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Restaurante apuesta por nueva carta y técnica al servicio del fuego y la carne Gastronomía Crédito: El Mostrador.

Restaurante apuesta por nueva carta y técnica al servicio del fuego y la carne

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La reconocida cadena gastronómica estrena carta y redefine su identidad, apostando por una parrilla moderna, sostenible y accesible, sin perder su sello de calidad.


En un contexto donde las experiencias gastronómicas buscan nuevos significados, Santa Brasa acaba de renovar su propuesta con un giro estratégico que apunta a democratizar el asado premium.

La renovación no se limita al menú. La esencia del cambio parte desde la trazabilidad del producto. Gracias a un convenio exclusivo con Hacienda Cantabria, ubicada al sur de Buenos Aires, Santa Brasa incorpora carnes seleccionadas de razas Angus y Hereford, criadas sin hormonas, bajo estándares que aseguran un suministro sostenible y consistente.

Fabián Silva, Head of Culinary F&B Operations del Grupo Civitano, al que pertenece Santa Brasa, señala que buscan construir una “carta inteligente, sabrosa y sostenible desde lo técnico y lo operativo. Cada corte fue evaluado por su textura, cocción, sabor y versatilidad en cocina”.

Entre las nuevas propuestas destacan cortes como el Flat Iron, el Hammer Steak cocido lentamente en masa crocante con una presentación escénica y el Black Truffle Melt, un sándwich de punta de ganso con trufa negra y pan fundente. La idea, según el equipo detrás de esta transformación, es crear una experiencia carnívora sofisticada pero cotidiana.

La importancia de la cocción y los cortes

Uno de los grandes ejes de esta renovación está en la técnica de cocción, un aspecto muchas veces subestimado al momento de disfrutar un asado. “Estamos dejando atrás la idea de que comer buena carne es solo para ocasiones especiales. Hoy más que nunca, queremos que Santa Brasa sea parte del hábito de quienes disfrutan la buena mesa, y por lo mismo, hoy también tenemos una propuesta para el día a día”, comenta Silva. Es por eso que el nuevo menú fue diseñado para poner en valor diferentes tipos de cortes y temperaturas internas, permitiendo apreciar mejor las cualidades de cada pieza.

Además de los clásicos parrilleros, la nueva carta contempla cortes alternativos que, con la cocción adecuada, pueden ofrecer una experiencia igual de sabrosa, pero más versátil. Este enfoque también responde a un consumo más consciente, donde se privilegia el aprovechamiento integral de la carne y se reduce el desperdicio.

Crédito: Cedida.

Más allá del fuego

La experiencia también se complementa con una curaduría de más de 80 vinos, pensados para maridar según el perfil de cada corte, además de una carta de mocktails de autor —alternativas sin alcohol con recetas sofisticadas— y postres con técnicas contemporáneas que apuntan al juego sensorial.

La ambientación de sus locales también ha sido intervenida para acompañar esta nueva etapa: espacios cálidos, urbanos y pensados para distintos momentos del día. Desde almuerzos ejecutivos hasta after office, la propuesta busca ampliar el espectro de público y convertirse en un lugar de visita habitual.

Con esta nueva etapa, Santa Brasa busca posicionarse como un actor relevante en esa transición. Y lo hace con una propuesta que equilibra técnica, sabor, origen y accesibilidad.

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