Con capacidad para 15.000 litros de agua o retardante ―y que se puede recargar por completo en 15 minutos― el “Fireliner” será clave en la prevención y control del fuego en esta temporada de incendios.
Este sábado el Presidente Gabriel Boric presentó el Boeing 737 “Fireliner”, avión especializado en el combate de incendios forestales, que se integra a la flota de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) para la temporada 2024-2025.
El avión, que estará operativo por 100 días con base en el aeródromo Torquemada, en la región de Valparaíso, tiene capacidad para trasladarse rápidamente a las zonas afectadas.
El “Fireliner” es un large air tanker con capacidad para cargar hasta 15.000 litros de agua o retardante, los cuales pueden ser descargados de forma segmentada o en una sola operación, optimizando su efectividad. Su diseño también le permite crear líneas de contención químicas de hasta un kilómetro de longitud, clave a la hora de detener el avance del fuego en zonas de difícil acceso.
“El Fireliner es un refuerzo crucial para la temporada. Es una herramienta que nos permitirá enfrentar los incendios con mayor eficacia, proteger vidas y evitar tragedias mayores”, destacó el Presidente Boric durante la presentación.
El avión es operado por pilotos de Coulson Aviation, empresa canadiense especializada en el combate aéreo de incendios. Según explicó el Mandatario, el ‘Fireliner’ puede recargarse en solo 15 minutos y realizar descargas en intervalos de 2 a 10 segundos, lo que mejora la eficiencia en las tareas de extinción de incendios.
A este refuerzo aéreo se sumará en diciembre un Hércules C-130, también de Coulson Aviation, que estará basado en la región del Biobío. Con la llegada de este avión, la flota de Conaf se ampliará a 77 aeronaves, incluyendo aviones cisterna, helicópteros y aviones de monitoreo, lo que permitirá una mayor cobertura en la zona centro-sur del país, una de las más afectadas por los incendios.
Este refuerzo en la flota aérea forma parte del plan gubernamental que destinará más de 156 mil millones de pesos a la temporada de incendios forestales, con el objetivo de reducir el impacto de los siniestros en las regiones afectadas, como las de Valparaíso y Biobío, que sufrieron graves daños en el verano pasado.