La autoridad regional de Atacama se refirió a las repercusiones políticas de los Pandora Papers y la urgencia de elevar los estándares de protección de la Reserva Pingüino de Humboldt, área natural que colinda con la Región de Coquimbo. «Con la gobernadora Krist Naranjo tenemos una postura compartida al respecto, debemos ponernos manos a la obra y retomar el plan de trabajo que se inició en el Gobierno de la Presidenta Bachelet, precisamente para evitar que actividades productivas que afecten este ecosistema pudieran desarrollarse en las zonas cercanas a la reserva», señaló. Vargas agregó que se requiere avanzar en una institucionalidad ambiental que sea efectiva y que no esté supeditada a los intereses políticos de los gobiernos de turno: «Nos parece muy importante, por ejemplo, que las Comisiones de Evaluación Ambiental sean presididas por los gobernadores, porque eso da independencia y garantía de que las decisiones se van a tomar a partir de los intereses de los territorios». Finalmente, abordó las preocupantes variables medioambientales que han condicionado el desarrollo de la región, a propósito de la reciente declaración de Copiapó y Tierra Amarilla como Zona Saturada por material particulado. «Atacama podríamos definirla como una gran zona de sacrificio. Tenemos relaves de muchos años que no han sido removidos, (…) lo que ha pasado en la provincia del Huasco con la mala experiencia de Agrosuper, lo que ha ocurrido en Alto del Carmen con el proyecto Pascua Lama, y si a eso agregamos la tragedia que representaron los aluviones el 2015, creo que se dan las condiciones para que esta región sea declarada en su conjunto como zona de sacrificio, porque eso indicaría que existe la voluntad política de compensar al territorio».
