PAÍS
El jefe de gabinete y responsable de la seguridad pública se ciñó al libreto que ha utilizado desde que se sentó en el sillón del exministro Andrés Chadwick, focalizándose en las prioridades impuestas en La Moneda en medio de la crisis, como lo son un llamado a la paz social, lograr un llamado transversal de condena a la violencia, y concretar la agenda social anunciada la semana pasada por el Presidente Sebastián Piñera. En ese contexto se comprende su rechazo tajante a la idea de los plebiscitos impulsada por la oposición en medio de la revuelta de octubre.
Tras finalizar el quinto consejo de gabinete convocado por el Presidente Sebastián Piñera, fue el nuevo ministro de Interior Gonzalo Blumel el encargado de hacer la bajada política y fijar las prioridades de esta nueva etapa que enfrenta La Moneda en medio del estallido social.
En la oportunidad, el jefe de gabinete y responsable de la seguridad pública sólo se ciñó al libreto que ha utilizado desde que se sentó en el sillón del exministro Andrés Chadwick, y focalizándose en las prioridades impuestas en La Moneda en medio de la crisis, como lo son un llamado a la paz social, lograr un llamado transversal de condena a la violencia, y concretar la agenda social anunciada días atrás por el Presidente Sebastián Piñera.
«La primera prioridad es recuperar la paz social, eso es lo que todos los chilenos quieren, la violencia de ayer es inaceptable (…) por eso yo le quiero pedir a todos los sectores rechacemos la violencia, hagamos un esfuerzo de unidad por la paz social», dijo, manteniendo el tono utilizado en la mañana para condenar los hechos de violencia registrados ayer en el centro. Luego, en segundo término, planteó que «la agenda social es la prioridad en el corto plazo eso es lo que quiere la gente».
En el Gobierno no han querido mover la aguja dictada en el listado de medidas anunciado por el Mandatario, y que se transformó en la primera apuesta fallida en busca de bajar la temperatura de la calle. Por ahora, nadie se puede salir de los lineamientos comunicacionales elaborados días atrás, ya que la experiencia reciente en torno a la improvisación, terminó con un abrupto cambio, no sólo de gabinete, sino que también de dirección.
En ese contexto, se comprende el no rotundo de Blumel ante la pregunta sobre si el Gobierno está abierto o no a llevar a cabo plebiscitos en busca de conocer si la ciudadanía está de acuerdo o no con reformar la nueva Constitución, y la forma de trabajo de la misma.
Según el ex Segpres, pensar en los plebiscitos sería “burlar a la ciudadanía si es que tomamos definiciones antes de conversarlas”, ya que dijo creer que primero se deberían llevar a cabo los diálogos sociales, los que estarían a cargo del ministro de Desarrollo Social, Sebastián Sichel.
Hoy los jefes de bancada del Senado de la oposición presentaron un proyecto de ley que buscará reformar la Constitución en su capítulo quinto, con el fin de poder facultar al Mandatario para poder convocar a un plebiscito que defina si se quiere o no elaborar una nueva carta fundamental, y bajo qué mecanismo.
De esta manera, y a contrapelo de la fórmula más acotada del Ejecutivo, en el Senado se adelantaron un paso en lo que consideran como una de las demandas fundamentales que estarían implícitas en las diferentes y multitudinarias manifestaciones a lo largo del país.
Una vez ingresada la iniciativa, el senador PPD Guido Girardi llamó al Gobierno y a la derecha a no temerle a la democracia. “Tienen que sumarse y entender que la única manera responder a la voluntad de cambio de los chilenos es tener una nueva Constitución, porque sin ella ninguna de las promesas hechas por el Ejecutivo se podrá materializar. Porque es la actual Constitución, impuesta en dictadura, la que mantiene este modelo neoliberal e impide los cambios estructurales que el país está exigiendo”, indicó.
Por su parte, la senadora DC, Yasna Provoste, agregó que “acá hay un esfuerzo amplio de la oposición en el Senado porque consideramos que a partir de este amplio y masivo llamado de la ciudadanía por más participación es muy importante hacer transformaciones estructurales al tipo de sociedad que hemos construido”.
