Aún es tiempo para deleitarse con un especial menú que celebra la trufa, un ingrediente de élite en la alta cocina, y que es posible disfrutar ahora cuando está fresca. Fuimos a una experiencia que integra este tesoro gastronómico en cada platillo, para ofrecer una sensorial inigualable.
La trufa es considerada un tesoro culinario y un verdadero lujo en el mundo de la gastronomía, por su sabor y aroma intensos y sus características únicas. Incluso una pequeña cantidad puede transformar un plato sencillo en una experiencia culinaria extraordinaria, con sus notas terrosas, almizcladas y con un leve toque de nuez.
Además, pueden ser usadas en una variedad de platos, desde pastas y risottos hasta carnes, huevos, y hasta en postres. Su capacidad para complementar y elevar otros sabores las convierte en un ingrediente preciado por chefs y especialistas gourmets.
Aunque existen cultivos de trufas, su producción es limitada y está sujeta a las condiciones climáticas, lo que hace que no estén disponibles todo el año. Su temporada es corta y de invierno, por lo que encontrarlas frescas hacen que sean muy apreciadas en la gastronomía.
Y es que las trufas son difíciles de encontrar y recolectar. Crecen bajo tierra, generalmente en simbiosis con las raíces de ciertos árboles como robles y avellanos. Se requieren perros o cerdos entrenados para olfatearlas. Además, no todas las regiones pueden producir trufas, lo que aumenta su valor.
Hasta fines de agosto, Santiago Marriott ofrece una propuesta culinaria única y de alta gastronomía creada por el renombrado chef Roberto Vallejos. La “Experiencia Trufada” esta disponible en Latin Grill, el conocido restaurante del hotel, y está cuidadosamente diseñada para sacarle el máximo partido al sabor único de la trufa.
La experiencia consiste en cinco tiempos que incluyen en distintas preparaciones a la reina de la noche, la trufa. Incluso se ofrece un pan de masa madre con una mantequilla aromatizada con aceite de trufa y romero, especialmente hecha para la ocasión.
Como punto de partida para despertar los sentidos está el Amuse Bouche, una tartelette de morchella con trufa y terrina de cerdo trufada.
Se suman algunos toques de champiñones y se corona con esquirlas de trufa negra, para una apertura delicada y sofisticada que prepara el paladar para lo que está por venir.
La experiencia continua con Gallina Confit ,muslo de gallina confitada, crujiente por fuera y suculento por dentro, producto de que se fríe primero y se da un toque de ahumado después.
Todo va acompañada de una rica salsa gravy -de su propia coccion- de oporto, una emulsionaremos de alioli y un toque de trufa que eleva el sabor a otro nivel.
En la mitad de este viaje, Pato, Topinambur y Trufa, un delicado y sabrosísimo tartar tibio de magret de pato con mantequilla trufada con un consomé de distintos tipo de hongos, como paris, ostra, entre otras setas.
Para acompañar, una espuma de topinambur, que lugar una combinación que resalta lo terroso, lo cremoso y lo umami a la vez.
Como último fondo está el Wagyu y Trufa, un lomo de wagyu sellado y servido en su punto, acompañado de un croissant de papas, salsa beurre rouge y delicadas láminas de trufa, para una explosión de sabores intensos y refinados. Exquisito
El final dulce es Chocolate y Trufa, una delicada presentación que simula una trufa verdadera y hace el juego con un memorable con mousse de chocolate 65% cacao, acompañado de confitura de mandarina trufada, crema de vainilla y un crocante de nuez.
En este verdadero deleite montado en un ganache de chocolate blanco, frambuesa, flores y trufa rallada, nos volvemos a sorprender y dejar llevar por la versatilidad de este producto estrella.
La “Experiencia Trufada” busca ser un viaje culinario exclusivo que combina creatividad, técnica y la más alta calidad de ingredientes. Reservas en tais.longhi@marriott.com o al +56224262000.