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La apuesta de La Moneda de gobernar «salvando» el día PAÍS

La apuesta de La Moneda de gobernar «salvando» el día

Macarena Segovia
Por : Macarena Segovia Periodista El Mostrador
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Pese a que el ministro de Justicia, Hernán Larraín, no logró amarrar los 29 votos que necesitaba Dobra Lusic en el Senado para ser ratificada, el «pirquineo» en las bancadas DC y PR del ministro de Hacienda, Felipe Larraín, le salvó la semana a La Moneda. Los problemas vividos en estos complejos días para Palacio, dejaron en evidencia una vez más la falta de gobernabilidad de la que peca la actual administración, la que, al igual que en su anterior mandato, claramente vive al día.


Esta fue una semana de dulce y agraz para el Gobierno de Sebastián Piñera. La holgada aprobación en general del proyecto de Reforma de Pensiones este jueves fue un verdadero respiro para La Moneda, que padeció una semana intensa con la doble derrota en la Cámara de Diputados, luego que la comisión de Educación rechazara la polémica iniciativa “Admisión Justa” de la ministra Marcela Cubillos, misma situación que sucedió en la comisión de Trabajo respecto de la idea de legislar la enmienda previsional. “Un pelo de la cola”, aseguró un parlamentario oficialista, porque el verdadero problema y dolor en Palacio lo provocó la caída de su candidata a la Corte Suprema, Dobra Lusic.

Por si eso fuera poco, las autoridades del Ministerio de Economía tuvieron que admitir que existe una investigación en la Fiscalía por la manipulación de las cifras del IPC durante el año pasado.

A ello se suma el viaje del hijo del ministro de Economía, José Ramón Valente, a una gira oficial por Europa durante el año 2018. Según publicó El Mostrador, José Tomás Valente –estudiante de Economía y Desarrollo Internacional de la Escuela de Gobierno de la Universidad de Harvard– asistió junto a su padre ministro a almuerzos y citas con delegaciones empresariales. La noticia revivió el escándalo del viaje de los hijos del Mandatario a China, y sacó otra vez a flote el negocio de Cristóbal Piñera Morel con la empresa Hop.In.

Un complicado panorama que el Presidente Piñera trató de sortear con el anuncio, fuera de agenda, del tren que unirá a Santiago con Melipilla. Un as bajo la manga que –según fuentes de Palacio– es uno de los “chiches” del Jefe de Estado, que estaba guardado bajo siete llaves para ser anunciado en la cuenta pública del 1 de junio ante el Congreso Pleno y que habría sido adelantado –agregaron en la sede del Ejecutivo– debido al crítico momento que ha vivido el Gobierno durante las últimas semanas.

Por eso es que, pese a que el ministro de Justicia, Hernán Larraín, no logró amarrar los 29 votos que necesitaba Dobra Lusic en el Senado para ser ratificada, el «pirquineo» en las bancadas DC y PR del ministro de Hacienda, Felipe Larraín, le salvó la semana a La Moneda.

[cita tipo=»destaque»]Hay dos claves del Gobierno de Sebastián Piñera para los próximos 15 meses que quedan de política activa de su periodo, sentenció Moreno. Una sería ayudar a la clase media con los cambios en pensiones, trabajo y salud, aunque “no queda claro quiénes son la clase media y objeto de esta política”, y la otra –agregó el analista– sería seguir la línea de relato que apela a la «política del miedo» con iniciativas como Aula Segura, Admisión Justa, el eslogan de “arreglar la casa por la migración y las políticas de seguridad ciudadana”.[/cita]

Errores del Gobierno que tienen a varios ministros y ministras contando los días para la cuenta pública, ya que los rumores políticos de un inminente cambio de gabinete antes del 1 de junio están en el aire todos los días. No por nada varios secretarios de Estado han intentado, contaron desde el seno del Ejecutivo, asegurar su permanencia en sus cargos con alguna propuesta estrella de último minuto.

La administración de Sebastián Piñera contaría con fuertes déficits: su falta de capacidad para generar condiciones de gobernabilidad, la viabilidad de su proyecto político y la mala gestión de las reformas. Según el analista político Marco Moreno, La Moneda tiene un flanco débil en la gestión y reproduce un “serio problema para llevar adelante la acción del Gobierno”.

La gobernabilidad y viabilidad de su proyecto político, serían los factores críticos para el Presidente Piñera y se relacionan directamente con el equipo de ministros que tiene. El ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, y su par del Mineduc, Marcela Cubillos, son dos que son señalados como seguros en el gabinete, quienes además cuentan con la cercanía y confianza del Jefe de Estado.

Si bien desde las bancadas de derecha bromearon afirmando que el ministro de la Segpres, Gonzalo Blumel, “ha dejado de ser un baby”, lo concreto es que aún no tiene un dominio de la agenda legislativa y siempre sus gestiones ante el Congreso deben ser reforzadas por uno de sus pares con mayor tonelaje político.

Para Moreno, Blumel “ha tenido voluntad, pero no tiene capacidad de ser considerado como un interlocutor válido”, ya que no tiene experiencia ni un grupo de respaldo en el Congreso y, por eso mismo, ministros como Cristián Monckeberg (Vivienda) o Alberto Espina (Defensa) cumplirían –agregó– mucho mejor con el rol articulador que se necesita en esa cartera.

Donde hay consenso en Chile Vamos es en que el canciller Roberto Ampuero debería salir de Relaciones Exteriores y que su reemplazo natural sería el ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, alguien al que todos en el oficialismo observan que estaría “mucho más cómodo”.

A juicio de Marco Moreno, los ministros más alejados de los partidos de Chile Vamos, como Valente, serían los que más peligran en un inminente cambio de gabinete, principalmente por la presión de los propios partidos para lograr incluir prospectos presidenciales en el Gobierno.

La psicopolítica de Piñera

A pesar de los cuestionamientos a los negocios de sus hijos y la falta de control de la agenda legislativa, para el director de Criteria Research, Cristián Valdivioeso, el complejo momento que vive la administración de Piñera se debe al extremo protagonismo del Mandatario. Según él, es el Presidente quien ha sido un factor relevante en el fracaso de su gabinete, principalmente porque opaca a sus ministros y ministras y, por ende, los transforma en irrelevantes.

Eso sí, advirtió que como la oposición está “tan fragmentada y dividida», los  costos de sus errores son menores para Piñera y, por lo tanto, incluso “puede darse el lujo de no hacer un cambio de gabinete”.

Valdivieso apuntó a que el grupo de asesores del Mandatario está muy desacreditado: “El problema son los asesores o quien no se deja asesorar, pero da la impresión de que el Presidente siente que no necesita de mayores controles”.

En esta misma línea, para Marco Moreno, el Presidente está repitiendo la receta de su primer mandato: “No pregunta y no pide consejos, tiene mucho apoyo caliente y nada de apoyo frío, que le contrarreste por la vía de un consejo algo distinto a lo que decide. Todo el equipo de asesores no cumple un rol que uno esperaría”.

Hay dos claves del Gobierno de Sebastián Piñera para los próximos 15 meses que quedan de política activa de su periodo, sentenció Moreno. Una sería ayudar a la clase media con los cambios en pensiones, trabajo y salud, aunque “no queda claro quiénes son la clase media y objeto de esta política”, y la otra –agregó el analista– sería seguir la línea de relato que apela a la «política del miedo» con iniciativas como Aula Segura, Admisión Justa, el eslogan de “arreglar la casa por la migración y las políticas de seguridad ciudadana”.

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