Diputado Leonardo Soto: “El PS se volvió un aliado muy importante en la sostenibilidad del cambio”

El fin de semana pasado, el Partido Socialista (PS) pareció imponer presión a sus aliados políticos al anunciar que la ex Presidenta Bachelet estaría dispuesta a poner a disposición su capital político y liderar una lista electoral para consejeros constitucionales; a cambio, hubo una condición: la lista debía ser única. La fuerza de empuje de esta propuesta estuvo acompañada de la decisión de la mesa del PS de aunar las listas del oficialismo en una alternativa electoral. Almuerzos, mensajes, llamados y reuniones no dejaron la esquina de París con Londres en el centro de la capital. Los partidos del Socialismo Democrático, que tienen su domicilio en esa esquina, estuvieron barajando las dos opciones disponibles: una lista cercana al Gobierno con Apruebo Dignidad o dividir las listas y agregar otra que fuera integrada por los partidos del Socialismo Democrático.

Las negociaciones se enfocaron en el punto de equilibrio entre estas dos almas del oficialismo: el Partido Socialista. Su decisión fue clave para tensionar las resoluciones de las otras colectividades  y, aun cuando decían que no querían dramatizar la división, la dilatación de las negociaciones hicieron evidente el dramatismo. Si bien los destinos de las listas parecen definidos –el PS y el Partido Liberal con Apruebo Dignidad, por un lado, y el PPD, el Partido Radical y la DC, por el otro–, la inscripción de los candidatos está a la vuelta de la esquina, el lunes 6 de febrero. El diputado y vicepresidente del Partido Socialista, Leonardo Soto, comenta las tensiones que vivió el PS durante la semana, hace críticas respecto a las actitudes de sus partidos aliados y proyecta los desafíos electorales que se avecinan al enfrentar las votaciones de consejeros constitucionales con dos listas.

-¿Se terminaron las posibilidades de construir una lista única después de la declaración de la presidenta del PPD, Natalia Piergentili?
-Las declaraciones de Natalia Piergentili son bastante categóricas y parecen definitivas. Siempre hay una esperanza mientras existan plazos pendientes. Me parece que todos los esfuerzos que hizo el Partido Socialista por tender puentes para lograr la lista única, hasta el momento, han demostrado no tener resultado y parece que la sensación es que no se modificaría en los días que quedan.

-¿Cuál fue el factor clave que no convenció al PPD de unirse a la propuesta del PS de lista única?
-Yo creo que en el PPD y en otros partidos del Socialismo Democrático prevaleció una desafección profunda sobre la conducta política de Apruebo Dignidad que se viene expresando desde hace dos años, cuando quisimos ir en primaria junto con ellos y nos dejaron en el Servel. La conducta anterior, y presente, de algunos partidos de Apruebo Dignidad, de un cierto desprecio al aporte que ha hecho el Socialismo Democrático, fue generando una profunda distancia y desconfianza que creo que pudo haber prevalecido en las listas separadas.

-¿Cree que hay mayor lealtad hacia el Gobierno de parte del PS que de los otros partidos del Socialismo Democrático?
-Yo dejaría de lado la responsabilidad y lealtad que tiene el Socialismo Democrático con el Gobierno, porque no ha sido puesta en tela de juicio. Es más, personeros del PPD han sido muy claros con que van a seguir apoyando el Gobierno en todos los niveles con sus mejores representantes. Como lo está haciendo, de hecho, la actual ministra del Interior, Carolina Tohá, que pertenece al PPD. Creo que lo que habría primado en esta decisión, tiene que ver con una mirada de futuro, y sobre todo un nivel de confianza distinto al que tiene Apruebo Dignidad y parte del Socialismo Democrático en este proceso. Son distintas miradas de la Constitución y una teoría y una práctica que, en concepto del PPD, es insalvable.

-¿Usted cree que esta división electoral proyecta un futuro hacia una nueva coalición? Por ejemplo, la que propuso Diego Ibáñez, el presidente de Comunes, o bien el Socialismo Democrático tal y como está. ¿En qué piscina ve más agua?
-Es difícil decir por anticipado las consecuencias de futuro que van a tener estas decisiones. Yo creo que los caminos que se abren a partir de estas elecciones de consejeros constitucionales, se van a mostrar con mucha mayor nitidez, no cuando se inscriban las listas separadas, como se está instalando, sino más bien cuando se revisen los resultados electorales. Las formaciones políticas tienen el deber supremo de escuchar siempre la voz del pueblo y creo que los resultados electorales marcarán un rumbo hacia el futuro respecto a las distintas almas que inspiran y sostienen al Gobierno de Gabriel Boric. Con esa información, las políticas de alianzas podrán tener mayor información con la que permitan agruparse o reagruparse hacia los desafíos de los próximos años.

-¿Cree que el PPD, la DC y el PR corren un riesgo en términos de rendimiento electoral ahora que van en una lista separada?
-Yo creo que si midiéramos los resultados de esta elección de consejeros constitucionales con la elegibilidad, sin duda es posible anticipar, quizás, que esos partidos pueden tener una baja electividad por el hecho de ir separados de la lista principal. Pero también será interesante ver qué electorado son capaces de representar, más allá de la electividad. Puede que escojan pocos consejeros, pero ver a lo largo del país que existan zonas donde puedan tener buenos resultados en términos comparativos. Lo cual sin duda puede ser relevante para definir la mayor o menor sintonía que tienen con el pueblo chileno.

-¿Cuál fue la principal razón que hizo que el PS no se alistara con el Socialismo Democrático?
-Creo que el PS fue insistente en sostener la convicción de que hoy día es necesario, más que nunca, que todos los partidos de la alianza de Gobierno fueran en una lista única a enfrentar este desafío electoral. Tiene que ver con dos situaciones. La primera es que, sin duda, por el momento presente, donde el Gobierno tiene una baja valoración en las encuestas, una enorme cantidad de obstáculos para sacar adelante su programa y para generar mayorías en el Parlamento, es la responsabilidad de buscar fortalecer la gestión de Gobierno y la fuerza parlamentaria. Claramente, al enfrentar desunidos, acrecienta los obstáculos de la gestión de Gobierno. Segundo, a nosotros nos parece que el desafió constitucional es tan grande; poner término a la Constitución del 80 y con eso los amarres y cerrojos constitucionales que impiden hacer los cambios que los chilenos necesitan, nos obliga a hacer un esfuerzo supremo por aumentar y consolidar un buen elenco de consejeros constitucionales. El PS no ha tenido interés en fuerzas testimoniales o simbólicas, sino que tenemos la conciencia clara de que es necesario construir mayorías para no defraudar las expectativas del pueblo chileno. 

-¿La posibilidad de que la ex Presidenta Bachelet participara como líder de la lista única, movió la aguja del PS hacia Apruebo Dignidad?
-La postura invariable que tuvo el PS por buscar la máxima unidad posible, fue una línea política que se fortaleció con varias iniciativas. Una de ellas fue el diálogo interno como el Comité Central que ratificó nuestra línea partidaria. No contentos con eso, se logró conseguir lo mejor de lo nuestro, la ex Presidenta Michelle Bachelet, pero bajo la condición de que fuera en una lista única. Ambos hechos, creo que ratificaron la conducta partidaria respecto a la decisión que finalmente adoptamos.

-¿Cree que el PPD tomó la decisión antes de ir en dos listas separadas para ponerle presión al PS?
-Sin duda. Yo creo que el PS tuvo dos tensiones muy fuertes en las últimas semanas. Una, la conducta inamovible del PPD de ir divididos a enfrentar esta elección. Fue una conducta bilateral utilizada por el PPD, que se mantuvo de manera intransigente sin ningún espacio para el diálogo y revisarse. Por otra parte, también hay que señalarlo, que parte de Apruebo Dignidad tuvieron un inmovilismo y una falta de diálogo importante para poder encontrar entre todos una solución y una mirada compartida para enfrentar este desafío electoral. Entre el inmovilismo y falta de iniciativa de diálogo de Apruebo Dignidad y la conducta intransigente, fija e inamovible del PPD, el PS logró mantenerse firme con una postura de principios. 

-El Comité Político iba a votar el miércoles por si iba a una lista única con Apruebo Dignidad o a una lista separada con el Socialismo Democrático, ¿hubo votación o hubo un acuerdo de insistir en la lista única? 
-El PS fue fuertemente tensionado por estas dos dinámicas y a ratos hubo varios que quisieron que tomáramos una decisión binaria, en blanco y negro, votando por uno u otro sector político. Eso hubiese sido trasladar el quiebre del oficialismo a nuestra formación política. Hubiese sido una paradoja que el partido que más impulsó la unidad de la izquierda, terminara quebrado en su órgano interno. Por eso la sabiduría y templanza que nos dan los 90 años del PS, nos permitió mantener nuestra linea partidaria en todo momento, que fue ratificado por la Comisión Política de los 27 integrantes. Es decir, el partido resistió los embates el divisionismo, se mantuvo firme en sus convicciones y prevaleció al punto de lograr el apoyo unánime. Por eso nos sentimos satisfechos por hacer contribuciones concretas a que Chile tenga una buena Constitución y que el Gobierno tenga un rumbo de solvencia, estabilidad y cambios. El PS se volvió un aliado muy importante en la sostenibilidad del cambio.