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El temor de Lavín a sus fantasmas: entorno directo trata de bajar por «secretaría» a sus competidores para evitar primarias de Chile Vamos PAÍS

El temor de Lavín a sus fantasmas: entorno directo trata de bajar por «secretaría» a sus competidores para evitar primarias de Chile Vamos

Hernán Leighton
Por : Hernán Leighton Periodista de El Mostrador
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Aun cuando Joaquín Lavín sigue mostrándose competitivo en los diferentes sondeos de opinión, en su círculo cercano ronda una manifiesta preocupación: su incapacidad para despegarse del resto de los candidatos de la centroderecha, a pesar de las ventajas en exposición mediática que mantiene respecto de los demás competidores de su sector. Este hecho, sumado al estancamiento en las encuestas, ha vuelto a instalar el fantasma de sus anteriores aventuras presidenciales: que le pasen por encima a último minuto, consagrando el estigma de que Lavín “sirve para competir en las encuestas, pero no para ganarlas”. Frente a este temor es que, desde diferentes comandos de Chile Vamos, han acusado abiertas gestiones y maniobras bajo cuerda para sacar anticipadamente de la carrera presidencial al resto de los competidores de su sector y, así, evitar exponer al alcalde de Las Condes a las primarias de la coalición oficialista, que se mantendrían abiertas. Detrás de estas gestiones –acusan en el oficialismo– estarían Ernesto Silva y Andrés Chadwick, con el beneplácito de Cristián Larroulet.


Varias interpretaciones al interior de la UDI, y también en los diferentes comandos de Chile Vamos, surgieron luego de la entrevista concedida por la expresidenta de la tienda, Jacqueline van Rysselberghe a La Tercera, donde afirmó que “si la primaria fuese hoy, no votaría por Lavín”. Una de ellas, que fue una evidente advertencia, tanto al candidato como a su círculo, para dar cuenta de que no corre solo, y en segundo término, bajo cuerda, que no hay agua en la piscina para darle vía libre ante una operación que buscaría que el resto de los candidatos de la centroderecha se retire anticipadamente de la competencia, para así evitar someter al alcalde de Las Condes al escrutinio de las primarias, un riesgo que al interior del lavinismo prefieren no correr.

Y es que, más allá de la respuesta de la secretaria general del gremialismo, María José Hoffmann, quien respondió al mismo matutino, indicando que “(…) no creo que los candidatos de la UDI estén sujetos al gusto o ánimo de nadie en particular”, sabido es que la senadora por el Biobío, al margen de haber perdido su sector las elecciones presidenciales internas, guarda aún un importante poder de despliegue en el partido. Esto, considerando que habría puesto a disposición de la contendora interna de Lavín, Evelyn Matthei, tanto su capital político como estructural.

Para quienes trabajan mano a mano con el –por tercera vez– candidato presidencial, la estrategia de evitar la confrontación en primarias respondería a una preocupación mucho mayor: el estancamiento en las encuestas de Lavín y la imposibilidad –hasta ahora casi sistémica– de aumentar la ventaja ante sus adversarios, pese a llevar un par de años liderando las intenciones de voto en los sondeos de opinión.  El fantasma del «caballo inglés» –que lo ha perseguido desde el tiempo de los samuráis– vuelve a instalarse, y con fuerza.

El panelista de matinal

La exposición “inaudita” como la califican al interior de Chile Vamos– de su persona en la televisión abierta, ya sea como panelista de matinales o comentarista cada vez que ocurre un hecho de connotación nacional, no ha logrado sacar el provecho suficiente par sacudirse del karma que arrastra y que apunta a que su nombre “serviría para competir en las encuestas, pero no para ganarlas”.

Un ejemplo de aquello fue cuando, en agosto del 2019, hubo un tiroteo que dejó cinco fallecidos en Puente Alto, pero bastó el robo de una cartera en la comuna de Las Condes para que la subsecretaria de Prevención del Delito, Katherine Martorell, se desplegara en la comuna del sector oriente junto al alcalde Lavín. O el viernes pasado, cuando las cabezas del Ministerio de Salud se trasladaron a la misma comuna para aparecer en una actividad junto al candidato UDI para anunciar la primera cuadrilla sanitaria, lugar donde también se entregó el balance por COVID-19.

Si bien Lavín sigue en la mayoría de los sondeos punteando en su sector, la gran preocupación radicaría en la imposibilidad que ha mostrado para despegar e instalarse como un líder indiscutido de la centroderecha, para evitar que se repitan sus aventuras presidenciales previas y la frustrada carrera senatorial por la Quinta Región Costa, donde también vio desvanecerse sus aspiraciones. En RN particularmente se le recuerda cómo dos candidatos de ese partido, viniendo de atrás, le pasaron por encima, en alusión a la candidatura de Sebastián Piñera que –pese a ser definida a última hora– pasó por sobre el alcalde de Las Condes, y la de Francisco Chahuán, quien se impuso a Lavín aun cuando este último contó con una gran inversión, con la que repletó de «palomas» la Quinta Región Costa.

La operación para bajar a sus contendores

Es tan vehemente la intención del círculo cercano a Lavín de no exponerlo a una contienda en su sector, que diferentes comandos del oficialismo han acusado abiertas gestiones del lavinismo para bajar a sus contendores y, de esta manera, evitar que se lleve a cabo la primaria del 4 de julio. Consultados los comandos de Evelyn Matthei y de Mario Desbordes, señalaron que principalmente se debería a que saben que, a diferencia de una elección nacional, una primaria pone en riesgo precisamente esa carrera con miras a tan anhelado objetivo.

Y es que el perfilamiento del actual alcalde de Las Condes –que corre por carriles separados de su partido, llegando incluso a autocalificarse como un socialdemócrata– tiene las aguas divididas al interior del gremialismo, donde existe un sector que no estaría dispuesto a entregarle “vía libre” a su candidatura. En ese sentido, cobraron mayor relevancia las palabras de Van Rysselberghe, quien –en la misma entrevista antes señalada– sostuvo que “él tiene que dar garantías, que no tema ser impopular, que defienda las ideas del sector (…) nosotros no podemos entregar una carta blanca”.

Desde diferentes comandos ya habrían notificado, a quienes están operando por Lavín, de la nula disposición a cuadrarse con la idea de que corra solo, y esto se explicaría, entre otros varios factores, por la posibilidad real –reconocida incluso en la izquierda– de que quien gane la primaria presidencial de Chile Vamos sea el próximo Presidente de Chile. Al no haber nadie escapado, y teniendo al frente a ningún candidato “muy feroz”, es que por primer vez –como señalan en el oficialismo– al menos tres candidatos de la derecha correrían con posibilidades reales pensando en la segunda vuelta presidencial: Mario Desbordes, Evelyn Matthei y el propio Lavín.

El experto electoral Pepe Auth había señalado que «el dato mayor de la Cadem es que, a 8 meses de la elección, 66% de la gente no tiene candidato. Si la distancia entre los punteros (Jadue y Lavín) y los colistas (Narváez y Heraldo) es de apenas 5 puntos, está completamente abierta la presidencial».

Para quienes han recibido el mensaje, esto solo demostraría la “debilidad” con la que está conviviendo el exministro de Educación y la “desesperación” por evitar lo que podría significar el “fin de su carrera política”.

“Efectivamente, existe en todos el convencimiento férreo de que Lavín está tratando de bajarlos por secretaría”, señalaron cercanos tanto a Desbordes como a Matthei.

Doble operación gremialista

Fuentes muy bien conocedoras de la interna de la UDI afirmaron que el partido estaría dividido en tres, considerando el trabajo bajo cuerda que el exministro del Interior, Andrés Chadwick, estaría realizando no solo con la candidatura de Sebastián Sichel, sino también con la de Joaquín Lavín.

En este entendido, y con miras al 4 de mayo –fecha en que se tienen que inscribir los candidatos a las primarias–, es que en el gremialismo se busca instalar dos tesis, cada una con su propósito en particular. Primero, está la idea de que Joaquín Lavín sería el único capaz de derrotar en una eventual segunda vuelta a Daniel Jadue y, por el otro lado, la del candidato que nunca alcanza a llegar a la meta.

Dos facciones que chocan en la recta final de la inscripción y a menos de un mes de la gran elección a realizarse entre el 10 y 11 de abril, y que está íntimamente amarrada a los retos presidenciales de cada uno de los partidos.

Quienes han acusado recibo de la operación que buscaría evitar las primarias, revelaron que las gestiones han sido realizadas de manera paralela a través de dos interlocutores: por una parte, Ernesto Silva, en su calidad de principal asesor político de Lavín, y del propio Andrés Chadwick, quienes han insistido en mandar mensajes que lleguen a oídos de los demás candidatos, apelando a la “responsabilidad”. Todo ello con la anuencia de Cristián Larroulet desde el segundo piso de La Moneda. ¿El argumento? Que si bien Lavín ya no sería el «único» que podría ganarle en el uno a uno al alcalde Jadue, puesto que reconocen que los otros competidores también podrían darle una dura pelea, sí sería el más competitivo ante ese escenario. Todo ello –acusaron– basado “en sus propios números”, vale decir, en la encuesta UDD, que El Mostrador reveló como un aparataje “familiar”.

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