Luego de casi 17 años de trabajo en el instituto profesional, el ingeniero mecánico Juan Carlos Donoso Rojas recurrió a la justicia para impugnar la modalidad de contratos a plazo fijo. Y por primera vez, un tribunal da la razón a un demandante en un litigio con la institución.
El 4 de marzo pasado, el ingeniero mecánico y profesor de DUOC UC Juan Carlos Donoso Rojas se presentó a trabajar en la institución donde ejercía como académico desde agosto de 2002. Sin embargo, fue notificado de su despido.
El profesor había entablado en diciembre de 2018 una demanda ante el Juzgado de Letras del Trabajo de San Miguel, donde buscaba básicamente que se le reconociera una relación laboral indefinida. Como tantos otros docentes, durante toda su historia laboral con la institución, Donoso estuvo supeditado a contratos a plazo fijo de marzo a diciembre, y durante los meses de enero y febrero quedaba en vilo, sin sueldo ni cotizaciones.
En su demanda, el académico afectado denunció que “debido a los constantes contratos a plazo fijo no ha podido acumular antigüedad laboral y no ha incorporado a su patrimonio aquel efecto necesario para ser acreedor a indemnizaciones, generándose lagunas previsionales o la falta de vacaciones pagadas”.
En un fallo emitido el 7 de mayo, la magistrada Marcela Poblete Valdés, acogió parcialmente la demanda interpuesta por Donoso, estableciendo que “la relación laboral habida entre el demandante y la demandada es de duración indefinida, desde el 13 de marzo de 2006”, y determinó que la institución debe pagar la suma de $ 1.832.654 “por concepto de feriado legal correspondiente a 42 días corridos”.
Si bien la magistrada desestimó otros puntos de la demanda, Rubén Bustillos -abogado del trabajador- destacó que el fallo puede establecer un precedente porque “es una señal fuerte para que se reconozcan los derechos y un llamado de atención para que se respeten los derechos laborales”.
De acuerdo al abogado, la resolución abre una ventana a otros trabajadores que “ahora legítimamente podrían aspirar a tener derechos laborales plenos y tener antigüedad, cosa que ahora no tienen”, y además representa una advertencia para que las empresas hagan contratos indefinidos.
En su demanda, Donoso además alega discriminación, aludiendo a que “hay diversos trabajadores del mismo empleador poseen actualmente contratos de duración indefinida, lo que no tiene explicación razonable sino que responde directamente a un acto discriminatorio y por ende vulneratorio de derechos fundamentales por parte del empleador”.
Añade que la práctica desarrollada por el empleador durante aproximadamente 17 años “es llevada a cabo solo con el objeto de eludir el cumplimiento de obligaciones laborales por parte de aquel, menoscabando sus derechos individuales tanto de su parte como de todos los trabajadores de dicha institución (…) y permite a la demandada generar mayores utilidades mediante un importante ahorro en términos económicos a costa de los trabajadores y sus derechos”.
Al respecto, Bustillos explica que hay otros actores del mundo de la educación que sí tienen contratos indefinidos para sus docentes, mientras “hay instituciones que juegan al filo de la legalidad”. Por eso –explica- este fallo “pone en jaque el modelo de negocios que tiene esta empresa DUOC, que dice que es una fundación, que tiene 4 mil docentes para 100 mil alumnos, y de esos 4 mil docentes convenientemente para sus intereses económicos, 3.200 son contratados de marzo y son despedidos en diciembre”.
Ante la consulta de El Mostrador, en DUOC evitaron referirse en particular a esta resolución, por tratarse de un proceso en curso y enfatizaron que se trata de una sentencia que no está a firme y restan instancias judiciales. A la vez, remarcaron que en similares casos de demandas laborales, la justicia les ha dado la razón en todos los litigios.
Respecto a las instancias que vienen, el abogado Bustillos explicó que la contraparte puede recurrir a la corte, “pero nosotros confiamos en el Poder Judicial”. “Nosotros consideramos que este tribunal de San Miguel hizo justicia porque puso las cosas en su lugar, se estudió el fondo y se desentrañó lo que hay detrás de esto, que es una forma de no reconocer los derechos de los trabajadores”, indicó.
En el caso de Donoso, sus abogados además tienen presentada una segunda demanda por despido injustificado y están a la espera de las audiencias preparatorias. Las perspectivas son positivas, tomando en cuenta que al ser declarada la relación laboral indefinida, como estableció el Juzgado del Trabajo de San Miguel, el despido entonces es injustificado, señalan.