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La política del «premio de consuelo» del Gobierno

La política del «premio de consuelo» del Gobierno

Si bien Cristián Larroulet cedió y no pudo seguir «salvando» a Ignacio Guerrero, ciertamente no lo dejó a su suerte. En el entorno gubernamental no ha pasado inadvertido que se le «inventó» un cargo tras su salida de la subsecretaría: el de secretario ejecutivo del «Plan Recuperemos Chile», una suerte de encargado de la reconstrucción del país tras el estallido social. Una fórmula de premio de consuelo que ya se había usado antes.


En marzo de 2018, Ignacio Guerrero asumió como subsecretario de Economía y durante los quince meses que José Ramón Valente  fue ministro de dicha cartera, tuvieron varios «encontrones». Con el ajuste ministerial de junio del 2019, que implicó el regreso de Juan Andrés Fontaine a la cabeza de dicha repartición, el subsecretario se mantuvo en su puesto. Pero no corrió la misma suerte con el tercer ministro.

En el cambio de gabinete del 28 de octubre, el Presidente Sebastián Piñera puso a Lucas Palacios como titular de Economía y ahí la suerte de Guerrero quedó echada. Allegados al ministerio aseguraron que el flamante secretario de Estado no se entendía bien con el estilo de su subsecretario, quien siempre contó con el respaldo del influyente jefe de asesores del segundo piso de La Moneda, Cristián Larroulet.

Las diferencias fueron tales, que Palacios exigió que se ordenaran las piezas en el ministerio y, al más puro estilo de las baladas románticas, le habría dicho a los inquilinos de La Moneda “o él o yo”. Cómo se sabe, en Palacio optaron por el ministro de Economía y, por tanto, la semana pasada, el 6 de enero, se hizo oficial la salida de Guerrero de la subsecretaría, quien fue reemplazado por Esteban Carrasco.

Pero si bien Larroulet cedió esta vez y no pudo seguir «salvando» a Guerrero, ciertamente no lo dejó a su suerte. En el entorno gubernamental no ha pasado inadvertido que se le «inventó» un cargo tras su salida de la subsecretaría: el de secretario ejecutivo del «Plan Recuperemos Chile», una suerte de encargado de la reconstrucción del país tras el estallido social.

Una fórmula de premio de consuelo que ya se había ocupado antes, con Felipe Kast en el primer Gobierno de Sebastián Piñera. Hay que recordar que el hoy senador de Évopoli fue sacado del Ministerio de Desarrollo Social el año 2011 para poner a Joaquín Lavín y, en «compensación», se le nombró como delegado para campamentos y aldeas de las víctimas del terremoto del 27/F.

Kast, quien al momento de ser ministro era militante de la UDI, salió directo del Instituto Libertad y Desarrollo -centro de pensamiento del gremialisno- al sillón ministerial de Desarrollo Social. No solo era cercano a Larroulet, sino que además lo consideraba su mentor.

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