Salud
Los cigarrillos electrónicos o vapers son dispositivos para fumar, estos utilizan un líquido que suele contener nicotina, saborizantes y sustancias químicas.
La pandemia ha instalado en nuestra vida diaria protocolos de sanidad para evitar contraer Covid-19. Dentro de las recomendaciones generales para evitar dicho contagio se encuentran medidas como el uso de la mascarilla, evitar tocarse la nariz o boca, no compartir artículos de uso personal, además de mantenerse en espacios limpios y ventilados.
Al mismo tiempo, representa una lista de medidas que se pueden romper con el solo hecho de utilizar cigarrillos electrónicos en espacios cerrados. Pues no es raro ver a personas utilizar este artefacto, aludiendo a que lo que emiten es vapor y por ende no representaría una amenaza para los que rodea. No obstante esto implica más que un inofensivo vapor, puesto como se mencionaba anteriormente pasa a llevar las medidas sanitarias impuestas en esta pandemia.
Los cigarrillos electrónicos o vapers son dispositivos para fumar que utilizan pilas para funcionar. En su interior poseen cartuchos con un líquido que suele contener nicotina, saborizantes y sustancias químicas, este líquido se calienta y se convierte en vapor para que el usuario inhale y exhale, a esta acción se le llama vapear.
Laura Mendoza Inzunza, neumóloga del Hospital Clínico Universidad de Chile y presidenta de la Sociedad de Enfermedades Respiratorias, explica que quienes vapean obviamente se van retirar la mascarilla. Al hacerlo en lugares cerrados contribuyen a la contaminación intradomiciliaria. Además compartirlo y llevarse la mano continuamente a la boca son claros factores de riesgo ante el Covid-19.
Según lo informa el Minsal, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud 2016-2017, la prevalencia total de consumo de cigarrillo electrónico en las personas durante 5 días alcanza un 1,5% (1,0% – 2,4%), siendo de un 1,4% en los hombres y un 1,6% en las mujeres.
En el análisis de esta información, se observa una mayor prevalencia de consumo de cigarrillo electrónico en el grupo más joven (15 – 24 años) con un 3%.
Datos que exponen que incluso adolescentes pueden acceder a un dispositivo que podría desencadenar en una adicción debido a sus componentes.
