Publicidad
Elizalde descarta injerencia del Gobierno en cambalache entre Fundación Allende y Serviu PAÍS Agencia Uno

Elizalde descarta injerencia del Gobierno en cambalache entre Fundación Allende y Serviu

Publicidad

El ministro Álvaro Elizalde descartó injerencia del gobierno actual en el pago de una deuda de la Fundación Salvador Allende al Serviu con 93 obras de arte, decisión tomada en 2015, tal como informó un reportaje de El Mostrador. “No es una decisión bajo esta administración”, afirmó.


El ministro del Interior, Álvaro Elizalde (PS) descartó que el gobierno haya tenido injerencia en la forma de pago que se determinó para la deuda que mantenía la Fundación Salvador Allende con el Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu).

Tal como informó inicialmente El Mostrador, la Fundación Salvador Allende saldó la deuda de una propiedad con el Serviu mediante el “trueque” de 93 obras de arte. Los trabajos nunca fueron entregados al Serviu y la Contraloría detectó irregularidades, aunque declaró el caso prescrito. Hoy, tras siete años, dicho caso vuelve a encenderse.

En un punto de prensa realizado desde La Moneda, el ministro Elizalde señaló que “el contrato es de 2004 y la razón de pago a la cual usted hace referencia es de 2015. Por tanto, son decisiones que se tomaron en administraciones anteriores conforme a nuestro ordenamiento jurídico”.

En esa línea, zanjó que “no es una decisión que se haya tomado bajo la actual administración”.

El ministro recalcó: “Insisto, ocurrió hace casi 7 años atrás la acción de pago. Sí es una figura que está contemplada en nuestro ordenamiento jurídico y fue una decisión que se tomó por las autoridades de aquel entonces”.

El hecho destapado por El Mostrador señaló que siete años antes de que el escándalo por la venta de la casa de calle Guardia Vieja explotara, sepultando el intento de transformar la residencia del expresidente Salvador Allende en un museo y dejando fuera de cargos públicos a dos de sus familiares, otra negociación se llevaba a cabo entre una repartición del Estado y la fundación encargada de resguardar la memoria del exmandatario socialista.

La operación involucraba –al igual que hoy– el destino de un bien inmueble: el palacio Heiremans, la residencia que fue comprada en 2004 por la Fundación Salvador Allende (FSA) al Serviu Metropolitano en cuotas anuales, las que no pudieron cancelar durante ocho años, hasta llegar a un acuerdo bastante inusual: la dación en pago de 93 obras de arte por la deuda acumulada hasta entonces, alrededor de 556 millones de pesos.

Publicidad