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Claudio Fuentes sobre la erosión de la política: “Las reformas a la Constitución a partir del 90 debilitaron el sistema democrático”

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Héctor Cossio López
Por : Héctor Cossio López Editor General de El Mostrador
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El académico de la Escuela de Ciencia Política de la Universidad Diego Portales (UDP), brindó algunos ejemplos para argumentar ese debilitamiento del sistema democrático. Mencionó los casos particulares del periodo presidencial de 4 años sin derecho a reelección, el voto voluntario y los casos de financiamiento irregular de la política. “Acá los demócratas también son responsables de lo que sucedió y esto tiene mucho que ver con la discusión que vamos a tener en el futuro”, acusó. Además, el autor del libro “La Erosión de la Democracia” se refirió a los procesos de asamblea constituyente que se vivieron en Venezuela y Colombia. En el primer caso –aseguró– fue un proceso muy cuestionado y con una baja participación. Mientras que en Colombia, si bien fue uno no exento de violencia, fue legitimado. 


En abril de 2020, la ciudadanía tendrá la posibilidad de acudir a las urnas para decidir en un plebiscito si desea una nueva Constitución y el formato bajo el cual será elaborada, esto luego de un histórico acuerdo entre partidos políticos de la oposición y el oficialismo ante la presión social que se tomó las calles a partir del 18 de octubre.

Para el acádemico Claudio Fuentes, los “fantasmas” de la Constitución de 1980 están centrados en su arquitectura. Así lo dejó entrever en entrevista con El Mostrador. Para Fuentes, existe un elemento adicional, que tiene que ver con las reformas a partir de la década de los 90 encauzadas por distintos actores políticos y que han debilitado el sistema democrático, algo que deja en evidencia en su libro La Erosión de la Democracia, publicado días antes del estallido social.

“Mucho se ha hablado del problema que tenemos con la Constitución del 80, y que muchos de los fantasmas, demonios, están centrados en la arquitectura de la Constitución. Y yo trato de agregar un elemento adicional. Es decir, yo digo ‘sí, la Constitución tiene problemas, tiene trampas, pero acá hay un problema adicional. Después del año 90, por distintas razones (…) los actores políticos empiezan a hacer reformas al sistema político, y son esas reformas, el muro en el que se van materializando esas reformas, lo que también afecta y debilita al sistema democrático”, apuntó Fuentes.

En esa línea, el académico de la Escuela de Ciencia Política de la Universidad Diego Portales (UDP), brindó algunos ejemplos para argumentar ese debilitamiento del sistema democrático. Mencionó los casos particulares del periodo presidencial de 4 años sin derecho a reelección, el voto voluntario y los casos de financiamiento irregular de la política.

“Respecto del ámbito de las instituciones de representación, por ejemplo, el acortar el mandato presidencial de 6 a 4 años sin reelección inmediata, lo que te hizo fue generar una dinámica política de 4 años, en donde desde el día uno tú instalas al futuro presidenciable”, explicó.

Agregó que “tienes que aprobar en un año y medio una agenda muy corta de reformas porque, si no, entras al ciclo electoral inmediatamente al segundo año con la municipal, entonces generas una dinámica de cortoplacismo excesivo, y de hecho fue pensado así. Cuando Boeninger propone esa reforma el Senado (…), él plantea ‘hay que generar períodos cortos para evitar grandes reformas estructurales'”.

“El otro, es el típico caso del voto voluntario, que también vació a la participación ciudadana, pero también hay otros mecanismos, por ejemplo, financiamiento de la política en el año 2003. Se aprueba el financiamiento de campaña con un sistema en donde se institucionalizó que las empresas pudieran hacer donaciones en forma anónima a grandes campañas, y 10 años después tenemos los escándalos de las boletas”, sostuvo.

Fuentes también mencionó todo lo que tiene que ver con el control de la corrupción. “Se aprobaron varias reformas que lo que hacen es que, por ejemplo, hay instituciones clave. El Servicio de Impuestos Internos (SII), la Fiscalía Nacional Económica (FNE) y el Servel, que tienen que hacer la presentación frente a la justicia si es que detectan alguna irregularidad. No es la ciudadanía, no hay un mecanismo independiente”.

“Acá los demócratas también son responsables de lo que sucedió y esto tiene mucho que ver con la discusión que vamos a tener en el futuro”, acusó, y añadió que “el modo en que tú diseñes las instituciones tiene un efecto muy relevante en el tipo de democracia que tú quieres tener, y esa es la discusión que está en este libro, asociado a pensar cómo esas reformas no son neutras en el fondo, afectan las relaciones sociales, las relaciones políticas y las relaciones con el poder económico”.

Acuerdo constituyente: necesario pero insuficiente

Claudio Fuentes también abordó en El Mostrador el proceso constituyente y el acuerdo político constitucional, señalando que si bien era una condición necesaria para estabilizar el sistema político chileno, no es suficiente, debido a que “se requieren otros elementos muy sustantivos”.

“Yo creo que la definición de las reglas es fundamental para establecer ciertos temas prioritarios y fundamentales de la sociedad. Eso te va a dar un marco de referencia sobre el rol del Estado, sobre el tipo de sociedad que queremos, sobre el tipo de democracia que queremos (…). Yo creo que es una condición necesaria pero no suficiente, porque se requieren otros elementos muy sustantivos”, puntualizó.

Además, entre esos elementos sustantivos, el académico mencionó los siguientes: “Uno, un pacto social. Independientemente de lo que discutamos sobre la Constitución, se requiere un paquete social relevante que aborde ciertas líneas fundamentales y que ya está más o menos delineado: tema pensiones, tema salarios. El punto es, ¿hasta qué punto el sistema político se hace cargo de eso? Yo creo que el sistema político se hizo cargo del tema y planteó una ruta constitucional, (pero) no ha planteado una ruta en el ámbito de lo social, y yo creo que eso es la segunda pata que falta”.

“Y la tercera tiene que ver con la situación de los Derechos Humanos en la reforma policial. Yo creo que también va a haber que hacerse cargo de eso en forma sustantiva, y no simplemente dándole más plata a Carabineros para que haga cursos de entrenamiento. Claramente eso requiere un acuerdo más sustantivo en el ámbito de la seguridad pública. Yo creo que, sin esas condiciones, el acuerdo político podría incluso fracasar si es que los niveles de violencia se mantienen al nivel que han estado esta semana”.

Para Fuentes, “antes de Navidad debería haber esa conversación y debería existir ese pacto social, porque en paralelo el Congreso tiene que aprobar el acuerdo constituyente antes del 28 de diciembre. Por lo tanto (…) de aquí a la próxima semana el Congreso debería estar discutiendo las normas asociadas al proceso constituyente, para aprobarlo y dejarlo cerrado al 28 de diciembre por un tema logístico de que el Servel requiere los padrones y empezar a operarlos a partir de enero”.

“Si eso es así –subraya– el acuerdo político requiere como condición necesaria un acuerdo social, porque no vamos a tener un proceso, un despliegue de un debate plebiscitario en un contexto de alta inestabilidad social. Imagínate que llegamos a abril con la no resolución de los temas sociales. Yo creo que se requiere rápido un acuerdo social para poder hacer relativamente en estabilidad el plebiscito del mes de abril. De otro modo, podríamos tener un escenario muy complejo”.

Venezuela y Colombia: los contrastes de la asamblea constituyente

Finalmente, el académico se refirió a los procesos de asamblea constituyente que se vivieron en Venezuela y Colombia. En el primer caso –aseguró– fue un proceso muy cuestionado y con una baja participación. Mientras que en Colombia, si bien fue uno no exento de violencia, fue legitimado.

“Piensa tú que en Venezuela, en el año 99, la participación electoral fue del 37%. Era un proceso muy cuestionado. En el caso de Colombia fue lo opuesto, mucha violencia, pero adquirió una fuerza tan alta, que fue muy legitimado el proceso constituyente. Tú tienes dos historias muy contrastantes: un proceso con desligitamación, Venezuela, y un proceso con relegitimación del sistema político en Colombia. El caso de Chile es: ¿por qué vía nos vamos a ir, por una de constante deslegitimidad, o de legitimación? Eso, a mi juicio, requiere establecer un acuerdo social”, finalizó.

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