Sustentabilidad
El reporte de los investigadores de Pensilvania da luces de otro potencial reemplazo al plástico de todos los días: resistente, flexible, con particulares propiedades y por sobre todo, amigable con los cefalópodos.
La principal víctima del plástico que ocupamos y producimos son los océanos: los 8 millones de toneladas anuales que arrojamos destruyen los ecosistemas marinos. Pero mientras nosotros les damos problemas, tal vez los océanos nos entreguen soluciones.
De acuerdo a un reporte publicado por Frontiers in Chemistry, revista internacional de ciencias, las proteínas encontradas en diferentes especies de calamares podrían ser ocupadas para elaborar materiales muy similares al plástico que ocupamos hoy, con la diferencia de ser sustentables y ecológicos.
Las proteínas SRT pueden ser producidas en laboratorios usando bacterias modificadas genéticamente, lo que significa que no necesitan usar calamares para generarla.
Los calamares toman a sus presas usando las ventosas de succión en sus tentáculos. Las ventosas están equipadas con dientes circulares y afilados que sujetan la comida. Estos dientes están hechos de proteínas SRT – por Sharp, ringed teeth – que son similares a la seda, y las que han sido de interés científico durante los últimos años.
Melik Demriel, investigador de la Universidad Estatal de Pensilvania, es uno de los autores de este reporte que revisa la literatura existente sobre los materiales hechos de estas proteínas. Dice que su equipo ha producido prototipos de fibras, ropas y objetos 3D hechos de las proteínas (SRT) de estos dientes.
De acuerdo a los investigadores, las proteínas SRT tiene propiedades destacables, y los materiales hechos de ellas son elásticos, flexibles y resistentes. También tienen facultades térmicas, autoregenerativas y conductoras de electricidad, lo que les otorga el potencial de nuevas aplicaciones.
La fabricación biosintética de la proteína presenta varias ventajas sobre la extracción directa del calamar. Es sustentable, al no tener que privar a los calamares de las proteínas y sus dientes ya que el proceso está basado en fermentación, usando azúcar, agua y oxígeno.
Además tiene el potencial de escalar a niveles de producción industrial previa investigación.
Sin embargo, con el conocimiento actual no es factible. Si se fuera a extraer la proteína directamente desde el calamar, el coste de producción puede llegar a los 11 dólares (sobre 700 pesos) por gramo de proteína, por lo que no es una opción real.
Actualmente los investigadores son capaces de producir un kilo de la proteína por 100 dólares, pero esperan que ese precio pueda bajar a un décimo del actual con mayor investigación para optimizar el proceso.
