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La importancia de nuestros bosques frente a la crisis climática Opinión

La importancia de nuestros bosques frente a la crisis climática

Aldo Rosenblum
Por : Aldo Rosenblum Presidente Fundación Ecopartnersbank
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Los ecosistemas albergan el soporte vital de la Tierra, dependemos de ellos, para el aire que respiramos, la comida que comemos y el agua que bebemos. Los humedales filtran los contaminantes del agua, las plantas y árboles reducen el calentamiento global absorbiendo el carbono, los microorganismos descomponen la materia orgánica y fertilizan el suelo, para proveer los alimentos. Sin ella no seríamos capaces de sobrevivir.

La importancia de nuestro mundo natural se deja ver en las miles de maneras diferentes en que los organismos de la Tierra interactúan entre sí, para contribuir al balance del ecosistema global y la supervivencia del planeta. No hay una sola forma de vida que pueda vivir en aislamiento, ni siquiera el ser humano con todo su avance.

Muchas voces autorizadas indican que hemos empujado al planeta a una zona de intensa vulnerabilidad, al punto de vaticinar cambios significativos en las formas de vida en grandes áreas del planeta por efectos de la crisis climática. No podemos solo pensar en las consecuencias, debemos pensar en la ruta a seguir.

Uno de esos caminos es la conservación de grandes masas vegetacionales, bosques y parques, urbanos o no, que permitan utilizar su poderosa tecnología natural de captura de carbono para combatir la deforestación, disminuir la degradación de los suelos y manejar la temperatura.

Es también vital propiciar soluciones naturales y armoniosas con el medioambiente, utilizando las tecnológicas menos invasivas y adecuadas a cada uno de los problemas identificados y mirando a la naturaleza como sistema indivisible. Tenemos ejemplos del mal uso tecnológico: por ejemplo, nuestros padres compraban al detalle, es decir, la porción de aceite, de sal, de harina, etc, refrescos en envases de vidrio así como la leche y lo hacían en bolsas de tela. Luego la tecnología nos empujó a otro paradigma de compra, por kilo, en envases desechables con bolsas plásticas y vemos que 30 años después debemos retroceder a antiguas prácticas con el consecuente daño o efecto causado por falta de visión.

Es por esto, que cuando hablamos de generar y un esfuerzo de conservación involucrando a todos, debemos hacerlo de manera sistémica, con la tecnología más adecuada de manera que estas masas vegetacionales se conserven a perpetuidad.

Es vital generar espacios que permitan avanzar, ya no en soluciones parciales y puntuales como las de un proyecto específico, sino en aquellas que permitan empezar a resolver nuestros problemas globales de agua, de suelo, de clima, de alimentos, económicos, entre otros, redirigiendo nuestra mirada a aprovechar todo lo que hoy tenemos y generar soluciones agregadas que efectivamente aporten a las soluciones que urgentemente debemos atender.

La crisis climática no es un problema de mañana o de generaciones futuras como hemos venido escuchando, esto es el tema de ayer y de hoy.

No es una mirada alarmista, es un llamado a no perder de vista la oportunidad que esta generación tiene para heredar un planeta que pueda sostenerse y sostener a las generaciones futuras.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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