Al interior del Senado hay molestia con el accionar del Gobierno, lo que indica que no será un simple trámite para el Ejecutivo conseguir los votos para la reemplazante de Milton Juica. Si bien Lusic es la favorita de la Democracia Cristiana y el Gobierno, hay sectores de la oposición que resienten que el Ejecutivo no los haya consultado en este proceso de nominación, como sí ha ocurrido en anteriores ocasiones. Incluso, los cuestionamientos que despierta la figura de la magistrada aún no han sido motivo de análisis al interior de la oposición, que también mirará con lupa la exposición que la magistrada deberá realizar ante la Comisión de Constitución.
Luego de la decisión del Presidente Sebastián Piñera de escoger a la ministra Dobra Lusic como su candidata para ascender a la Corte Suprema, ahora el turno corresponde al Senado visar el nombre propuesto por el Gobierno.
Sin embargo, al interior de la Corporación, ya hay cierto ruido que indica que no será un simple trámite para el Ejecutivo conseguir los votos para la reemplazante de Milton Juica.
Como formalidad, el nombre de Lusic debe ser informado en la sala del Senado, lo que se concretaría en la sesión de este martes, para luego iniciar el trámite en la comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento que preside Felipe Harboe (PPD).
Sin embargo, si bien la presidenta de la Corte de Apelaciones de Santiago es sindicada como la favorita de la Democracia Cristiana y el Gobierno, hay sectores de la oposición que resienten que el Ejecutivo no los haya consultado en este proceso de nominación, como sí ha ocurrido en anteriores ocasiones.
Así, desde el interior de la bancada del Partido por la Democracia (PPD) lamentan que el ministro de Justicia Hernán Larraín hable de un virtual acuerdo en torno al nombre de la ministra, en consideración que ninguno de sus ocho integrantes ha sido contactado por el ministerio para analizar el tema.
Las críticas apuntan al procedimiento del Gobierno más que a los cuestionamientos que despierta la figura de la magistrada, los que –aseguran- aún no han sido motivo de análisis al interior de la oposición.
Por eso será clave para despejar este punto la exposición que deberá realizar la presidenta de la Corte de Apelaciones de Santiago ante la Comisión de Constitución, donde deberá exponer su visión sobre la judicatura ante los senadores.
Esa será la oportunidad para responder las dudas sobre su trayectoria, como sus resoluciones a favor del clan Pinochet y sus colaboradores en el marco del Caso Riggs o sus permanentes rechazo a los recursos de protección presentados por ciudadanos en contra de isapres e instituciones en materias como la no cobertura de gastos de maternidad, la vulneración a la Ley de Urgencia, el no respeto al copago e impugnaciones de licencias médicas.
Con todo, en el Gobierno apuestan a conseguir su ascenso a la Suprema, tal como ocurrió en los casos de Angela Vivanco y Mauricio Silva Cancino, los otros dos ministros promovidos al máximo tribunal durante esta administración. Para el Ejecutivo, y como ha señalado el ministro Larraín, se trata de una “jueza de larga trayectoria, muy rigurosa en sus actuaciones, respetada por sus pares y de reconocida independencia. Para el Gobierno, además, el ser mujer resultaba importante para seguir avanzando en la equidad de género en instancias superiores de autoridad».
