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La empresa, de propiedad de Gasco y Abastible, emitió una declaración en la que recuerda que la misma resolución de la autoridad señala que “no existe evidencia de ningún tipo que relacione nuestros supuestos incumplimientos con los episodios recientes que han afectado nuestra cuenca”.
Un desmentido a la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA), realizó la empresa Gasmar, luego de la formulación de cargos por su responsabilidad en los episodios de contaminación registrados en Quintero.
La compañía, de propiedad de Gasco y Abastible, refutó la versión de la autoridad medioambiental, señalando que “el cuerpo de los cargos se funda en inspecciones realizadas en los meses de enero y julio del pasado año 2017 al sistema de antorchas de nuestra planta, por lo que no tiene incidencia en los últimos acontecimientos ocurridos en la zona”.
La empresa añade que “como dice la autoridad en su resolución, no existe evidencia de ningún tipo que relacione nuestros supuestos incumplimientos con los episodios recientes que han afectado nuestra cuenca”.
En este sentido, citan el numeral 69 de la resolución de la SMA, que señala que “en base a los antecedentes que se han podido recabar a la fecha de la presente instrucción, no reviste de carácter significativo a la salud de la población de los centros habitados de Puchuncaví y Quintero”.
La empresa finaliza señalando que “dentro de los plazos que contempla la normativa vigente, se evaluarán los pasos a seguir” y que “reafirmamos nuestra actitud colaborativa con la autoridad a fin de que continúe eficazmente con su labor fiscalizadora”.
Gasmar S.A., la cual es dueña y opera una Planta de Almacenamiento de Gas Licuado de Petróleo (“GLP”), denominada “Planta Gasmar”, emplazada en la ruta F-30, camino Concón- Puchuncaví, comuna de Puchuncaví, Región de Valparaíso.
Cabe recordar que la resolución de la SMA dice estar “basada en las fiscalizaciones realizadas tanto previamente como en el presente”, las que incluyeron visitas de inspección, requerimientos de información, y declaraciones tanto de operarios como de ejecutivos de la empresa.
El punto fundamental en la resolución de la Superintendencia apunta al funcionamiento del sistema de antorcha en relación a un flujo de gas barrido y de gas piloto, inferiores a lo comprometido en la RCA que regula esta actividad. “Dicho cargo se califica como grave, por incumplimiento de una medida establecida en su autorización ambiental destinada a eliminar o minimizar los efectos adversos del proyecto”, sostiene la SMA.
Además del cargo señalado, la Superintendencia añade que “se formulan otros cargos por otros incumplimientos como la falta de acreditación del mantenimiento de la antorcha y equipos conexos; el incumplimiento de la obligación de adecuado manejo de residuos peligrosos y la falta de respuesta íntegra a un requerimiento de información formulado por la Superintendencia en el año 2017”.
De todos modos, la autoridad medioambiental señaló en su declaración que se detectaron “claros incumplimientos” en Gasmar, estos “no entregan elementos suficientes, por ahora, como para imputar responsabilidad en los lamentables episodios de contaminación que afectaron a los vecinos de la zona durante la semana del 20 de agosto recién pasado”.
