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Tortura china: lo que no entienden en el país asiático

Siguen los coletazos de las presiones del gobierno de China para que Chile no adhiera a la condena por las violaciones a los derechos humanos en el


Siguen los coletazos de las presiones del gobierno de China para que Chile no adhiera a la condena por las violaciones a los derechos humanos en el Tíbet.



Según cuentan en Cancillería, nuestro embajador en ese país, Fernando Reyes Matta, ha recibido presiones directas del gobierno chino en varias reuniones oficiales. De acuerdo a las mismas fuentes, representantes de ese país le han dicho en todos los tonos que China espera que el parlamento chileno retire la resolución de «condena a la represión en Tíbet», un documento que la Cámara de Diputados aprobó el pasado 17 de abril con una votación transversal de 35 votos a favor, ocho en contra y una abstención. En esa resolución, además se insta a la Cancillería para que «las autoridades chinas negocien con el Dalai Lama».



Como buen diplomático las respuestas de Reyes Matta han sido lo suficientemente elusivas como para mantener el statu quo de la tensa relación con el gigante asiático, segundo socio comercial de Chile. Reyes Matta ha intentado explicar en todos los tonos que en Chile los poderes del Estado son tres, y que el principio de independencia de cada uno es constitutivo de la República.



«Okey son tres poderes, pero el Estado es uno», le habrían dicho sus contrapartes. «Y es el Estado el que manda». No hay caso, la cultura imperial sigue pesando.

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