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El monto de ingresos incluso es mayor a los de 2016 ($ 10.337 millones) y 2015 ($ 10.416 millones). Los datos, que dan cuenta del buen estado de salud de las arcas eclesiásticas, son claves considerando que la Iglesia puede enfrentar una oleada de demandas civiles de víctimas de abusos de religiosos, como ha ocurrido con arquidiócesis en otras partes del globo.
Pese a los escándalos de abusos sexuales y de poder en que ha estado sumida en los últimos años, la Iglesia católica en Chile mantiene intacto su poderío económico.
Así se desprende de las cifras transparentadas por el Arzobispado de Santiago, que develó su informe de rendición de cuentas del año 2017, auditados por la consultora Ernst & Young Chile.
Los principales datos arrojan que los ingresos de la arquidiócesis ascendieron a $ 11.074 millones, mientras que los gastos llegaron a $ 11.068 millones. Como resultado operacional, quedan $6 millones a favor en la cuenta corriente eclesiástica.
El monto de ingresos incluso es mayor a los de 2016 ($ 10.337 millones) y 2015 ($ 10.416 millones).
Los datos dan cuenta del buen estado de salud de las arcas eclesiásticas y son claves considerando que la Iglesia puede enfrentar una oleada de demandas civiles de víctimas de abusos de religiosos, como ha ocurrido con arquidiócesis en otras partes del globo. De hecho, en la Corte de Apelaciones de Santiago se tramita la demanda de las víctimas de Fernando Karadima, que en su parte civil exigen $450 millones al arzobispado.
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De acuerdo al informe del Arzobispado de Santiago, durante 2017, los $11.074 millones de ingresos provienen principalmente en un 30% de la donación del 1% que aportan 44.393 contribuyentes. Esta cifra significa $3.322.199 millones para las arcas de la Iglesia de Santiago. Otro 30% es generado por arriendos de propiedades de la Iglesia.
El aporte de fundaciones privadas significa el 20% del total ($2.214.800 millones). En tanto, las donaciones privadas aportan el 11% de la torta, vale decir una no despreciable suma de $1.218.140 millones.
Sin embargo, el informe no identifica quiénes son los benefactores que aportan ni cuáles son las propiedades que la arquidiócesis de Santiago tiene en arriendo.
Otras vías de ingresos son los proyectos sociales concursables (5%), la Campaña de la Cuaresma (2%)y las Agencias internacionales (2%)
En cuanto a los gastos, éstos son destinados principalmente a las Vicarías Ambientales (44%), para desarrollar actividades como la peregrinación de Teresa de los Andes o el Mes de la Familia, y las Vicarías Zonales (25%), donde se incluyeron retiros espirituales, escuelas de verano y actividades de formación, entre otras.
Otros gastos son Animación central (17%), administración de propiedades (6%), Vicaría Pastoral (5%), Tribunal Eclesiástico (2%) y Unidades Externas (1%).
