
Mundo evangélico en el epicentro de las críticas: Emiliano Soto fustigó a “seudopastores” que desacreditan a esa religión
La celebración de un culto evangélico en La Pintana a cargo del controvertido pastor Ricardo Cid, con alta asistencia de fieles, sin mascarillas y con la presencia de niños, a contrapelo de las instrucciones del Gobierno por la emergencia por el coronavirus, colmó la paciencia en el mundo evangélico. “Dentro de los casi 3 millones de evangélicos del país, la gran mayoría está en contra de este tipo de acciones, de conductas de seudopastores que convocan a la gente y lamentablemente los desacreditan a todos. Este es un punto negro dentro de nuestra realidad evangélica, que es lamentable”, reaccionó Emiliano Soto, presidente de la Mesa Ampliada de Entidades Evangélicas y Protestantes. El obispo también condenó la actitud de otro polémico pastor, Javier Soto, quien llamó a seguir predicando en la calle e incluso dijo que podía sanar el coronavirus. “Hay gente que pretende demostrar una valentía que más bien está fundamentada en el desconocimiento y la ignorancia», señaló la autoridad evangélica.
El mundo evangélico nuevamente está en el ojo del huracán a raíz de la polémica protagonizada por el controvertido pastor Ricardo Cid, titular de la denominada iglesia “Impacto de Dios”, al celebrar un culto en la comuna de La Pintana pese a las instrucciones de la autoridad sanitaria por el contexto del avance del coronavirus.
A nivel judicial, Cid está en problemas porque la alcaldesa de La Pintana, Claudia Pizarro (DC), anticipó que se querellará en su contra por su irresponsable actuar. Pero en el seno de la Iglesia evangélica también llaman a tomar medidas drásticas contra este pastor y otros.
«Ese pastor debe irse preso o detenido para poder dar un mensaje al resto de Chile y dejar de denigrar al mundo evangélico, porque lamentablemente aquí pagamos justos por pecadores», enfatizó en Radio Cooperativa el presidente de la Mesa Ampliada de Entidades Evangélicas y Protestantes, Emiliano Soto.
Segú Soto, «si es necesario, hay que cerrar el lugar y también condenar a la persona que convoca a ese tipo de reuniones, porque definitivamente está fuera de la ley».
«Diría que dentro de los casi 3 millones de evangélicos del país, la gran mayoría está en contra de este tipo de acciones, de conductas de seudopastores que convocan a la gente y lamentablemente los desacreditan a todos. Este es un punto negro dentro de nuestra realidad evangélica, que es lamentable», remarcó.
El pastor Soto
Ante la prensa, Cid defendió su decisión de liderar cultos durante la crisis sin las medidas de protección ni controles de seguridad, como el uso de mascarillas e incluso con la presencia de niños.
Pero el controvertido pastor carga con un historial de polémicas. Cid fue condenado por abuso sexual en 2015, y ha protagonizado otras controversias mediáticas, como cuando prometía a sus fieles que iba a hacer llover oro.
Sin embargo, no es el único. Otro pastor evangélico que ha estado en el ojo del huracán es Javier Soto, quien difundió por diferentes plataformas de internet un video donde llama a sus seguidores a salir a las calles y no quedarse “como una rata cobarde escondida en su guarida”, a pesar de que las autoridades y expertos en materia de salud recomiendan quedarse en casa para frenar la propagación del coronavirus. «El Gobierno ha fracasado y los políticos han fracasado. Porque el único que hoy día puede hacer un milagro en Chile se llama Jesucristo», afirmó en una polémica entrevista en ‘Mucho Gusto’ de Mega.
También dijo que podía sanar a los contagiados con COVID-19. Ante esto, el presidente de la Mesa Ampliada de Entidades Evangélicas y Protestantes afirmó que «hay algunas malinterpretaciones bíblicas» y “hay gente que pretende demostrar una valentía que más bien está fundamentada en el desconocimiento y la ignorancia de la persona».
Medidas más restrictivas
Cabe recordar que en otros puntos del país estas últimas semanas también ha habido reuniones evangélicas en puntos como San Pedro de la Paz, Osorno, Puente Alto, desafiando las instrucciones del Minsal y que se han transformado en foco de contagio del COVID-19.
Por eso, a juicio del presidente de la Mesa Ampliada de Entidades Evangélicas y Protestantes, es necesario endurecer la mano. “Es una irresponsabilidad y una falta de conciencia, pero dentro de la legalidad existe todavía una posibilidad de algunos pastores de reunirse. Entonces, solicitamos que la autoridad pueda restringir aún más, hablar de 5 o 10 personas, a lo mejor”, puntualizó.