estar en la política no tiene sentido”, señala el secretario general de la organización, Lucas Cifuentes.

[cita tipo=»destaque»]En las próximas horas las negociaciones entre ambas fuerzas traerían algo de humo blanco, ya que se habría despejado el hecho de que los militantes de RD no tuvieron “segundas intenciones” al dirigir la causa en contra de Mohor, pero sí asumirían que “hubo un error político”, pues “ante el actuar de todo militante la directiva tiene algo que decir”. Desde el partido de Giorgio Jackson deberán aclarar que el actuar del presidente de la Fech fue “negligente” y no un “encubrimiento ante el caso de acoso y abuso laboral”, posturas que deberían quedar despejadas hoy.[/cita]

Frente a esta derrota, el analista político Andrés Cabrera pone énfasis en la calidad de fuerza emergente que tiene el Frente Amplio. Recuerda que el conglomerado ha tenido otras victorias en temas como la rebaja de los salarios en el Congreso, además del levantamiento de comisiones investigadoras.

Agrega que estos cambios y quiebres en la oposición “dan cuenta de que los cambios de época y conflictividad no se dan de un día para otro. Pero el patrón del reparto duopólico del poder se sigue manteniendo a partir de prácticas, son las estructuras institucionales las que operan, por eso ahí juegan un rol importante las alianzas”.

¿Humo blanco?

El impasse de la acusación contra Santelices estalló justo en medio del retorno al diálogo entre Revolución Democrática y Movimiento Autonomista, ya que ambas fuerzas decidieron llevar las conversaciones entre directivas y apartar la discusión del ámbito parlamentario, con el fin de “blindar” al Frente Amplio.

En las próximas horas las negociaciones entre ambas fuerzas traerían algo de humo blanco, ya que se habría despejado el hecho de que los militantes de RD no tuvieron “segundas intenciones” al dirigir la causa en contra de Mohor, pero sí asumirían que “hubo un error político”, pues “ante el actuar de todo militante la directiva tiene algo que decir”. Desde el partido de Giorgio Jackson deberán aclarar que el actuar del presidente de la Fech fue “negligente” y no un “encubrimiento ante el caso de acoso y abuso laboral”, posturas que deberían quedar despejadas hoy.

El corte de relaciones entre el MA y RD marca un punto de inflexión que va más allá de “un llamado de atención” por parte del movimiento de Boric, puesto que traería consigo una nueva tensión con un grupo de diputados llamados en secreto “los príncipes” o el “partido transversal” del Frente Amplio.

Dicho grupo está compuesto por los diputados Boric, Jackson y Vlado Mirosevic –la primera bancada frenteamplista–, a los que se habrían sumado Gonzalo Winter y “para algunos casos” Miguel Crispi. Más allá de las pichangas que comparten algunos después del trabajo, en el Frente Amplio observan que existe una coordinación “quizás innata” –recalca un parlamentario– en dicho sector, ligada principalmente a la amistad y la experiencia política de cada uno.

Esta conexión se habría visto tensionada anteriormente por el proceso de convergencia entre MA y otras fuerzas del FA, lo que salió al ruedo otra vez en medio de la tensión por la suspensión del presidente de la Fech. Durante la última semana surgieron declaraciones encontradas, que involucraron directamente al proceso de convergencia, ya que desde Revolución Democrática se habría levantado la tesis de que el Movimiento Autonomista necesitaba generar un alter ego con el cual diferenciarse y que dicha fuerza era RD, lo que finalmente fue desmentido rotundamente.

Respecto a estas dudas, desde Izquierda Libertaria –que también es parte de la convergencia– señalan que puede haber influido el proceso de reconfiguración de fuerzas al interior del Frente Amplio: “En parte sí, tiene que ver con cómo organizaciones se acomodan a su interna y con esto se quiebran relaciones muchas veces sostenidas artificialmente por buenas ondas y no tanto por políticas de fondo. Para nosotros, los problemas tienen que ser abordados políticamente, si no, se replican dinámicas que son propias de club de amigos o enemigos. Lo de RD y MA debe ser superado políticamente, cualquier otra fórmula sería superficial”, indica Cifuentes.

En el Frente Amplio ven el conflicto con preocupación, pero respetan la distancia. “Es innegable que tanto RD como MA son dos orgánicas importantes del FA, pero ha sido una disputa bilateral”, reconoce Toro desde Izquierda Autónoma, a la vez que agrega que “es relevante que sepamos cuidar, de aquí en adelante, el espacio social, principalmente el movimiento estudiantil”.

Para Andrés Cabrera la tensión entre RD y MA puede verse como la expresión de “un síntoma de fenómenos más latentes, como la condición hegemónica de Revolución Democrática y la tendencia a la convergencia del Frente Amplio. Puede ser uno de los elementos más estructurales del conflicto, que se devela a partir del caso Fech”.

Esta reestructuración de poderes internos y nuevos conflictos serían parte de la tercera coagulación interna del Frente Amplio. «El primer momento es el que se genera a partir de la diferencia entre lo estratégico y el Frente Amplio posterior de Jorge Sharp; después, hay un segundo momento que se desarrolla a partir de las candidaturas presidenciales, en donde se configura una nueva orgánica bastante pragmática; y, ahora, se viviría este tercer momento”, explica Cabrera.

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