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Industria aérea preocupada por falta de medidas más eficientes para evitar colapso de pasajeros en aeropuerto Viajes

Industria aérea preocupada por falta de medidas más eficientes para evitar colapso de pasajeros en aeropuerto

Este lunes fue lanzado el plan de contingencia en el aeropuerto de Santiago para enfrentar la temporada alta de vacaciones. La instalación de más máquinas para check-in en vuelos nacionales, el aumento del personal y cambios en la forma de controlar en SAG y Aduanas, son parte de la iniciativa de las autoridades del rubro, medidas que ya habían sugerido grandes aerolíneas que operan en nuestro país y que consideran insuficientes.


Este lunes el pasajero 22 millones del aeropuerto de Santiago recibió un reconocimiento sorpresa. Pero la alegría por la alta actividad del terminal aéreo preocupa tanto a autoridades como a la industria por el servicio que se está entregando y que está ampliamente superado.

«Hoy se alcanzó el pasajero 22 millones para un terminal diseñado para 16 millones. Por eso, estamos trabajando a toda máquina en la ampliación del aeropuerto y nos hemos coordinado con todos los servicios», dijo el subsecretario de la cartera, Lucas Palacios.

La preocupación crece ya que se acerca la época de vacaciones cuando la demanda se vuelve aún mayor. Por eso el Ministerio de Obras Públicas y la concesionaria Nuevo Pudahuel dieron a conocer el plan de contingencia para la temporada alta que incluye instalar más máquinas para check-in en vuelos nacionales.

Además, uno de los llamados a las personas es que usen los estacionamientos remotos y esperen el bus que cada cinco minutos los lleva al aeropuerto. «Uno de los puntos de mayor congestión es cuando se quiere llegar a las puertas del terminal, ahí se genera mucha congestión porque no se tiene demasiada capacidad ese sector», explicó el subsecretario.

A partir del 10 de diciembre también se habilitará de forma permanente mayor número de brigadas caninas y personal de control del SAG y Aduana en la salida de embarques internacionales. A su vez la PDI también ha aumentado gradualmente el número de funcionarios para migración.

Las cifras son claras. El aumento del flujo de pasajeros en el aeropuerto Arturo Merino Benítez alcanzó una cifra histórica de 8,3% de enero a noviembre de este año, donde además comenzó a trabajar Emirates y se inauguraron cuatro nuevas rutas.

Por eso el sector ve con preocupación las medidas que se han tomado, las que consideran insuficientes. La industria aérea en Chile ha crecido a tasas anuales del 10% durante los últimos años, según cifras de la industria. De hecho, en 2017 recibió 6 millones de turistas, cifra similar a los números de Brasil y Argentina que son economías mucho más grandes.

El desempeño de la industria aérea en ha sido superado con creces al resto de los países de la región. La tasa de viajes por habitantes durante el 2017 era de 1, por sobre Colombia (0,7), Brasil, México y Perú (0,5) y Argentina (0,4).

Por eso el desafío urgente es contar con un aeropuerto moderno y tecnologizado para una mejor gestión y procesamiento de los pasajeros. Por Arturo Merino Benítez transita cerca del 95% de los pasajeros del país y su experiencia no es la más óptima.

Dentro de los 100 mejores aeropuertos del mundo, Chile no figura. A nivel sudamericano aparecen los aeropuertos de Bogotá (N°46), Quito (N°47), Lima (N°49) y Guayaquil (N°70).

Las críticas apuntan primero a la necesidad de un transporte público real, ya que no hay metro ni buses del Transantiago. Según datos de la industria, sólo el 5% de los pasajeros utiliza medios públicos para acceder a los aeropuertos, porque la mayoría de los terminales no cuenta con transporte público.

A eso se suma que las tarifas de taxi desde la ciudad al aeropuerto pueden ser incluso superiores a las del boleto aéreo y que existen una alta congestión en los estacionamientos en caso de preferir usar auto. Se estima que trasladarse al aeropuerto (ida y vuelta) puede llegar a costar casi $50 mil.

También el proceso para chequearse no es el más eficiente: primero los pasajeros deben acceder a las máquinas habilitados y luego deben entregar su maleta en el counter, en una infraestructura que no es suficiente para la demanda.

En el nuevo terminal los pasajeros adicionalmente deberán entregar su maleta en los puntos de Bag Drop Off, aunque no hay claridad respecto a los puntos de pago y esterilidad del proceso. El problema es que con la medida, el pasajero deberá realizar 3 pasos en el proceso de check in, en lugar de 2 como ocurre actualmente. Esto hace que la experiencia de viaje sea más deficiente.

Por eso la industria está direccionando sus esfuerzos hacia la implementación de procesos automatizados Modelos One Step o Two Steps. Es necesario invertir en tecnologías que permitan aumentar la capacidad de los procesos, instalando un mayor número de quioscos de autochequeo, equipos de “self-bagrop” y biometría.

En el sector también creen que se hace necesario mejorar el control migratorio a cargo de la PDI con mayor refuerzo de personal en horarios peak y temporada alta al igual que la inspección de seguridad a cargo de la DGAC para que todas las máquinas de rayos X y screaning de equipajes de mano estén operativas.

Otra área de preocupación es cómo se recibe a los turistas extranjeros, donde también existen demoras en el control migratorio por no contar con funcionarios suficientes para el nivel de pasajeros actuales. Y sin duda, las mayores falencias en los tiempos de espera es entregar la declaración jurada del SAG/Aduanas a los funcionarios y someter su equipaje al screaning de seguridad.

A eso se suma que en el nuevo diseño del aeropuerto de Santiago se priorizaron los espacios comerciales por sobre los espacios para los pasajeros, lo que generará problemas de congestión a la hora de embarque, según el sector.

En los vuelos con destino a Estados Unidos y Australia, deben someterse a una inspección de Líquidos, Aerosoles y Geles (LAGs) en sus equipajes de mano (paulatinamente otros países también están pidiendo esta inspección). Este control, en la gran mayoría de los países, se realiza por el mismo organismo que realiza el control de AVSEC (en el Security Check Point), sin embargo, en Chile este control recae sobre las líneas áreas y no se realiza por la DGAC. Por este motivo, esta inspección se realiza en la puerta de embarque, minutos antes de abordar y no al momento de hacer el control de seguridad convencional.

Para liderar los desafíos y necesidades que requiere el sector, la industria busca contar con la figura de un Coordinador General que impulse un proyecto común público-privado, tal como existe en los grandes aeropuertos del mundo que son referentes.

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