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Encuesta Democracia UDP-Feedback: 53% de los chilenos se encuentran insatisfechos con la democracia PAÍS Créditos imagen: Agencia Uno

Encuesta Democracia UDP-Feedback: 53% de los chilenos se encuentran insatisfechos con la democracia

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Entre los hallazgos, los autores reportaron concordancia entre personas de izquierda y derecha en algunos valores rectores, como el acceso igualitario a la justicia. Sin embargo, la satisfacción con la democracia chilena es inversamente proporcional entre ambas tendencias.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
La encuesta UDP-Feedback (julio) revela ambivalencia hacia la democracia en Chile: 68% la prefiere, pero 53% está insatisfecho. Un 26% ve viable un gobierno autoritario. Hay división ideológica: 79% de izquierda satisfecho vs. 79% de derecha insatisfecho. Valores democráticos varían: derecha prioriza justicia y propiedad (81%), izquierda justicia (98%) y elecciones libres (92%). Solo 8% se identifica plenamente con partidos, y 55% poco o nada. Aunque 61% cree en su importancia, 90% critica su búsqueda de poder. Crisis de representación favorece liderazgos emocionales.
Desarrollado por El Mostrador

Una apreciación ambigua de la democracia, la sensación de abandono por parte de los partidos políticos y el debilitamiento de las posturas doctrinarias fueron parte de los hallazgos de la última encuesta Democracia UDP-Feedback, correspondiente al mes de julio.

La medición, de carácter no probabilística, fue realizada entre el 30 de junio y el 9 de julio y contó con 2.485 casos, correspondientes a 1.374 hombres y 1.111 mujeres mayores de 18 años.

Entre los principales hallazgos de la medición se cuenta que el 68% de los encuestados sigue considerando que la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno. No obstante, el 53% también se declaró insatisfecho o muy insatisfecho con la democracia chilena actual.

“Esta contradicción revela una ciudadanía que, aunque no reniega del ideal democrático, percibe una fuerte disonancia entre los principios del sistema y su experiencia cotidiana con él. A esto se suma el hecho de que aproximadamente la mitad de los encuestados cree que un gobierno autoritario lo podría hacer mejor frente a problemas como la delincuencia“, comenta el estudio, que reportó a un 26% de los chilenos adherentes la idea de que “un gobierno autoritario puede ser preferible a un gobierno democrático”.

Desagregados por tendencia política, un 79% de los adherentes a corrientes de izquierda se expresó satisfecho o muy satisfecho con el funcionamiento de la democracia. El mismo número que en la derecha, aunque en su caso declarándose insatisfecho o muy insatisfecho con la misma. En el caso de las personas de centro, tanto el número de satisfechos como de insatisfechos se encuentra dividido en un 50%.

Asimismo, y consultados por los valores esenciales de la democracia, las personas de derecha tendieron a remarcar el acceso igualitario a la justicia (82%) y el derecho a la propiedad privada (81%), mientras que los menos relevantes serían la disminución de la brecha entre ricos y pobres (19%) y la protección de los derechos de las minorías (16%).

En la vereda del frente, la gran mayoría concuerda en el acceso igualitario a la justicia como un valor elemental de la democracia (98%), seguido de elecciones libres e imparciales (92%). Donde se encuentra el quiebre es en la valoración del derecho a la propiedad privada, respaldada por solo el 53% de los consultados.

Colapso del vínculo partidario

Solo un 8% de los encuestados se declaró completamente identificado con un partido político, aunque la cifra aumenta a 45% si consideramos los que se identifican en gran parte. En tanto, el 55% admitió estar poco o nada identificado con alguna tienda.

Asimismo, aunque el 61% considera que los partidos son indispensables para la democracia, el 90% cree que estos solo buscan cargos para sus miembros, y el 59% identifica como el principal problema el que “solo busquen el poder e intereses personales por sobre el bien común”.

“La crisis de representación no solo es institucional, sino también simbólica: los partidos son percibidos como estructuras anacrónicas, desconectadas y opacas. En ese vacío, emergen liderazgos carismáticos o disruptivos que apelan a la emoción más que a la razón”, anotan los autores.

Sin embargo, la tendencia se revierte cuando el grupo de injerencia es más cercano: cuando hablan de política con amigos, el 49% logra ponerse de acuerdo o llegar a consensos “a veces”, mientras que el 40% lo logra “con frecuencia” o “siempre”.

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