El recinto médico más grande de Nueva York, el hospital Mount Sinai, y la Thomas Jefferson University Hospitals, que opera 14 centros médicos en Filadelfia, han reportado un alza en el ingreso de personas con bloqueos sanguíneos en sus cerebros, varias de ellas con covid-19 y con poco o ningún factor de riesgo.
Médicos estadounidenses están reportando una seguidilla de apoplejías en pacientes con covid-19. Lo extraño del caso es que se han ido dando en adultos y adultos jóvenes, siendo que la mediana de edad para los accidente cerebrovasculares (ACV) es de 74 años.
El neurólogo intervencionista Thomas Oxley se ha topado con estos casos en el Hospital Mount Sinai Beth Israel, ubicado en Manhattan, Nueva York. Oxley acudió al hospital para realizar una operación de emergencia: el paciente había sufrido un ACV. El hombre, de 44 años, no registraba uso de medicamentos y se encontraba en cuarentena. De la nada, presentó problemas para hablar y para mover el lado derecho de su cuerpo, indica el Washington Post.
El paciente es uno más de las personas, de entre 30 y 40 años de edad, que han sufrido ACVs siendo portadores del coronavirus.
Cuando el neurólogo estaba realizando el procedimiento para retirar el coágulo, presenció una situación inusitada. Alrededor del dispositivo con forma de aguja que estaba empleando para la operación, el médico vio, a través de los monitores, que se iban formando nuevos coágulos. «Esto es una locura», recuerda haber dicho Oxley.
El médico investigador J Mocco, dijo que la cantidad de pacientes que ingresaron al Mount Sinai -el recinto médico más grande de Nueva York- con grandes bloqueos de sangre en sus cerebros se duplicó durante las tres semanas en las que hubo un alza en la propagación del coronavirus. Más de la mitad de los casos eran personas con covid-19 positivo.
Por su parte, la Thomas Jefferson University Hospitals, que opera 14 centros médicos en Filadelfia, y NYU Langone Health en la ciudad de Nueva York, encontró que 12 de sus pacientes tratados por bloqueos sanguíneos en sus cerebros, durante un periodo de tres semanas, tenían el virus. Un 40% tenía menos de 50 años, con poco o ningún factor de riesgo.
Si bien el número de personas que han padecido este fenómeno clínico es minoritario, otorgan otro antecedente sobre el covid-19. Los especialistas ya están buscando respuestas a la incógnita.
Al respecto, en Wuhan, China, ya se había publicado un informe que revelaba que algunos pacientes ancianos con covid-19 habían sufrido ACVs. El nexo entre los dos se tomó más como «;un presentimiento clínico por parte de muchas personas realmente inteligentes», mencionó la neuróloga y médico de cuidados críticos del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh, Sherry HY Chou, al Washington
Post.
Los análisis estiman que los pacientes con coronavirus están experimentando, en la mayoría de los casos, el tipo de accidente cerebrovascular más letal: la oclusión de gran vaso. Estas pueden afectar irremediablemente el sistema motor y el habla porque dañan a las arterias principales que suministran sangre.
“Estamos acostumbrados a pensar en 60 como un paciente joven cuando se trata de oclusiones de gran vaso. Nunca habíamos visto tantos en sus 50, 40 y 30 años», mencionó el profesor asistente de neurorradiología en NYU Langone, Eytan Raz.
Varios investigadores suponen que los ACV en personas con covid-19 se deberían al desarrollo de coágulos que han presentado ciertos pacientes.
Por el momento, señala el Washington Post, tres grandes centros médicos de EE.UU están colaborando para publicar datos sobre los casos de ACV en pacientes covid-19 positivos.
Por su parte, el equipo del Mount Sinai publicará una carta en el New England Journal Medicine en la próxima semana, detallando el seguimiento que hicieron a cinco pacientes jóvenes que experimentaron un ACV de manera repentina. Las edades de estas personas son 33, 37, 39. 44 y 49 años.
De ellos, un paciente murió, dos están hospitalizados, uno fue dado de alta para rehabilitación y otro fue dado de alta para que lo cuide su hermano en el hogar.
Solo una persona, una mujer de 33 años, puede hablar.