Durante la ceremonia en la cual nuevas generaciones de abogados prestan su juramento (88 jóvenes en total), el presidente del máximo tribunal emitió un discurso en que -en medio del complejo momento que vive esa corte- remarcó los valores que deberían tener quienes ejerzan la profesión jurídica.
El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Blanco, encabezó una nueva ceremonia en la que 88 postulantes prestaron juramento como abogados ante el tribunal pleno.
En su mensaje a los titulados, la máxima autoridad judicial señaló que “la profesión jurídica no sólo implica desempeñarse con prudencia, buena fe, excelencia y sentido de justicia en cada acción que desarrollen en su vida laboral; también exige condiciones vinculadas a la moral y ética que constituyen pilares fundamentales de lo que la sociedad espera a través de este gran acto de confianza por el cual se les entrega la investidura legal para representar los derechos de las personas”.
En el mismo sentido, les indicó que “los esfuerzos académicos que preceden a este momento y que forman parte del difícil camino para la titulación, deben estar ligados con una conducta apropiada al rol que desde hoy desempeñarán, y que coloca a los profesionales del Derecho en el deber de cumplir un estándar de un buen ciudadano“.
“Dentro de ese modelo -añadió la autoridad judicial- siempre tendrá un valor supremo la consideración de los fines para los cuales se creó el sistema legal, que son la paz social, la consolidación del Estado de derecho y la democracia”.
Agregó que “es, justamente, este principio y derecho a la democracia, el que sirve de inspiración y al cual son contributivos una serie de otros derechos, cuya protección debe ser permanentemente tutelada, con el fin de promover ese círculo virtuoso entre ese concepto, la paz social y el Estado de derecho”.
Finalmente, Blanco llamó a los jóvenes a “asumir en profundidad la observancia de los Derechos Humanos obliga a mirar el ejercicio de la democracia de un modo más sofisticado, y siempre en función de los ideales éticos y políticos, en relación con los derechos esenciales de las personas”