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El canciller se vio obligado a intervenir en el tema –que hasta ahora solo había quedado limitado al comunicado oficial del Registro Civil y a declaraciones del ministro vocero de Gobierno, Jaime Bellolio- y dio una entrevista para tratar de defender la decisión contra Aisino, pero al mismo tiempo intentar dar una señal de distensión, en especial tras la furia desatada en China, el principal socio comercial del país. El embajador chino Niu Qingbao representó su molestia por la anulación de la licitación y deslizó que las relaciones bilaterales Chile-China «requieren esfuerzos y cuidados conjuntos de ambas partes». Allamand se reunió con él y consultado si hubo presión de Estados Unidos, respondió que “en estas materias todos hacen ver sus puntos de vista y en ello no hay misterio, ya que todo es público». Desde el lado alemán también hubo un pronunciamiento en este tema y la embajada germana respaldó a Mühlbauer –socia de Aisino- “por su fiabilidad y capacidad técnica”.
Bajo una lógica de las “cuerdas separadas”, el Gobierno trató de poner paños fríos a través del canciller Andrés Allamand a la polémica por la anulación de la licitación de los nuevos carnés y pasaportes chilenos del Registro Civil, que dejó sin efecto la adjudicación al consorcio chino-alemán Aisino-Mühlbauer.
La empresa china anunció una batería de acciones judiciales nacionales internacionales para impugnar la determinación, y el Gobierno oriental no ha escatimado esfuerzos en representar su molestia. De hecho, la embajada emitió una declaración y ayer el representante diplomático chino en el país, Niu Qingbao se reunió en la Cancillería con el ministro Andrés Allamand.
Niu Qingbao aseguró estar «sorprendido» por la anulación de la licitación, toda vez que “el consorcio formado por Aisino y su socio alemán cumplió estrictamente los requisitos de la licitación chilena”. Sobre todo, el diplomático oriental apuntó al factor visa Waiver, que el Gobierno esgrimió como uno de los argumentos, aludiendo a que “la parte chilena tomó esta decisión teniendo en cuenta factores de terceras partes”. Y deslizó que las relaciones bilaterales Chile-China «requieren esfuerzos y cuidados conjuntos de ambas partes».
En este contexto, el canciller Allamand se vio obligado a intervenir en el tema –que hasta ahora solo había quedado limitado al comunicado oficial del Registro Civil y a declaraciones del ministro vocero de Gobierno, Jaime Bellolio- y dio una entrevista a El Mercurio para tratar de defender la decisión contra Aisino, peor al mismo tiempo intentar dar una señal de distensión, en especial tras la furia desatada en China, el principal socio comercial del país, por la anulación del proceso.
En la entrevista, Allamand tuvo que enfrentar dos interrogantes son fundamentales. Una, es si hubo presión de Estados Unidos. “En estas materias todos hacen ver sus puntos de vista y en ello no hay misterio, ya que todo es público”, fue su respuesta. Y consultado por represalias eventuales de China, Allamand sostuvo que “la relación entre China y Chile es sólida. El problema de la licitación de pasaportes no debiera extrapolarse y contaminar los intercambios comerciales, menos los políticos y diplomáticos”.
De acuerdo al ministro, la anulación de adjudicación al consorcio chino Aisino obedeció a un incumplimiento de las bases de licitación –tal como lo planteó el Registro Civil en su comunicado del martes pasado- y se fundamenta en dos factores: “el incumplimiento del Pacto de Integridad, en virtud de inconsistencias no aclaradas, pese a que le dio la oportunidad de hacerlos y la imposibilidad de asegurar la mantención del programa de exención de visas. Esto último fue siempre un requisito esencial”.
El canciller subrayó que pese a este impasse el marco para las inversiones extranjeras es “100% confiable”. Y ante la arremetida de la empresa china con una serie de acciones judiciales, dijo que Chile “es un Estado de derecho y si una de las garantías a favor de la inversión extranjera es que si alguien se siente perjudicado por una decisión de la autoridad, puede accionar ante los tribunales de justicia, que son independientes y dan plenas garantías”.
Desde el lado alemán también hubo un pronunciamiento en este tema. Esto, dado que la empresa de ese país Mühlbauer, fundada en 1981 y se especializa en temas tecnológicos y de seguridad, iba asociada con Aisino en la licitación, y resultó afectada por la decisión del Registro Civil.
En declaraciones a Pulso, la embajada de Alemania defendió la calidad de la empresa germana y sostuvo que “no suele emitir comentarios sobre procesos de licitación pública en curso por respeto a la institucionalidad chilena, limitándose solo a señalar que una de las empresas involucradas, Mühlbauer AG, es una firma alemana reconocida tanto en Alemania como en el exterior por su fiabilidad y capacidad técnica”.
