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Mario Desbordes y candidatura de Sichel: «Ambos tenemos un origen efectivamente en la clase media, pero mi paso por Carabineros no es una cosa menor» PAÍS

Mario Desbordes y candidatura de Sichel: «Ambos tenemos un origen efectivamente en la clase media, pero mi paso por Carabineros no es una cosa menor»

Hernán Leighton
Por : Hernán Leighton Periodista de El Mostrador
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En medio de la desatada carrera presidencial en el oficialismo, Desbordes –quien espera ser proclamado en el Consejo General de Renovación Nacional del 23 de enero– defiende con uñas y dientes el lugar que, a su juicio, se ganó en la clase media, a través de la llamada derecha social, y donde su voto por el retiro del 10% de los fondos de pensiones fue determinante. De paso, le pega a su contendor Sebastián Sichel, el candidato que un sector de RN logró instalar para competirle. Frente a la disyuntiva de Cristián Monckeberg de salir o quedarse en el Gobierno, Desbordes dice que esa es una decisión del ministro, pero agrega que respeta a quienes se quieren quedar «aportando desde el Ejecutivo», como la subsecretaria de Prevención del Delito.


Esta semana se espera que se concrete el cambio de gabinete “acotado” para que las figuras de Gobierno y militantes de Chile Vamos se saquen el traje de autoridad y se pongan el de candidato, ya sea por un cupo en la Convención Constitucional o, bien, para otros cargos de elección popular que se definirán el 11 de abril. Tiempo atrás se habló de una nómina que consideraba ministros, subsecretarios, intendentes, gobernadores y de ahí para abajo. Pero el resultado del plebiscito del 25 de octubre arrojó que la ciudadanía en un 80% rechaza que los parlamentarios redacten la nueva Constitución, por lo que se explica que muchos que estaban pensando en emigrar del Ejecutivo y que, en algún momento señalaron estar dispuestos a “salir”, hoy hayan dado un paso atrás. Mario Desbordes abandonó el Gobierno hace 19 días, provocando un ajuste en el oficialismo necesario en estos tiempos preelectorales. “Si alguien está mirando la cosa más chica, de que es difícil ganar, es mejor que se quede donde está, obviamente”, advierte a quienes con una calculadora electoral sacan cuentas para tomar sus decisiones.

-¿Qué tan importante es para el Gobierno y Chile Vamos que rostros fuertes dejen La Moneda para fortalecer las listas a la constituyente? ¿Usted dónde cree que debe estar la prioridad, considerando que al Ejecutivo le queda solo cerrar esta difícil administración, sumado a un muy bajo respaldo, versus elegir a quienes van a redactar la Constitución para los próximos 50 años?
-Ojalá haya varias autoridades, no solo nacionales –hay muchos seremis, gobernadores e intendentes–, que se animen y sean candidatos a constituyentes. Tenemos que ser capaces de terminar bien el Gobierno y tener el mejor elenco posible en el Gobierno, pero también contar con muy buenos candidatos para la Convención. Por lo tanto, ser capaces de motivar a personas que están hoy en el Ejecutivo. Pero yo no establecería una prioridad de una sobre otra, aunque obviamente ojalá que haya harta gente del Gobierno que se anime para ir de candidato.

-Se habla de que varias figuras que en un inicio se mostraban favorables a salir, hoy no ven el negocio en aquello, pues tienen altas posibilidades de no ser electos, considerando que tanto ser parte de un Gobierno con baja popularidad, sumado esto a ser representante de la clase política, hoy no es muy rentable.
-La decisión de seguir en el Ejecutivo es totalmente legítima. Yo he hablado con gente y he tratado de convencerla. Y más que por eso, por ejemplo, no dudo que Katherine Martorell (subsecretaria de Prevención del Delito) saldría electa. Saldría primera mayoría, pero ella siente que todavía tiene que seguir trabajando duro en el cargo que está, donde lo ha hecho estupendo, y legítimamente ella me ha dicho «Mario, no, yo prefiero seguir aportando a nuestro sector desde el Ejecutivo». Eso lo respeto mucho. Nadie me ha dicho que no porque no le conviene, no me gusta o es complicado. En general, las respuestas han sido de gente que me ha dicho que efectivamente la elección puede ser incierta, pero eso le pasa a cualquiera en una elección. Este elemento que incorporamos de la paridad puede afectar a alguien que tenga una buena votación, no la mejor. Pero sobre todo, lo que he sentido es gente que me dice que está bien en el Gobierno, que tiene una pega muy bonita, que le falta por terminar muchas cosas y gente que podría haber ganado (las elecciones), sin lugar a dudas, ha preferido seguir trabajando en el Gobierno. Ahora, si alguien está mirando la cosa más chica, de que es difícil ganar, etcétera, es mejor que se quede donde está, obviamente, yo prefiero eso.

«Monckeberg debe decidir dónde se va a quedar»

-¿Dónde es más útil hoy Cristián Monckeberg, tendiendo  puentes de La Moneda con la oposición u ordenando a RN y liderando en el fortalecimiento de la tienda, quizás en el año más complejo de navegar?
-Yo creo que Cristián es muy útil en ambos lados, él tiene que tomar esa decisión, dónde va a estar: en el Gobierno, donde lo ha hecho muy bien, con su característica sencillez, humildad, bajo perfil, incluso a veces logrando acuerdos que se veían difíciles, haciendo una muy buena dupla, por ejemplo, con Karla Rubilar; o en el partido, donde se incorporaría a un equipo que hay que hacer funcionar como reloj en este momento. Nadie es salvador, no lo soy yo, no he salido a salvar el partido, no va a salir Cristián. Los que salimos, es a integrar un equipo y a fortalecer los equipos, y en los dos lados sería una gran opción.

-¿Cuánto perdió, considerando sus aspiraciones presidenciales, al haber ingresado al Gobierno justo en el momento en que había que capitalizar los efectos de la construcción de la derecha social?
-No hay ninguna duda que yo estaba bien en las encuestas, iba subiendo, peleando combo a combo con los mejores posicionados, pero el ir al Gobierno no lo hice con calculadora, por lo tanto, estoy tranquilo de conciencia, hice lo que había que hacer, lo correcto, contribuí en el minuto en una época difícil para el Ejecutivo, desde un ministerio muy bonito , salí con dolor de guata del ministerio porque me gustaba mucho el trabajo que estaba haciendo. Pero todo lo que bajé, lo que dejé, es recuperable. La primaria es el 4 de julio, hay muchos que dicen que la carrera ya está corrida, y me da risa, o muchos que a uno lo menosprecian hoy en día porque no está cumpliendo en las encuestas, yo me río nomás de eso. Falta mucho todavía.

Las encuestas de hoy, no son más que una fotografía, yo recuerdo que el 2013 no era Longueira el que aparecía, era Laurence (Golborne), después resulta que Longueira se salió 15 días antes de la primaria, y así tantas cosas que van cambiando. Yo tengo la tranquilidad que con este discurso de la derecha social, que se ha construido entre muchos en Renovación Nacional, con una percepción de la gente de que estamos enchufados con lo que está pasando, que tenemos conciencia de lo que está sucediendo, y propuestas coherentes, con eso me quedo. Porque yo puedo decir soy de clase media, vengo del liceo, pero si mis propuestas no demuestran que entendí lo que está pasando, no sirve para nada haber venido de un liceo. La gente siente que estamos haciendo propuestas razonables, coherentes, socialmente sustentables, pero además conscientes socialmente. Se va a recuperar el apoyo el apoyo en las encuestas, y tengo toda la convicción que se puede ganar la primaria, con harto esfuerzo, con harto transpirar.

-Más allá de que al Presidente no se le debería decir que no, ¿cuál es el costo duro que pagó por no haber capitalizado en su momento culminante, y haber desaparecido del mapa de la discusión política diaria?
-Evidente, y lo demuestran las encuestas. Estas son claras, estaba muy bien evaluado, marcaba bien, y dejé de estar, eso no está en discusión. Se perdió, se perdió posicionamiento, fui muy cuidadoso en no usar el cargo para provecho personal, viajé a regiones, y me limité estrictamente a la visita a los cuarteles, estuve en terreno, y jamás hice visitas políticas a la ciudad respectiva. Me cuidé mucho, pero eso es recuperable. Se perdió, claro, no hay dudas, pero tengo la conciencia tranquila con el deber cumplido. La única pena es que no puedo postular a senador, que es lo que quería originalmente, pero eso ya está descartado y ahora a trabajar y ganar la primaria, que es lo que importa.

«La gente tendrá que resolver quién representa mejor a la clase media: Sichel o yo»

-En el intertanto hubo figuras de su propio partido que lograron posicionar a Sebastián Sichel. El perfil con el que buscan instalarlo es que también proviene de clase media, como usted, también apunta hacia el centro. ¿Está ocupando el espacio que usted buscaba ocupar en la primaria de Chile Vamos?
-Lo primero es el apoyo de un diputado (Tomás Fuentes), que además apoya a un candidato UDI a la gobernación regional, el mismo diputado que tuvo un ojo brillante para el plebiscito, hizo unos análisis electorales que son para enmarcarlos. Por lo tanto, no me preocupan sus análisis, ya demostró que estuvo muy lejos del resultado final. Es legítimo que él apoye a Sichel, nadie le ha puesto trabas por eso, nadie le ha puesto una mala cara.

Segundo, Sebastián Sichel, siento que es un contendor de peso, es una persona que yo respeto mucho, ambos tenemos origen efectivamente en clase media, pero yo le agrego una cosita en lo personal: mi paso por Carabineros no es una cosa menor. Pero además, más que por ser de clase media, por venir de liceo o escuela con número, por haberlo pasado mal cuando jóvenes, o pasar pellejerías, que los dos las pasamos, el punto es cuáles son nuestras propuestas, y ahí la gente tendrá que evaluar, cuál de los dos tiene propuestas más cercanas a la clase media, a la escuelita con número, cuál de los dos hace la diferencia, cuál de los dos habla de economía social de mercado, pero además le agrega de verdad propuestas en ese sentido. Eso es algo que tendremos que evaluarlo en la primaria. Y legítimamente cada uno tendrá que poner sobre la mesa sus propuestas, y lealmente cada uno tendrá sus puntos de vista y el electorado decidirá. Respeto mucho a Sebastián, pero creo que hay muchas diferencias entre nosotros, siempre mirado desde el punto de vista positivo, no negativo.

-¿Cuál es la diferencia entre Sebastián Sichel y Mario Desbordes, pensando en el voto de derecha?
-Creo que soy una persona efectivamente de clase media, tengo experiencia en la administración pública, los dos la tenemos, y he demostrado, en los momentos que han sido difíciles para Chile, ser capaz de conversar, dialogar, estirar la mano y llegar a acuerdos, que es muy importante para lo que viene. Además, me la he jugado por temas como la equidad de género, por una asamblea constituyente paritaria, he dado muestras, cuando se discutió el 10%, en medio de la pandemia, de que tengo claro lo que está pasando con la gente en los lugares donde más se necesita. Pero además de eso, vamos a agregar propuestas, que muestren una clara vocación social, o una derecha moderna, conversando con los propios liderazgos del partido, y que van a dar muestras de un programa de Gobierno acorde a lo que se necesita, con un economía social de mercado.

-¿Le acomoda el discurso de plantearse desde fuera de la política de Sebastián Sichel, como si no fuera parte? Tomás Duval señala que corría riesgo de transformarse en una especie de Golborne 2.0.
-Es legítimo, él ha militado en dos partidos, pero hoy es independiente. Él tendrá que ver cómo se ubica ahí, siempre y cuando, obviamente, no estemos denostando a la política ni a los partidos, porque eso sería complejo en una primaria donde tenemos que tener fair play.

-¿Por qué cree que los denominados poderes fácticos de RN no quieren que usted sea el abanderado? ¿Hay clasismo o es por definición ideológica del proyecto de la derecha hacia el centro social?
-Tengo apoyo mayoritario en RN, no creo que haya poderes fácticos oponiéndose, hay gente que no está de acuerdo con mi candidatura, como ha pasado siempre en RN. Cuando se proclamó a Sebastián Piñera, los peores adversarios los tuvo adentro del partido, los más duros. Pero lo importante es lo que piensa la enorme mayoría de los militantes, simpatizantes, consejeros generales, que estoy seguro que me van a apoyar con mucha fuerza.

«No me costó pactar con JAK»

-La comisión política de RN, con su voto a favor, le abrió finalmente la puerta a José Antonio Kast para pactar para la Convención Constitucional, ¿cuál es el límite del pragmatismo en este caso?
-Conversamos dentro de Chile Vamos. Creo que así como la oposición pretende hacer un pacto desde la DC al FA, desde los candidatos DC a Pamela Jiles, es natural y legítimo que nosotros queramos hacer también el mayor esfuerzo por optimizar el resultado. Yo tengo diferencias con Republicanos, y son evidentes, pero han planteado un listado de candidatos bastante razonable, gente que va a ir a aportar a la convención, que va a dar garantías de diálogo.

Además es la elección más importante de los últimos 40 años, que amerita hacer esfuerzos de este tipo, o sea, yo creo que hay que ser súper generosos, y la unidad es fundamental, y que por ahora, al menos en esta elección, dejar de lado las diferencias que hemos tenido.

-¿Le costó o le dolió dar el voto a favor?
-No, porque creo que es necesario para lo que viene en Chile, no me costó y conseguí los votos en la comisión política y voy a hacer el mismo esfuerzo en el Consejo General, creo que la oportunidad es muy importante.

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