El hermano mayor de Álvaro y Antonio Jalaff –involucrados en el caso Factop– hoy enfrenta acusaciones por el robo de un auto, venta de relojes falsos y giro doloso de cheque. Su defensa acusa al denunciante, otro conocido empresario, de no devolver varios vehículos arrendados a su antigua empresa.
No ha sido un buen año para los hermanos Jalaff. A los reconocidos casos de Álvaro y Antonio, indagados por la Fiscalía por su eventual vínculo a los delitos asociados al caso Factop, se suma una serie de denuncias en contra de Sergio Jalaff, otrora próspero fundador de la financiera automotriz Global Soluciones Financieras, quien –como ya informó El Mostrador– se encuentra en importantes problemas económicos.
Los líos financieros del mayor de los hermanos Jalaff Sanz serían el efecto de una serie de deudas y créditos impagos de su antigua empresa, en la actualidad en manos de otros socios, y también debido a deudas de carácter personal que terminaron en el remate de su casa en Lo Barnechea, tras una demanda del Banco Santander por más de $1.200 millones.
Es en este contexto en que se enmarcan dos querellas y una demanda en su contra, presentadas por el empresario Juan Pablo Del Sante (35) –martillero público, inversionista inmobiliario, dueño de una empresa de transporte aéreo y un rent a car de vehículos de alta gama–, quien sostiene que el exdueño de Global Soluciones estaría involucrado en una serie de estafas en su contra.
“Constantemente me pedía préstamos y para comprometer el pago de los dineros que yo le entregaba me giraba cheques, los que cuando llegaban las fechas de vencimiento me solicitaba que no cobrara, ya que no tenía el dinero para pagarme y así se repitió en muchísimas oportunidades el mismo actuar”, detalla Del Sante en una de las querellas.
El abogado de Sergio Jalaff, sin embargo, acusa una suerte de vendetta en su contra, pues asegura que Del Sante también fue querellado por Global Leasing SpA, luego de apropiarse indebidamente de ocho vehículos arrendados a la empresa, pese a haber pagado las 37 cuotas pactadas, pero sin ejercer el derecho a renovación o la devolución total de los vehículos.
En enero de este año, Del Sante se hizo conocido, después que dos motochorros lo asaltaran en la terraza del restaurante ADN en Vitacura, robándole un vistoso Rólex Daytona platino de oro blanco, una edición limitada avaluada en más de 80 millones de pesos. La escena fue grabada por algunos comensales y reproducida en varios noticieros de televisión.
Tras la pérdida del reloj, dos meses después del cinematográfico asalto, Del Sante le compró dos relojes de lujo a Sergio Jalaff por un valor total de $30 millones –un Audemars Piguet modelo Royal Oak Diver y un Rolex GMT-Master II–, que al ser sometidos a una prueba de autenticidad resultaron ser falsos.
“Luego de recibidos los certificados me comuniqué con Sergio Jalaff, quien, nuevamente y muy a mi pesar, sí tenía conocimiento de que los relojes eran falsos e intentó solucionar el problema pagándome una parte de lo que le había abonado. Sin embargo, y como era la tónica de nuestra relación, una parte me la intentó pagar con cheques, los que evidentemente fueron protestados”, relata Del Sante en una querella interpuesta hace pocos días, tras desistir de una acción judicial previa por el mismo delito, como dio cuenta este medio.
El empresario automotriz asegura que el mismo Jalaff le ofreció venderle los relojes –“un par de relojes de marca”– que supuestamente no usaba y que prefería comercializarlos para “tener caja y poder hacer frente a sus múltiples deudas”. Del total del dinero comprometido, asegura, solo habría recibido la devolución de la mitad, o sea, 15 millones de pesos. La deuda hasta el día de hoy se mantendría impaga.
Meses más tarde, el 05 de julio de este año –denuncia Del Sante en otra querella por robo y/o estafa– acudió a la casa de su entonces amigo, ubicada en Lo Barnechea, manejando un Audi S3 que pertenecía a su empresa y que usaba de vez en cuando, si es que el vehículo no se encontraba arrendado por un cliente.
En esa oportunidad, recuerda, decidió regresar a su domicilio en un taxi, dejando el automóvil en la casa de Sergio Jalaff –a petición del propio dueño de casa–, pasándole las llaves para moverlo de estacionamiento en caso de que fuera necesario.
Tres días más tarde, asegura Del Sante, se comunicó por teléfono con Jalaff avisándole que iría a buscar el vehículo a su domicilio, recibiendo como respuesta que el auto no estaba en su propiedad, porque “alguien” lo había ido a buscar y un empleado suyo le pasó las llaves para que se lo llevara.
“Evidentemente todo esto me causó una impotencia e incredulidad tremenda, ya que como he relatado, dejé mi auto en la casa de alguien a quien consideraba mi amigo y, sin embargo, sin previa comunicación conmigo, le entregó el auto a un supuesto desconocido”, explica el afectado en el libelo.
Del Sante consigna que el domicilio de Sergio Jalaff en ese entonces –el mismo que después fue rematado– se encuentra en un condominio de difícil acceso y que el hecho de entregarle las llaves del vehículo fue un acto de confianza, debido a que se encontraba “en la casa de un amigo”.
“Jamás di instrucciones de que fuera entregado a una persona, ni menos a un desconocido. De esta manera, estamos simplemente ante la comisión de un ilícito, que podrá configurarse como un robo, un hurto o tal vez una estafa”, concluye la querella.
El 16 de octubre de este año, en tanto, Juan Pablo Del Sante presentó, ante el 20° Juzgado Civil de Santiago, una notificación de protesto de cheque por $36 millones en contra de Inversiones El Olivo SpA, propiedad de Sergio Jalaff Sanz.
El cheque girado a nombre de Del Sante por la empresa de Jalaff, para pagar una serie de deudas que tenía este último con el empresario automotriz –fechado el 30 de septiembre de este año–, fue finalmente protestado por el Banco Santander, debido a que la cuenta corriente se encontraba cerrada, además de presentar una firma ilegible.
Los antecedentes fueron remitidos al Juzgado, buscando configurar el delito de giro doloso de cheques.
El Mostrador se comunicó con la defensa de Sergio Jalaff, quien afirmó que “las acciones de Juan Pablo Del Sante dicen relación más bien a una respuesta a una querella criminal que Global Soluciones (empresa de Jalaff) interpuso hace larga data y en la cual Del Sante fue formalizado recientemente”.
Consultado sobre este punto, Juan Pablo Del Sante aseguró que las causas judiciales con Sergio Jalaff eran préstamos personales y que no tienen nada que ver con sus deudas con Global Soluciones, donde el primero, asegura, ya ni siquiera tiene propiedad en la compañía. “Además, estoy en un proceso de regularización de deuda”, concluyó.