La gastronomía como atractivo turístico ya no es solo ir a comer a los restaurantes y locales. Ahora han cobrado fuerza la comida callejera, los ‘food-truck’ y los mercados y festivales gastronómicos.
El turismo del siglo XXI se basa, sobre todo, en vivir y compartir experiencias. En este sentido, la dupla turismo y gastronomía (que incorpora al viaje el sabor de la cultura local) permite a los visitantes conocer y mostrar el lugar al que viajan desde una perspectiva diferente.
La gastronomía tiene interés turístico a través de cuatro vías:
La gastronomía como atractivo turístico se ha desarrollado en los últimos años no solo bajo la forma de restaurantes y locales propios. También han surgido nuevos modelos que reúnen las cuatro vías de la experiencia gastronómica (atracción, producto y experiencia turística, además de atractivo local):
Entre el 31 de julio y el 11 de agosto de 2023, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) realizó la encuesta “Turismo y gastronomía” a una muestra de 4 583 personas.
Según esta encuesta, la gastronomía es una motivación complementaria para el resto de modalidades de turismo, especialmente cultura y naturaleza.
Ante la pregunta sobre la tipología de turismo preferida, el 6 % eligió el turismo gastronómico como primera opción y el 17,9 % como segunda opción. Cabe pensar, pues, que para casi una cuarta parte de los turistas que recorren España la gastronomía es una motivación importante para su viaje.
El 21,4 % de los viajeros que eligen el turismo cultural como primera opción y el 20,4 % de los que se decantan por el turismo rural optan por la gastronomía como motivación secundaria.
Dicho estudio muestra, además, que el perfil sociodemográfico del viajero influye en su preferencia por el turismo gastronómico. Por ejemplo, hay más posibilidades de que los hombres, las personas casadas y aquellas que tiene mayor renta se decanten por el turismo gastronómico, como muestran los modelos de regresión logística aplicados a la base de datos.
Con respecto al gasto, el 56,3 % de los encuestados paga durante su viaje cada vez que va a un restaurante entre 15 y 30 euros. Además, para los turistas, los platos más representativos de la comida española son, por este orden, la paella (48 %), la tortilla de patatas (25,4 %) y el jamón ibérico (17,8 %). ¡Ah! Y la tortilla de patatas para el 70,4 % de los encuestados debe ser con cebolla y muy poco hecha (53,9 %).
Y más del 63 % de los encuestados organiza sus vacaciones él mismo, a través de internet. Quizás venga de allí la importancia de las redes sociales (48,9 % de los encuestados dicen tomarlas en cuenta al decidir sus vacaciones) en la consolidación de los destinos turísticos.
Variables como el atractivo sensorial de la comida, la experiencia cultural que buscan los visitantes o la preocupación por la salud (alimentos saludables, medidas y controles sanitarios) son elementos básicos para el disfrute de la experiencia gastronómica local. De ahí que tanto las diferentes administraciones públicas como las empresas privadas deban tomar en cuenta estas variables y ponerlas en valor a la hora de utilizar el reclamo gastronómico en la promoción del destino.
Tomás López-Guzmán, Catedrático del Área de Economía Aplicada, Universidad de Córdoba y Jaime Aja Valle, Profesor de Sociología, Universidad de Córdoba
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.