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Exministro de Justicia de Bachelet: “Cualquiera, por repugnante que sea su historia, tiene derecho a una muerte digna en casa” PAÍS Crédito: Agencia Uno

Exministro de Justicia de Bachelet: “Cualquiera, por repugnante que sea su historia, tiene derecho a una muerte digna en casa”

Isidro Solís, se refirió a la polémica por la Ley de Indulto Conmutativo, que excluyó a reos con penas más graves, como los que cometieron delitos de lesa humanidad, que actualmente se encuentran en Punta Peuco.


El exministro de Justicia del primer gobierno de Michelle Bachelet, Isidro Solís, se refirió a la polémica por la Ley de Indulto Conmutativo, que excluyó a reos con penas más graves, como los que cometieron delitos de lesa humanidad, que actualmente se encuentran en Punta Peuco.

Sobre esto, el radical se mostró partidario: «El tema es si uno es partidario de la institución del indulto, que es más amplia que los delitos de lesa humanidad. Soy partidario de su existencia mientras en Chile no exista la institucionalidad de los Tribunales de Ejecución de Pena, es decir, un órgano capaz de constatar el cumplimiento de la pena, cuánto ha cambiado la conducta y las circunstancias del penado, para ver si la pena ha cumplido con sus objetivos y, por lo tanto, si sería bueno modificarla», explicó al diario La Tercera.

«Uno no es partidario de que, en general, se remitan las penas sobre delitos graves. Por eso que incluso el Estatuto de Roma, que es el estatuto internacional que tiene tuición respecto de esto, hace exigencias especiales: la colaboración con la justicia, el sentido de reparación de las víctimas y el arrepentimiento. Si tienes un condenado que todavía se ufana de sus delitos y, por tanto, la posibilidad de que él u otros los repitan, entonces es inconveniente conmutar esa pena», agregó.

En ese sentido, recalca que es partidario «de hacer esa distinción» entre delitos de baja y más alta gravedad.

«La gran distinción que se puede hacer respecto de los condenados por delitos de lesa humanidad y los penados comunes es que, en general, disfrutan de las condiciones que deberían tener todos los presos en Chile, lo que hace que su derecho a la vida haya estado cautelado mientras están presos. Pero si se plantea el tema de la muerte digna, estoy absolutamente de acuerdo que cualquier persona, por repugnante que sea su historia, tiene derecho a una muerte digna en su casa», indicó.

Esto lo ejemplificó con un caso que le tocó ver a él cuando era secretario de Estado: «Me tocó siendo ministro de Justicia tramitar indultos por razones humanitarias y recuerdo haber otorgado en una materia que para nosotros era totalmente repugnante, como era el tráfico de drogas, a una persona que ya se le había declarado en estado terminal. Y a esa persona se le indultó y a los cuatro días murió en su casa. Esa es una conducta civilizada».

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