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Aisén Etcheverry, la vocera (s) que llega a encapsular las tensiones del FA PAÍS Crédito: Agencia Uno

Aisén Etcheverry, la vocera (s) que llega a encapsular las tensiones del FA

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Con el nombramiento de Etcheverry, una abogada con redes en la derecha y el oficialismo, el Gobierno aspira a avanzar en la reforma de pensiones y manejar de forma estratégica las relaciones con los distintos sectores políticos, en un marco donde las tensiones y negociaciones han sido constantes.


Tras semanas de elucubraciones terminó el misterio. El Presidente Gabriel Boric decidió nombrar a Aisén Etcheverry (FA), la ministra de Ciencia y abogada, como vocera subrogante del Gobierno, reemplazando a Camila Vallejo. El cambio ocurre en un momento en que el Frente Amplio enfrentaba tensiones en el debate sobre la reforma de pensiones y con varios flancos judiciales abiertos.

Desde el Ejecutivo se consideró que el nombramiento de Etcheverry era una estrategia para el último año de mandato de Boric, ya que Vallejo había enfrentado cierto desgaste tras el Caso Monsalve, la acusación de acoso en Magallanes sobre el Jefe de Estado y las críticas de la oposición. El nuevo nombramiento se presentó al interior del oficialismo como una forma de fortalecer la presencia del Frente Amplio en el Comité Político, al tiempo que se interpreta como una distancia con el Partido Comunista en relación con su postura en la reforma de pensiones y el cambio al sistema político en los que han mostrado críticas.

Etcheverry asumirá oficialmente la vocería del Gobierno este lunes, justo cuando Vallejo inicie su prenatal. El proceso de selección de Etcheverry se mantuvo en reserva y sorprendió a varios parlamentarios, ya que se esperaba que el reemplazo fuera Jeannette Jara, actual ministra del Trabajo, o un ministro con más muñeca política.

La elección de Etcheverry se justificó por su experiencia en el ámbito técnico de su cartera, por su cercanía con Boric, afirman, y trayectoria como abogada en Corfo y directora de Conicyt bajo el gobierno del expresidente Piñera.

Esta experiencia le permitió construir una red que incluía relaciones con sectores de la derecha, la izquierda y el socialismo democrático, lo que podría ser esencial para facilitar el diálogo en un entorno político. Otro de los factores que jugaron a su favor es su locuacidad y también sus buenas relaciones con el mundo privado, de la mano de la innovación y los proyectos productivos de frontera.

A pesar de que Etcheverry no era tan conocida en la opinión pública, su trayectoria y conexiones con diferentes sectores de izquierda y derecha  le otorgaron una base importante para asumir de portavoz. La presidenta del Frente Amplio, Constanza Martínez, que había defendido salir a la calle para respaldar con la ciudadanía la reforma de pensiones, esta mañana volvió a un tono moderado y expresó su apoyo al nombramiento.

La subrogancia de Aisén Etcheverry también buscó frenar la movilización del Frente Amplio, que se había alineado con el Partido Comunista en la defensa de la reforma de pensiones en las calles.

Martínez defendió un plan que incluía mantener una “alerta ciudadana” sobre las pensiones, realizar volanteos masivos y desplegar a la militancia del partido en los territorios para informar a los electores sobre los obstáculos que enfrenta la reforma, lo que no agradaba en el Ejecutivo y cuya postura era similar a la del PC. La convocatoria del Frente Amplio generó inquietud dentro del oficialismo, donde se temió que el activismo podría entorpecer las negociaciones con la oposición en torno a un acuerdo.

Antes de la designación, múltiples nombres habían circulado como posibles reemplazos, incluyendo a la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, el ministro Elizalde y la subsecretaria Nicole Cardoch.

La visión de los analistas

Otros analistas políticos tienen una perspectiva más crítica sobre esta decisión. El sociólogo y director de Tuinfluyes.com, Axel Callis, es más escéptico y crítico. Sostiene que el nombramiento subrogante de Etcheverry es “como un casting” y que “si le va bien en enero, seguirá en marzo”, y que sería como un trato mensual, donde permanecerá mientras siga en funciones. Agrega que el “el PC queda normal”, ya que viene “el mes de Jara” y que “el PC no tiene por dónde llorar, porque ya tenía dos ministros en el comité político”. “Tiene a Cataldo con pautas en enero y a Jara con múltiples vocerías, así que no tienen por dónde quejarse”, dice Callis.

Y agrega: “Es un giro experimental. Tiene que ver evidentemente con que Aisén no tiene experiencia política y un vocero tiene que tener un fondo político, salvo que quieran cambiar el tipo de vocería y que sea mucho más formal y estructurada, más que comentadas e improvisadas. Entonces ahí es como un rostro amable, como se dice ahora. Y reservar las vocerías más complejas y políticas para el ministro de Interior, para el subsecretario Cordero, y los que estén en La Moneda. Yo creo que eso es súper sencillo el esquema que está haciendo el Gobierno. Es como separar lo político de Camila Vallejo y pasárselo a Tohá, Cordero y a lo mejor a Elizalde, y dejar a Aisén, como una vocera formal, pauteada absolutamente, sin respuestas como políticas”.

El director del Centro Democracia y Opinión Pública  de la Universidad Central Marco Moreno agrega que el nombramiento de Etcheverry puede ser visto como un movimiento táctico en un momento delicado de negociaciones políticas. “Es complicado porque, si hay un problema o un incidente, tendría que salir a hacer una vocería. Esto podría complicar su relación con la oposición”, advierte. Moreno considera que este cambio no significa un quiebre con el Partido Comunista, el cual sigue representado en el Comité Político por la titular del Trabajo, sino que es una estrategia para evitar la exposición de la ministra Jara en el Congreso, y que era una de las candidatas mencionadas para el cargo.

“Si el contexto no hubiera sido la etapa final de la negociación, probablemente habría sido la ministra Jara quien asumiera ese rol. Esto está influido por la necesidad del gobierno y del Presidente de proyectar su legado presidencial, mostrando, al menos, que esta reforma, sea cual sea su resultado, quizá no con el 3-3 que buscaba el Ejecutivo. Va a tener el Gobierno y el Presidente que dar una señal de liderazgo, para ordenar a su sector político, incluyendo al Frente Amplio y al Partido Comunista, y avanzar con esta iniciativa. Esta es una decisión táctica, y no significa un quiebre con el PC. Esto está en conocimiento del PC, como te digo puede ser un movimiento nada más que táctico para blindar a la ministra Jara en esta última etapa de la negociación”, dice Moreno.

El analista político Rodrigo Arellano también aporta a la discusión, al afirmar que el Presidente Boric prioriza mantener un círculo de confianza en lugar de basarse en cálculos políticos. Según Arellano, la decisión de nombrar a Etcheverry refuerza la confianza del Mandatario en su equipo, especialmente tras la distancia que Vallejo ha marcado respecto al Partido Comunista en temas políticos.

Con el nombramiento de Etcheverry, el Gobierno busca avanzar en la reforma de pensiones y manejar de forma estratégica las relaciones con los distintos sectores políticos, en un marco donde las tensiones y negociaciones son constantes. La nueva vocera enfrentará el desafío de representar al Gobierno en un momento crítico, mientras se espera que su designación facilite el diálogo en un entorno político complejo.

Fuera de lo anterior, a la propia ministra asumir la vocería significa tener la posibilidad de ingresar los temas de su agenda al comité político. “No va a desaprovechar esa oportunidad”, dicen en Palacio.

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