Publicidad
El problema de usar cotonitos (y por qué recomiendan dejar de utilizarlos) Salud

El problema de usar cotonitos (y por qué recomiendan dejar de utilizarlos)

“No es recomendado el uso de cotonitos para «limpiar» los oídos para nadie”, dice el otorrinolaringólogo Julio Palacio. Entre los riesgos de usar hisopos está la posibilidad de un daño permanente en la audición.


Jasmine, una mujer australiana de 37 años, era asidua a los cotonitos: durante cinco años los usaba todos los días antes de ir a dormir. Un día le sobrevino un intenso dolor en el oído, acompañado de una pérdida de audición. Fue al médico y le recetó antibióticos. Pero los problemas persistían.

La situación llegó a su límite cuando, en una ocasión, la mujer retiró el hisopo de su oreja y vio que estaba cubierto de sangre. Se dirigió con urgencia a un otorrinolaringólogo, quien le realizó una tomografía en la cabeza. Lograron detectar el problema: tenía una infección bacteriana que le “comía” el cráneo.

«El algodón (del cotonito) había estado acumulándose y pudriéndose durante cinco años, y mi hueso del cráneo detrás de la oreja era delgado como el papel», dijo Jasmine, según consigna Live Science.

La mujer fue operada en una cirugía que duró cinco horas. En la operación se extrajo el tejido infectado y, finalmente, se reconstruyó su canal auditivo.

“El conducto está diseñado para liberar el cerumen”

A pesar de que los riesgos a los que se exponen los usuarios de los hisopos no puedan llegar a ser siempre tan extremos como los de Jasmine, si pueden afectar de forma permanente la calidad de audición.

“La introducción de objetos en el oído puede generar un daño en la piel que recubre el conducto, rotura de membrana timpánica y huesecillos del oído medio, estructuras fundamentales para amplificar el sonido recibido desde nuestro ambiente, por lo tanto, el daño de alguna de estas estructuras generarán pérdidas auditivas, que si no son tratados de manera correcta e inmediata pueden generan problemas auditivos permanentes”, indicó a El Mostrador la otorrinolaringóloga de Hospital El Carmen, Nicol Navarro.

“También al frotar el cotonito dentro del oído, este se inflama y produce prurito ótico (picazón), lo cual lleva a querer usar el cotonito nuevamente y se vuelve a inflamar. Se vuelve un círculo vicioso. Además existe un riesgo real de perfección accidental del tímpano por el uso de los cotonitos”, complementó el otorrinolaringólogo Julio Palacio.

“No se recomienda el uso de cotonitos para ‘limpiar’ los oídos para nadie”, dijo tajantemente Palacio.

Los expertos resaltan que hay que deshacerse de la creencia que el cerumen representa una mala higiene. Y es que la producción de cerumen tiene funcionesprotectoras. Lubrica, limpia y defiende al oído de microorganismo como hongos y bacterias.

“Anatómicamente el conducto está diseñado para liberar el cerumen de manera natural. La primera parte se encuentra formado de cartílago y movimientos como masticar, abrir la boca, entre otros, ayudan a que el cerumen se vaya desplazando hacia el exterior. Es muy importante que si siente picazón, molestias o síntomas de pérdida de audición debe dirigirse a un médico para ser evaluado”, agregó la experta.

Contaminación

Los cotonitos no solo dañan al oído; también lo hacen al medio ambiente. Los bastoncillos de algodón también están hechos de plástico, el material que repleta océanos por su alta durabilidad.

Durante la campaña realizada por Greenpeace “Mejor Sin Plásticos”, más de 350 personas recorrieron 20 puntos geográficos (incluyendo playas, riberas y pantanos) de España para limpiarlos de residuos plásticos. Entre los productos recurrentes estaban, precisamente, los ya conocidos hisopos.

La Unión Europea (UE) aprobó en diciembre de 2018 la prohibición de los cotonitos, entre otros productos plásticos como cubiertos de ese material y bombillas. La medida entrará en vigencia a partir del 2021.

Publicidad

Tendencias