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Saint Malô: el gin chileno que destila misterio, elegancia y carácter desde el fin del mundo Coctelería

Saint Malô: el gin chileno que destila misterio, elegancia y carácter desde el fin del mundo

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Con una base alcohólica destilada nueve veces y una selección de botánicos frescos y exóticos provenientes de seis países, Saint Malô ofrece una experiencia sensorial que busca seducir tanto a paladares expertos como a exploradores del buen beber. “


Desde Chile y con alma mística, Saint Malé Gin se abre paso como una de las propuestas más sofisticadas e intrigantes del mundo de los destilados premium. Nacido de una visión audaz y elegante, este gin combina botánicos exóticos provenientes de seis países con un alcohol destilado nueve veces, resultando en una experiencia sensorial que seduce tanto por su sabor como por su historia.

Su creador, Andrés Sainte-Marie y Master Distiller, comparte la alquimia detrás de esta etiqueta que ya comienza a conquistar paladares dentro y fuera del país.

“Siempre me fascinó el mundo de los destilados, pero no quería hacer lo mismo que ya existía. Saint Malô nace de una obsesión personal: crear un gin que fuera más que una bebida. Quería que cada botella contara una historia, que evocara una época, un espíritu, una estética. Que tuviera alma”, cuenta Sainte-Marie.

El nombre, como todo en este proyecto, también tiene una raíz íntima y simbólica: “Saint Malô era el nombre que le puse a mi dragón imaginario cuando era niño. Era el que se portaba mal por mí —dice entre risas—. Con el tiempo, descubrí que también es una ciudad portuaria en la costa de Bretaña, Francia, famosa por sus corsarios. Me fascinó esa dualidad: una belleza áspera, rebelde pero refinada. Me pareció perfecto”.

El arte de la destilería

A través de diez destilaciones finales, se logra un producto de pureza excepcional. Pero no se trata solo de técnica, sino de intuición, equilibrio y búsqueda estética.

“El alcohol que usamos es tan puro que se convierte en un lienzo en blanco. Eso nos permite trabajar con botánicos de distintas partes del mundo y que cada uno se exprese con claridad. Lo comparo con la perfumería: hay una nota de entrada, un corazón y un retrogusto persistente. No es solo aroma, es textura, es ritmo”, explica.

Los botánicos incluyen enebro como base en todo London Dry, pero incluyen además ingredientes cítricos, herbales y especiados cuidadosamente seleccionados. Algunos son locales; otros, inspirados en la tradición europea y asiática. “Es un gin con capas, que se va revelando. Queremos que quien lo pruebe sienta sorpresa, pero también armonía. Es un gin para quienes aprecian los detalles”, dice el creador.

En Saint Malô, nada está dejado al azar, ni siquiera la botella. Con una transparencia impecable, líneas limpias y un diseño elegante, el envase busca reflejar la filosofía de la marca: pureza, sofisticación y un toque de misterio.

“La estética no es un capricho. Es parte de la experiencia. Desde el primer vistazo hasta el último sorbo, queríamos que Saint Malô transmitiera carácter y delicadeza al mismo tiempo. Que te invite a tocar, a oler, a explorar”.

Una marca con relato y proyección

Más allá del producto, Saint Malô apuesta por la construcción de un universo narrativo. “Hoy en día, la gente no elige solo por el sabor, elige por la historia, por lo que una marca representa. Nosotros no vendemos solo un gin; ofrecemos un relato, una estética, una experiencia completa. Queremos que quien lo beba sienta que está participando en algo especial”, reflexiona.

Ese enfoque ha conectado con un público diverso, exigente y curioso, dentro y fuera de Chile. Y aunque el crecimiento ha sido orgánico, la ambición es clara.

“Estamos trabajando para ampliar nuestra presencia a nivel nacional y dar el salto al mercado internacional. Queremos que Saint Malô cruce fronteras, pero sin perder nuestra esencia. Además, estamos explorando nuevas líneas: colaboraciones con artistas, ediciones limitadas, propuestas que nos permitan seguir innovando sin dejar de ser fieles a lo que somos”, adelanta.

Sainte-Marie deja una invitación abierta: “A quien nunca haya probado Saint Malô, le diría que venga con los sentidos despiertos. Este gin no se saborea solo con el paladar, se explora con la imaginación Este gin no solo se saborea con el paladar, se toma con la imaginación. Queremos que se transforme en un ritual, en una experiencia que se recuerde”.

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