Daniel Halpern, director magíster UC: grupos detrás de los bots “comparten mentalidad conspirativa”
Daniel Halpern analizó el caso de desinformación contra Evelyn Matthei y advirtió sobre campañas articuladas por “comunidades ideologizadas”. Señaló que estas operan con lógica reactiva y mentalidad conspirativa, afectando indistintamente a figuras de izquierda y derecha.
Tras el desistimiento de la candidata presidencial de Chile Vamos, Evelyn Matthei y senadores de RN de presentar una querella por la campaña de desprestigio en su contra originada en el Partido Republicano—en la que se difundieron videos acusándola de tener alzheimer— el director del magíster en Comunicación Estratégica de la UC y del think tank Tren Digital, Daniel Halpern, analizó el fenómeno de las campañas basadas en desinformación, resaltando el rol de grupos ideologizados en redes sociales.
En conversación con Al Pan Pan con Mirna Schindler, Halpern dijo que lo que subyace en este tipo de campañas no son simples ataques aislados, sino dinámicas articuladas por “comunidades ideologizadas” que actúan con una lógica reactiva, automática y profundamente polarizada. “Hay mucho odio, son los haters. Una persona que tiene odio en su corazón se gasta su energía en destruir al otro. Y tú dices: ¿cómo puede ser? Pero eso sucede, y sucede en redes sociales todo el tiempo”, afirma Halpern.
El académico sostiene que estas comunidades funcionan sobre la base de una “mentalidad conspirativa”, un patrón recurrente que ha detectado en diversos estudios sobre desinformación y fake news realizados en los últimos años en Chile. “Cuando comenzamos a investigar estos fenómenos hace unos siete años, la variable que más nos salía de que las personas creaban o compartían era la mentalidad conspirativa”. Y este fenómeno, remarca, tanto aparece en “personas muy de derecha o muy de izquierda, indistintamente. No hay ninguna diferencia”.
Según Halpern, el ecosistema digital actual —donde predomina el anonimato y la segmentación ideológica— facilita este tipo de acciones. “Hoy es muchísimo más fácil ensuciar a otra persona. Estas comunidades tienen una visión de mundo muy limitada, una persona ideologizada es que ve lo que hace su candidato como que está perfecto, está bien, y cualquier otra cosa que hacen los demás es mala, y es incapaz de ver elementos negativos en lo suyo, y solamente proyecta aspectos positivos y negativos en los demás, positivos en el suyo”.
En ese sentido, el caso de Matthei no es aislado, sino parte de un patrón más amplio que ha afectado tanto a políticos como a periodistas y líderes de opinión. Para Halpern, este fenómeno se ha ido instalando como parte del paisaje político y comunicacional, y representa un riesgo profundo para la democracia y la deliberación pública.