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Patrimonio gastronómico, aromas y sabores de nuestra identidad Opinión

Patrimonio gastronómico, aromas y sabores de nuestra identidad

Fernando Oyarce
Por : Fernando Oyarce Coordinador académico del Magister Gestión del Patrimonio y Turismo Sostenible Universidad Autónoma de Chile
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En las últimas décadas, el espacio cultural se ha tornado cada vez más heterogéneo, complejo y cambiante. De manera paralela, la sociedad civil ha comprendido la importancia de conservar su identidad, logrando organizar, promover y exigir mayores recursos con esta finalidad, acción transversal que va desde la acción concreta de conservar hasta lograr instalarlo como una preocupación para la gestión local.

Si en el plano individual la noción de patrimonio como herencia parece clara, en el plano colectivo no lo es tanto, contemplada desde nuestra perspectiva de gente moderna.

Nuestra sociedad ha elaborado su propia versión desde lo colectivo, incluyendo bienes culturales y la naturaleza. Allí emerge con mucha fuerza el patrimonio alimentario y la gastronomía típica, donde las tradiciones culinarias específicas de cada zona y rincón de nuestro país reflejan los sabores y aromas de nuestra diversidad cultural.

El patrimonio por lo general suele asociarse al pasado, pero es todo lo contrario, es la proyección de futuro, desarrollando acciones para mantenerse vivo, de otra manera pasa a ser un recuerdo histórico.

Por esta razón es que se constituye en un valor social y cultural, donde existen hechos, objetos, acciones, platos y costumbres que permiten una reproducción de las tradiciones ligadas a la historia de cada lugar.

Es así como el patrimonio culinario se transforma y se constituye en otra manifestación de éste y de identidad, porque no es el solo el hecho de reproducir ingredientes y productos, sino es de reproducir sus técnicas culinarias y modos de consumo asociados a su particular desarrollo identitario y cultural junto con asociarse a modos de vida, historias familiares y una infinidad de hechos que dan sentido y sabor a cada una de las preparaciones que podemos encontrar a lo largo de nuestro país.

Toda esta riqueza cultural y patrimonial ligada a la gastronomía se hace necesario proyectar y preservar, ya que nos permite reconocernos no solo como país sino también con nuestra propia historia que marca momentos y situaciones de nuestra vida.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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