
Experiencias sensoriales y maridajes: el alma del vino y la cocina local en el valle de Casablanca
Casa Viñamar ofrece un viaje sensorial donde el vino se descubre a través del olfato, gusto y tacto. Con actividades guiadas, maridajes didácticos y una cocina que rescata ingredientes locales, invita a vivir una experiencia única que conecta sentidos, cultura y tradición.
Ubicada en el corazón del valle de Casablanca, Casa Viñamar ha renovado su propuesta enoturística para este 2026. Con una invitación a vivir el vino desde los sentidos, la emoción y la conexión con el origen.
A solo 45 minutos de Santiago y a 30 de Valparaíso, este emblemático destino invita a vivir una experiencia completa para los sentidos. Con una propuesta que fusiona gastronomía de autor, actividades en torno al vino y una profunda conexión con la cultura local, se posiciona como un imperdible del enoturismo en la zona central.
Con una arquitectura que evoca las elegantes líneas de una casa marroquí y el icónico Palacio Vergara, Viñamar deslumbra con su imponente piscina reflectante, extensos jardines, un salón VIP y una terraza panorámica que ofrece vistas privilegiadas al valle de Casablanca.
Créditos: Javiera Burgos López.
Experiencias inmersivas
El inicio de esta nueva temporada estuvo marcado por la experiencia inmersiva “Vendimia”, una propuesta sensorial que rinde homenaje a la tradicional fiesta de la cosecha a través de aromas, sonidos y una cuidada ambientación que celebra la identidad y el espíritu del territorio.
Asimismo, la propuesta de Casa Valle para este 2026 apuesta por experiencias pensadas para distintos públicos, con un enfoque en la participación activa, la conexión sensorial y una narrativa en torno al vino que se construye desde la vivencia misma.
Y una de sus propuestas enfocadas en la experiencia sensorial es su propuesta de tres estaciones que buscan que el usuario viva la experiencia completa de lo que significa visitar una viña. Bajo este contexto es que surgen tres puntos que buscan simular lo que es una vendimia pero a menor escala.
- Juego de los Sentidos: Se trata de una experiencia inmersiva que invita a explorar el vino a través del olfato, el gusto y el tacto, en una dinámica sensorial pensada para sorprender, educar y entretener. Una instancia lúdica, guiada por expertos de Viñamar, ideal para quienes buscan acercarse al mundo del vino desde una perspectiva diferente.
- Winemaker Experience: Convertirse en enólogo por un día ya no es solo una fantasía. En esta experiencia, los visitantes tienen la oportunidad de diseñar y crear su propia mezcla de vino, participando en todo el proceso: desde el ensamblaje y embotellado hasta el encorchado y la etiquetación. La actividad culmina con una botella de 375 cc que cada participante se lleva como recuerdo personalizado de su paso por Viñamar.
- Cocina con el Chef y Marida con el Sommelier: Guiados por el chef Carlos González, los asistentes se ponen el delantal para preparar tres recetas con productos locales, en una experiencia culinaria que celebra los sabores del territorio. Paralelamente, el sommelier Héctor Plaza conduce un maridaje didáctico y ameno, invitando a descubrir las armonías y matices de los vinos chilenos con cada preparación.
Créditos: Javiera Burgos López.
Gastronomía que cuenta historias
Sin duda, un aspecto que no puede quedar fuera es la gastronomía. Y es toda la experiencia de visitar Viñamar tienen lugar en el entorno de Macerado Bistró, el restaurante de Casa Viñamar, que bajo la propuesta “Cocina para los Vinos de Chile” invita a recorrer el país a través de sus sabores. Con menús que armonizan con cepas representativas de cada valle y un fuerte enfoque en la sustentabilidad, la propuesta rinde homenaje a la diversidad gastronómica del territorio nacional.
La carta se renueva con dos innovadoras propuestas dentro de sus menús de cuatro tiempos. “Chile Insular” invita a descubrir los sabores característicos de Juan Fernández e Isla de Pascua, mientras que “Chile Vegetal” ofrece una alternativa 100 % vegana, que rescata ingredientes del territorio desde una mirada consciente, creativa y contemporánea.
Créditos: Javiera Burgos López.
Créditos: Javiera Burgos López.
La propuesta está inspirada en una visión sostenible que se traduce en cada detalle de la experiencia. Desde el uso de ingredientes de origen local y prácticas respetuosas con el entorno, hasta una conexión auténtica con la comunidad del valle, todo busca armonizar turismo y territorio. La huerta orgánica abastece la cocina, y la vajilla, elaborada a mano por artesanos de Casablanca, refuerza ese compromiso con lo hecho en casa y con sentido.